El mapa del tesoro
Desde pequeño, me han fascinado los mapas. Si uno lo piensa un poco o, mejor, lo mira con los ojos llenos de admiración de un niño, resulta emocionante que montañas altísimas, profundos ríos y ciudades y aldeas llenas de gente se introduzcan, como por arte de magia, en un pequeño mapa que se puede doblar y meter en el bolsillo. Por no hablar de que todo mapa está pidiendo una buena X que marque la situación de un tesoro escondido y unos cuantos monstruos en las zonas desconocidas e inexploradas.
Traigo hoy al blog un mapa lleno de X. Es el mapa de los grupos de anglicanos que ya han manifestado su deseo de pertenecer a la Iglesia Católica en los nuevos ordinariatos anglocatólicos de Estados Unidos y Canadá. Cada uno de ellos es un tesoro para la Iglesia. Y un tesoro desconocido hasta ahora para nosotros, que el Papa Benedicto XVI se ha molestado en buscar y en excavar.
No está mal, ¿verdad? Y, como en todos los mapas, hay que tener en cuenta que cada punto tiene detrás un grupo de obispos, presbíteros, diáconos, religiosos o seglares provenientes del anglicanismo, cada uno de ellos con sus historias y a cada uno de los cuales Dios les ha tocado de alguna manera el corazón, suscitando en ellos el deseo de volver a su Madre la Iglesia.
No vamos a detenernos mucho en los monstruos, pero haberlos haylos, como en todo buen mapa que se precie: el gran dragón de la Reforma Protestante, la hidra de innumerables cabezas llamada Relativismo, el Leviatán del Nacionalismo (que en algunas zonas llaman Americanismo y en otras Iglesia Establecida), la serpiente marina conocida como Inclusivismo y el repugnante gusano gigante de las profundidades denominado Libertinajesexual o Ideologiadegénero.
A continuación y para que se vea que no hay trampa ni cartón, incluyo una lista de todas esas parroquias y grupos que, hasta el momento, han anunciado que formarán parte de los ordinariatos norteamericanos. 14 corresponden al Uso Anglicano, es decir, son parroquias o grupos de antiguos episcopalianos que se hicieron católicos durante el pontificado de Juan Pablo II y que, en Estados Unidos, tuvieron la posibilidad de mantener algunas tradiciones litúrgicas anglicanas. 40 son parroquias de la Traditional Anglican Communion (TAC), es decir, el grupo anglocatólico que se separó hace años de la Comunión Anglicana y que formaba una confesión aparte. Finalmente, hay dos parroquias de la Iglesia Episcopal (los anglicanos en Estados Unidos) y una de la Iglesia Anglicana de Canadá. Un total de 57 grupos por ahora. ¡Y eso sólo en Estados Unidos y Canadá! A esa cifra hay que sumar los numerosos grupos australianos, ingleses y escoceses, más algunos grupos africanos y asiáticos.
St. George Parish
Traditional Anglican Communion
St. Augustine of Canterbury Society
Uso Anglicano
Our Lady of Hope Society
Uso Anglicano
Our Lady of the Atonement Catholic Church
Uso Anglicano
Our Lady of Walsingham Catholic Church
Uso Anglicano
St. Mary the Virgin Catholic Church
Uso Anglicano
The Congregation of St. Athanasius
Uso Anglicano
St. Thomas More Society
Uso Anglicano
All Saints Sisters of the Poor
Uso Anglicano
St. Paul’s Anglican Use
Uso Anglicano
St. Anselm of Canterbury Catholic Mission
Uso Anglicano
California AU Catholic Laity
Uso Anglicano
Holy Cross Church
Traditional Anglican Communion
Cathedral of the Incarnation
Traditional Anglican Communion
Mt. Calvary Church
Iglesia Episcopal
Our Lady of Martyrs
Uso Anglicano
Church of the Holy Nativity
Traditional Anglican Communion
St Columba’s Church
Iglesia Misionera Episcopal
Anglican Use Society of Washington, DC
Uso Anglicano
Christ Church of the Resurrection
Traditional Anglican Communion
Anglican Use Catholics at St. Bede’s
Uso Anglicano
Our Lady of Good Counsel
Traditional Anglican Communion
Saint Barnabas Parish
Traditional Anglican Communion
Our Lady of Seven Sorrows Priory
Traditional Anglican Communion
St Aidan’s Church
Traditional Anglican Communion
Christ Our Saviour Church
Traditional Anglican Communion
St. Mary of the Angels
Traditional Anglican Communion
The Cathedral of the Annunciation of the Blessed Virgin Mary
Traditional Anglican Communion
St. John the Evangelist
Iglesia Anglicana de Canadá
Holy Cross
Traditional Anglican Communion
All Saints
Traditional Anglican Communion
Cathedral Church of Saint John the Evangelist
Traditional Anglican Communion
