El Almirante
El otro día vi la película El Almirante. Es una película rusa de hace un par de años que apenas tuvo eco en España. Una de esas historias complicadas y grandiosas, vinculadas a acontecimientos históricos, tan del gusto de los rusos. El Almirante es Kolchak, el Comandante Supremo del gobierno ruso blanco que luchó contra los bolcheviques en la Revolución Rusa. Interpreta su papel Konstantin Khabenskiy, un actor ruso que va teniendo cada vez más fama y que fue el protagonista de las películas Night Watch y Day Watch, además de participar en Wanted.
La película sorprende porque constantemente muestra a gente rezando como lo más normal del mundo. Los iconos son omnipresentes. El propio Zar lleva uno en la mano y se lo da a besar al joven oficial cuando habla con él. Llama la atención ver a los marineros y oficiales rusos arrodillados piadosamente en la cubierta de su barco mientras suenan los cañones en la I Guerra Mundial. También es impresionante ver la bendición a los soldados del Ejército Blanco antes de la batalla y el discurso piadoso del propio Almirante. Es cosa nunca vista en España, donde una escena así, si alguna vez saliese en nuestro cine, se plantearía como una muestra de hipocresía, maldad o fanatismo. Sólo por esto merece la pena ver la película.
Hay otras escenas que sorprenden, por la falta de costumbre y debido a un cine español que basa su escaso éxito en la pornografía y que no reconocería el honor aunque alguien le golpease repetidas veces con él en la cabeza (un crítico de cine hablaba del “arcaísmo crónico” de esta película “fuera de época”). Como el momento en que los marineros revolucionarios confiscan las armas de los oficiales y Kolchak, para no entregar su espada, la tira al mar. O la fidelidad de los últimos soldados blancos que prácticamente son exterminados en un fallido intento de auxiliar al Almirante. También resultan estremecedoras las escenas de ejecuciones de oficiales por sus propios soldados.
A mí me cuesta ver este tipo de películas, porque uno sabe cómo van a terminar y se pasa la película entera deseando que, de algún modo, se cambie la Historia y termine “bien". Como es lógico, no es así y el Ejército Blanco es vencido, iniciándose un éxodo trágico y épico de millares de personas que intentan escapar de las masacres. El último apoyo que le queda a Kolchak, la Legión Checa, le traiciona y es entregado a los bolcheviques, que no pierden tiempo en fusilarle. Resulta llamativo el simbolismo final, cuando Kolchak es fusilado y los verdugos, para ahorrarse cavar en el suelo congelado, lo echan a un lago a través de la abertura en forma de cruz en el hielo que usa la iglesia local para los bautismos.
En una narración “muy rusa”, toda esta historia se entrelaza con las complicaciones amorosas de Kolchak, que está casado pero se enamora de la mujer de uno de sus oficiales. Los problemas, dilemas, vacilaciones y gestos románticos consiguientes y especialmente el desenlace son, a mi juicio, el mejor argumento que podría darse en contra de la práctica Ortodoxa de permitir el divorcio y un nuevo matrimonio. El hecho de que el sacramento no sea “definitivo”, tiende a hacer que, sicológicamente, los casados siempre tengan presente la posibilidad de acabar con el matrimonio, posibilidad que se magnifica en momentos complicados o de tentación y que fácilmente puede socavar la fidelidad de la pareja.
39 comentarios
No entiendo como se puede uno saltar tan a la torera las palabras de Jesús del Sermón de la Montaña en cualquier "Iglesia" cristiana.
Después no sé como tienen la "caradura" de decir que la Iglesia Católica interpreta los textos a su manera.
¡En fin!
¡Gracias por la recomendación! ¡Le echaré un vistazo a la película ;)!
Por otra parte, en algunos determinados casos, y en beneficio de la prole, autorizan un segundo matrimonio que no tiene carácter sacramental, sino que pertenece al ámbito de la penitencia. Esto se autoriza en virtud de la "epikeia", que es uno de los principios de la moral ortodoxa. En lo que nosotros aplicamos una "excepción" a una regla moral, ellos consideran Dios pide, pero no exige, "imposibles", de allí la moderación de la regla moral en algunos casos.
Esto es lo que tengo entendido, pero me gustaría que alguien más docto lo certificase.
Gracias por el dato.
"Ostrov", película de cine religioso ruso, espero la hayas visto. En webs de la Iglesia ortodoxa la han puesto on line para descarga gratuita.
Saludos.