Good Shepherd
Traditional Anglican Communion
St. Barnabas
Traditional Anglican Communion
St. Athanasius
Traditional Anglican Communion
St. Thomas More
Traditional Anglican Communion
Christ the King
Traditional Anglican Communion
St. Barnabas Apostle and Martyr
Traditional Anglican Communion
Holy Nativity
Traditional Anglican Communion
St. Francis Mission
Traditional Anglican Communion
Saint Aidan
Traditional Anglican Communion
St. George’s-by-the-Sea
Traditional Anglican Communion
St. Stephen, Protomartyr
Traditional Anglican Communion
St. Michael and All Angels
Traditional Anglican Communion
St Augustine of Canterbury
Traditional Anglican Communion
Chapel of the Annunciation
Traditional Anglican Communion
Chapel of Our Lady of the Sign
Traditional Anglican Communion
St. Michael’s Parish
Traditional Anglican Communion
Church of Saint Patrick
Traditional Anglican Communion
Chapel of Our Lady & St. Martin
Traditional Anglican Communion
St. Michael and All Angels
Traditional Anglican Communion
Christ Church Mission
Traditional Anglican Communion
Holy Trinity
Traditional Anglican Communion
Our Lady and St. Michael
Traditional Anglican Communion
Holy Redeemer Mission
Traditional Anglican Communion
Christ the King
Traditional Anglican Communion
St. Edmund, King and Martyr
Traditional Anglican Communion
43 comentarios
Me agrada que hayas mencionado a los religiosos/as anglicanos,pues hay muchas SVA,y,también monjas de clausura,entre ellas carmelitas, pues bien, te sugiero que, cuando puedas prepararas un post sobre el asunto, a mi me parece muy interesante.
Los carismas creo que son lo contrario de los mónstruos ¿verdad?
Oremos
justamente, como no tengo ningún detector de carismas, me limito a constatarlos cuando inequívocamente estàn. La conversión a la Iglesia Catòlica me parece que es indiscutiblemente obra del Espíritu Santo. Lo demás, incluida la reciente metamorfosis de una Orden tradicional a Instituto Neocon que hoy anuncia Infocatolica, pues con mucho agnosticismo, como corresponde. Que hay algunos que tienen vocación de marketineros del Espíritu Santo.
Todo suma a la unidad. Se puede tener el carisma de clarisa y no tenerlo, aunque los dones de Dios sean irrevocables como decía un profesor integrista que tenía en el Seminario; ser neocon y progre; afirmar que cierta práctica viola el derecho canónico y ejercerla diciendo que es canónica. Decir que la libertad religiosa es un derecho natural y negarlo. Abominar del islamismo y besar el Corán.Al mismo tiempo. Todo suma, eso es lo importante.
Lo desarrollo en mi trabajo "Ser y No ser es Lo Mismo: hacia una Pastoral de la Contradicción", Editorial Zenón Eleata, Atenas, 1982
No se puede repicar y estar en la procesión. Si el carisma es una gracia irrevocable, pues lo es, y basta de tejemanejes, "reestructuraciones" del carisma, "transmutaciones" y demás. Y si no es tal gracia, pues entonces basta de usarlo como instrumento legitimador de las iniciativas personales. O una cosa o la otra. Salvo para Higinio, el principio de no contradicción sigue rigiendo.
En cuanto a la vieja excepción, claro que se refiere a la vocación personal. No conozco ordenes que se hayan transmutado, en bloque, en otra organización. Sì reformas. Esto es nuevo, bien neocon.
Lo que habría que averiguar -yo no tengo manera de saberlo- es si en las clarisas resulta posible el establecimiento de conventos de reforma. Porque después del Vaticano II, las modificaciones al derecho particular de las ordenes tradicionales, han hecho imposible las reformas, en la mayoría de las instituciones. Y así ocurre que los religiosos más observantes no pueden agruparse en casas con otros que sean afines, se ven obligados a mantenerse en medio de un contexto que les resulta hostil o indiferente, hasta que les llega la muerte.
Seguramente conoces el caso de una orden benemérita en la que hoy es inviable siquiera ensayar conventos reforma. Orden en la que quedan pocas casas en el mundo, en las que se viven aspectos centrales del espíritu que le es propio. La mayoría de esos religiosos ha optado por vivir como el clero secular; por eso han derribado conventos y los han convertido en mono-ambientes.
Algo parecido sucedió con el intento -frustrado por el Magno- de crear una provincia ignaciana en la Compañía de Jesús. El pretexto fue salvaguardar la unidad -¿qué unidad?- de la institución.