Desde luego el Misterio del cristanismo cada vez es más "misterioso".
Supongo que era bueno bendecir los cañones del ejército Blanco porque estaban destinados a intentar que la Historia acabara "bien", o sea matar a los bolcheviques y devolver el poder a los zares, que al igual que los comunistas mataban de hambre a su pueblo, pero al menos les dejaban consolarse con la religión.
Estas cosas hacen que muchos ateos siempre se mantengan alejados de la Iglesia.
Uno piensa en la IGM y no ve más que pastores protestantes, curas católicos y popes ortodoxos de todas las naciones de Europa bendiciendo armas para la masacre y animando a los jóvenes a morir por su "patria" y su "honor".
No deja de ser curioso que en los últimos años aparecen en la sección de obituarios de los periódicos las muertes de los últimos soldados de la Gran Guerra, todos ellos ya centenarios. Y todos, el último francés,el último italiano, el último inglés, coincidían en una cosa: la condena a una guerra estúpida, que consideraban un simple conflicto dinástico combinado con los intereses imperialistas de las grandes potencias, y un gran negocio para el capital.
Y con las bendiciones de las iglesias.
Díselo a los pobres mercaderes que sólo querían ganarse unas monedas y fueron expulsados por un fanático religioso que decía que venía a enfrentar a los padres con los hijos.
Por tanto, aunque toda guerra es un facaso del ser humano, la labor del ejército blanco estaba justificada y encaja dentro del concepto de guerra justa. Si eso aleja a los ateos, allá ellos.
Se suele decir en Internet que las probabilidades de que alguien acabe siendo comparado con Hitler en una discusión es directamente proporcional a la duración de dicha discusión.
Aunque en tu caso ya vemos que todo acaba siendo comparado con Hitler y los nazis. Lo mismo da las revueltas democráticas de Egipto, que la revolución rusa. Que cada cual saque sus conclusiones.
A ver, en 1918 nadie tenía una bola de cristal para adivinar lo que vendría más 20 años más tarde con las purgas de Stalin y demás.
Y si al final ganaron los rojos, a pesar de que los blancos contaban con apoyo internacional (¿sabías que los EEUU invadieron Siberia en 1919?) era porque el pueblo estaba harto de los zares.
Lo único que hacía el ejército blanco era tratar de devolver al trono a un tirano que gobernaba por designio divino, en una teocracia, y que tenía al pueblo sumido en la miseria y la ignorancia. Este semidios era puesto literalmente en un pedestal mientras sus tropas pasaban delante de él y los soldados-campesinos rompían la formación para besarle las botas, creyendo que daba buena suerte. Y después estos incautos iban a morir como ratas en las trincheras por unos intereses que a ellos ni les iban ni les venían. Se lanzaban como locos en asaltos con la bayoneta calada porque no tenían balas, mientras los popes les regalaban iconos que ellos creían que los hacían inmunes.
No se puede estar todo el día citando a Orwell y después pretender que nos creamos que algo bueno puede salir de la "patria" o el "honor". Sabemos gracias al bueno de Eric Arthur Blair que la guerra la hace siempre la clase dirigente contra sus subordinados para mantener el status quo. La guerra (en el exterior) es la paz (en el interior).
Pero claro, es menos complicado intelectualmente llamar nazi a todo lo que no te gusta y ya está, para qué te vas a gastar las neuronas.
Como en 1933 tampoco había que tener ningún arúspice a mano para adivinar qué se proponía Hitler.
El glorioso ejército blanco, heredero de las grandes tradiciones rusas, de haber triunfado, hubiera salvado a la Humanidad de las matanzas más atroces, del hambre más feroz (hambre inducida a designio en el Holomodor ucranio, que contó seis millones de muertos), del holocausto más despiado que existió en la historia. Y eso que los bolcheviques tenían buena competencia.
Pues pocas personas tienen el privilegio de derrotar en magnitud, calidad y extensión genocida a Adolfo Hitler.
Stalin lo logró. Stalin el Poderoso, como lo llamó Churchill.
Podemos jugar a las ucronías, a lo que los ingleses llaman "what if?", ¿qué hubiera pasado si..., si gana el ejército blanco?.
A lo mejor si gana el ejército blanco nunca se habría producido la inmensa industrialización de la URSS con los planes quinquenales, y Hitler hubiera conquistado fácilmente una Rusia campesina y llevado a cabo sus planes de aniquilación de los pueblos eslavos para darle a Alemania su "espacio vital" en el este.
Pero esto solo son juegos mentales.
En cualquier caso, lo que vengo a comentar es que sorprende que los cristianos parece que un día se levantan con un pie, y nos hablan de lo maravilloso que es el amor, y el perdón a los enemigos, y la paz, y poner la otra mejilla, y la superioridad moral de los cristianos etc. Y al día siguiente se levantan con el otro pie y empiezan a cantarnos las alabanzas de "gloriosos ejércitos", y nos cuentan las batallitas de los abuelos, y justifican guerras y masacres bastante discutibles desde el punto de vista ético.
Porque por muchas vueltas que le demos, la guerra entre los ejércitos rojo y blanco no fue más que la lucha entre dos tiranías. Con la salvedad de que una de ellas era cristiana y la otra atea. Y al final la dicha superioridad moral cristiana se queda en "los otros son aun peores".
Ganó la pandilla, acabó con los elementos más populares y simuló ser un Estado. Pero eran un grupo de gangsters.
Hitler solo consiguió el poder y sumar a masas de gente muy distintas porque apelaba al terror rojo: "cuidado con los comunistas, con Rusia".
De igual forma, en España, sin los precedentes de México y Rusia, no habría habido levantamiento militar ni un país dividido en 2 bandos.
La Alemania o la España de los años 30 habrían estado divididos en diversas facciones, unas mirando a una Italia de imperialismo y opereta, otros a las democracias occidentales, otros a las guerras intestinas de comunistas, socialistas y anarquistas... pero lo que llevó todo al paroxismo fue la existencia real de un cruelísimo y poderosísimo imperio llamado URSS.
Con una Rusia zarista no habría pasado nada de todo eso, Hitler no habría llegado al poder y nos habríamos ahorrado horrores sin cuento.
La democracia y la tecnología habrían llegado a Rusia por las vías normales del mercado y del ingenio humano.
A ver, en 1918 nadie tenía una bola de cristal para adivinar lo que vendría más 20 años más tarde con las purgas de Stalin y demás.
LF:
No les hacía falta. Les bastaba con saber lo que ya estaban haciendo los bolcheviques.
Se resistieron a ser aniquilados. Perdieron. Y les aniquilaron. O sea, lo mismo que habría pasado en España si la Guerra Civil la hubieran ganado los rojos.
El papa Benedicto XV, que reinó durante la Gran Guerra, enronqueció pidiendo y exigiendo la paz a los combatientes. Incluso hizo gestiones con el emperador Carlos que fueron rechazadas por Guillermo II y los masones franceses.
2309 Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a esta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:
— Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.
— Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.
— Que se reúnan las condiciones serias de éxito.
— Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición.
Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina llamada de la “guerra justa”.
La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están a cargo del bien común.
Espero que la peli esté bien. Yo también recomiendo Ostrov, un peliculón verdaderamente hermoso.
Mucho mejor que la versión de la novela Taras Bulba realizada por el ministerio de cultura ruso en 2006: una auténtica bazofia. No sólo técnicamente es penosa (salvo vestuario, maquillaje y poco más), sino que el mensaje que transmite es una fusión enloquecida y cuasi-paródica de lo cutre de etnia, cultura, religión y tierra "sagrada" en un odio visceral a todo lo "no-ruso", que debe ser lo que los nacionalistas rusos entienden por patriotismo. Si la novela refleja lo peor del romanticismo nacionalista ruso, la película aún lo empeora
La peli ni la estrenaron en Polonia, porque los pinta de bestias malvadas y crueles. En Ucrania ha caído como una patada, porque identifica Ucrania con Rusia (y la mitad de Ucrania tiene raíces polacas y lituanas), a los cosacos les ha jodido, porque los pinta como ladrones borrachos y los confunden con los rusos, cuando ellos tienen su propia identidad. Pone a parir e incita al odio a musulmanes y católicos. Es nauseabunda. No entiendo como se pueden rodar tales cosas actualmente.
Dado que el cine también es cultura, si alguien quiere conocer verdaderamente el alma rusa y la fe ortodoxa, mejor que lea "El peregrino ruso". Como vea la Taras Bulba de 2006 va acabar odiando Rusia.
Ya está bien. A ver cuando empezamos a juzgar a los gobernantes, a los poderosos y a tanto filósofo de cámara que no había matado una mosca en su vida pero que escribía panfletos incitando al odio a todo lo que no fueran sus ideas. Lo de echar la culpa a los curas de todas las guerras ya hiede.
Son las teorías políticas, las ideas, y las supuestas "naciones sagradas" las culpables de mover a los hombres a la guerra.
Véase la película que citaba antes, Taras Bulba, como arquetipo. La religión no es más que una excusa nacionalista para justificar el odio a todo el mundo.
Sí, claro.
Y Mubarak también era un demócrata legítimo que había ganado unas elecciones y tenía un grupo opositor en el parlamento.
El ejército blanco defendía todas las -cracias menos la democracia: teocracia, aristocracia, cleptocracia.
Jose Angel Antonio:
Lo dicho, son juegos mentales.
Aun si en Rusia no hubiera triunfado el comunismo, Alemania habría seguido teniendo el partido comunista más importante de Europa, habría sufrido el golpe de la crisis del 29, y hubieran seguido humillados por el tratado de Versalles.
Y si Hitler no hubiera aparecido, se habrían inventado a otro para lo mismo, frenar el socialismo y mantener los privilegios de los que mandaban.
Te recomiendo la lectura de "El pecado de los dioses. La alta sociedad y el nazismo" del francés Fabrice d´Almeida, sobre la connivencia de la burguesía y la aristocracia con el nazismo.
Luis Fernando:
¿Entonces en qué quedamos, hay que perdonar al enemigo, o matarlo , o perdonarlo mientras le matamos?
¿ponemos la otra mejilla, o devolvemos la torta, o damos la torta antes de que nos la den a nosotros?
Faramir:
Tienes razón, soy tonto, pro eso espero que alguien tan listo como tú me responda:
La Iglesia excomulga a una mujer que aborta porque mata a un inocente.
¿Por qué entonces en lugar de perder el tiempo quedándose roncos condenando la guerra, no excomulgan a los criminales que matan a millones de inocentes en guerras absurdas?
¿Por qué la iglesia nunca se mete con los poderosos?
Hombre, se te olvida que la religión tiene su impotancia en el nacionalismo.
yo por ejemplo no entiendo por qué a la guerra de los Balcanes la llamaban "guerra étnica", ¿acaso no eran todos, serbios, croatas y bosnios de la misma etnia; no significa Yugoslavia "los eslavos el sur"?
Las diferencias eran religiosas: ortodoxos, católicos y musulmanes, respectivamente.
Aunque por supuesto todos los popes, curas e imanes, se quedaron roncos pidiendo la paz...
Y dale con Hitler.
Ahora resulta que Hitler llegó al poder por culpa de los ateos.
Hitler fue nombrado dictador con el apoyo del Partido Conservador y el partido católico Zentrum.
Hitler firmó un concordato con la Iglesia en 1933, a pesar de que ya había declarado su odio a los judíos diez años antes en el "Mein Kampf", a pesar de que había disuelto los partidos y sindicatos y a pesar de que ya había abierto el primer campo de concentración: Dachau.
En el "Mein Kampf" escribió cosas como "cuando combato al judío hago el trabajo del Señor mi creador".
Fundó la Iglesia Nacional del Reich y puso a su frente al teólogo luterano Ludwig Müller, para sustituir a las iglesias católica y protestante, y que fundiera las doctrinas nacionalsocialista y cristiana, algo que no le parecía disparatado al obispo católico Alois Hudal, que escribió el libro "Los fundamentos del nacionalsocialismo" con ese fin.
Por cierto que Hudal ayudó a escapar a importantes nazis tras la IIGM con salvoconductos falsos gracias a que era el encargado del Vaticano de asistencia a los refugiados de guerra.
El nazismo era una amalgama de creencias paganas y cristianas, pero no era una doctrina atea.
También recomiendo Ostrov. Aquí la ponen en descarga directa:
http://ill-be-your-home.blogspot.com/2009/04/la-isla-ostrov-subespanol-ingles.html
Añado otras dos pelis potables:
La peli sueca "Arn el Templario", sobre las Cruzadas, que le da mil vueltas a "El Reino de los Cielos", lo cual tampoco es muy difícil. La peli incluye al principio una conducta del prota que a algunos les parece inmoral, pero personalmente creo que es una excelente peli, para lo que hay hoy acerca de las Cruzadas.
Y "Tsar", del mismo director de "Ostrov", aunque ésta no la he visto aún: http://www.youtube.com/watch?v=86VdfZ0MPyU&feature=player_embedded
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No hagáis caso a este gringo. Como no sabe la diferencia entre "hostis" e "inimicus" en cuanto a quién hay que ofrecer la otra mejilla, no comprende los términos del problema.
gringo es un fariseo ignorante y muy poco original, pues repite como un mono las burlas de los fariseos del Evangelio hacia Cristo.
Da gusto conversar con cristianos.
Lucas:
Hitler ganó las elecciones de marzo de 1933 con mayoría simple.
En el parlamento se votó la llamada "Ley de plenos poderes" que como su nombre indica daba poderes a Hitler para ser de facto un dictador, que podía gobernar al margen del parlamento y por encima de la constitución.
Dado que los nazis no tenían la mayoría suficiente para que se aprobara la ley (2/3 del parlamento) fueron necesarios los votos de los nacionalistas del DNVP y de los católicos del Zentrum. Los diputados comunistas no pudieron votar en contra porque su partido había sido prohibido por Hitler usando la excusa del incendio del Reichstag. Solo votaron en contra los miembros del Partido Socialdemócrata que aun no habían sido arrestados o asesinados.
A los pocos días de obtener plenos poderes Hitler prohibió el Partido Scialdemócrata y los sindicatos, eliminó los derechos fundamentales, empezó a abrir los primeros campos de concentración, etc.
Los partidos que lo habían apoyado optaron por autodisolverse para hacerle las cosas aun más fáciles.
Eso es lo que dice la Historia, yo no me lo invento.
“Yo liberé a Alemania de las estúpidas y degradantes falacias de la conciencia y la moralidad” `(Adolf Hitler, citado por Ravi Zacharias en ¿Puede el hombre vivir sin Dios?, Caribe/Betania Editores).
¿Entonces en qué quedamos, hay que perdonar al enemigo, o matarlo , o perdonarlo mientras le matamos?
¿ponemos la otra mejilla, o devolvemos la torta, o damos la torta antes de que nos la den a nosotros?
Pues mira, uno debe poner la mejilla propia. Pero no la de sus seres queridos. Es decir, si a mí me golpean la cara, no debo responder violentamente. Si golpean la cara de mi esposa o la de mi hijo pequeño, por supuesto que debo de defenderles.
Si soy gobernante y atacan mi país, no puedo dejar al ejército en los cuarteles. Mi deber es defender a los ciudadanos de mi patria.
Es muy fácil entenderlo, créeme.
¿Y si vives en un país donde el gobernante es un sátrapa que vive en la riqueza mientras tus hijos se mueren de hambre, tienes derecho a revelarte contra ese tirano?
Igual que el conflicto entre israelíes y palestinos, no es religioso, sino nacionalista.
Contemporáneamente, solo el combate de Al Qaida y grupos similares es religioso, por eso es transnacional. Y obviamente no tiene nada que ver con el cristianismo.
Las últimas guerras de religión en Europa tuvieron lugar en el siglo XVII. Basta ya de echar culpas al muñeco de paja, y un poco de crítica hacia todo el daño que han hecho las ideologías y las teorías políticas que propugnaban el paraíso terrenal, tan bonitas sobre el papel, tan horribles en la realidad.
El enemigo no es Francia o Alemania, el enemigo no es el zarista o el bolchevique, el enemigo no es el cristiano o el ateo. El enemigo es el odio. Donde se pueda ver a alguien predicando el odio a un ser humano (sea por su raza, por su lugar de nacimiento, por sus ideas, por su fe, por lo que sea), allí está el Enemigo actuando.
Muy bien Sr. Amorós, bravo, estoy totalmente de acuerdo con su frase. Ahora sólo falta que además de decirlo, lo apliquen ustedes a su vida. Cuando en esta web, por ejemplo, se pueda debatir con ustedes sin que censuren los mensajes, no por ofensivos, sino por incomodos o por que temen responder y ponerse en evidencia, o cuando se pueda debatir con ustedes sin que algún creyente pierda los papeles en cuanto se siente arrinconado y se lance a los insultos y ataques personales, igual me empiezo a creer que su frase es algo más que solamente eso, una frase.
Vale, el nacionalismo es muy malo.
Y la religión no ha tenido nada que ver en los conflictos nacionalistas de los Balcanes, Irlanda, Palestina, la partición de la India, Chechenia, etc.
Mire Luis, aunque no quiera admitirlo, siempre aparece al lado de un político un cura, pastor, pope, rabino, imán, brahman, o lo que sea intentando sacar tajada.
Si bien curioso ver como estos militares de alto rango poseian una fe tan grande y una principios morales y una educacion igual
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