Saludos.
En cualquier momento le explico a mi mujer que mi compromiso es con el matrimonio, no con ella. Que da lo mismo que se llame Clara o se llame Teresa. Que los votos se pronuncian ante Cristo, no ante el cònyuge.
No salgo de mi asombro. Todo es posible en el universo neocon. Que un bufón de siete leguas haya fundado una organización y que se siga buscando el "carisma" con la teorìa del "instrumento fallido" por un lado, y que por el otro se deseche el carisma de la consorte mística de San Francisco de Asís para buscar otro "carisma", en un convento con decenas de monjas que han profesado solemnemente cumplir con la venerable Regla.
Saludos.
Temo que te has pasado al campo de Higinio y al desprecio de la lógica. Si tradicionalmente ha sido posible el paso a órdenes más estrictas, eso significa que los carismas no son irrevocables en el sentido que tú usabas y que tu analogía con el matrimonio no es correcta (porque, siguiendo tu analogía, la excepción tradicional sería como dejar a la mujer, pero sólo para casarse con una más santa, por ejemplo). Y si no es correcta, tampoco la puedes usar contra las posturas que no te gustan. A no ser que te pases al bando de "una lógica para mí y otra para mis enemigos", como Higinio.
Por otra parte, hay un segundo problema en tu argumentación, esta vez con las premisas. Dices: "No conozco ordenes que se hayan transmutado, en bloque, en otra organización". Al margen de que probablemente sí que las ha habido, aquí no sucede nada de eso. Es un monasterio que pasa a una congregación distinta. Y de eso ha habido muchos casos en la Historia.
Lo que sí habría que decir, como tú señalas, es que estas cosas son muy arriesgadas. La segunda orden franciscana es algo establecido en la Iglesia, con siglos y siglos de discernimiento eclesial a sus espaldas y una legión de santas. En cambio, una realidad nueva puede ser algo bueno, impulsado por el Espíritu Santo, pero también puede ser una locura o vanidad de los interesados. Y, en cualquier caso, necesitará sin duda un duro proceso de discernimiento para ir separando el grano de la paja. Eso hay que tenerlo en cuenta (sobre todo las interesadas y las autoridades eclesiales correspondientes).
Como me dijo un apreciado fraile: con las nuevas constituciones, un convento de reforma sería fulminado en no más de un año. ¿Si seguimos así nos extinguimos? A extinguirse, porque sólo importa que seamos todos iguales.
Saludos.
No, Bruno. Es un monasterio que se transmuta en una organización nueva, con un "carisma" distinto. No conozco casos en la Historia. En cuanto al último pàrrafo de tu comentario, completamente de acuerdo.
Y la analogía con el matrimonio, la hago porque no es indiferente con qué regla profesa el religioso, es como un matrimonio, se profesa una regla específica, una "religión" particular que sólo como gran excepción admite un mayor rigor. Lo irónico es que los grandes absolutistas neocones, que "usan" la especificidad del carisma hasta para amedrentar a los miembros con la condenación si se salen de la organización y no trepidan en llamar a la organización Voluntad de Dios, Obra de Cristo o Brazo del Espíritu, cuando les toca relativizar un carisma lo hacen sin asco. Es repugnante.
Lo problemático resulta cuando se pasa de un modo de vida estricto y observante a otro que aparece, al menos, muy diferente del modo inicial. ¿Qué pasaría si un convento de cartujos decidiera dedicarse a la vida activa en los medios de comunicación? Sería raro, y muy alejado del espíritu de san Bruno.
Llamativamente, cuando lo que se quiere es una reforma, que regrese a las fuentes; una mejor observancia; el retorno a la regla primitiva; las dificultades eclesiásticas se incrementan.
Saludos.
No; la analogía sería dejar a la mujer para entrar en una vida contemplativa. Mi lógica todavía resiste, gracias a Dios
http://caminante-wanderer.blogspot.com/2009/08/el-fundador.html
Tienen un movimiento fundado por un degenerado y lo quieren preservar.
Y tienen una Orden fundada por una Santa y la quieren dejar.
Mi admiración por mí sería inmodestia si no la trasladara inmediatamente a la fuente de mi propio ser: el Hombre. El Hombre en su Desnudez Antrópica.
"¿Qué pasaría si un convento de cartujos decidiera dedicarse a la vida activa en los medios de comunicación? Sería raro, y muy alejado del espíritu de san Bruno".
Bueno, si dejaran de ser cartujos y crearan otra congregación, con los permisos preceptivos, no pasaría nada. Lo sentiría personalmente por mi cariño a la orden cartujana y rezaría por ellos para que no se equivocasen, pero eso es todo. Seguro que lo han hecho unos cuantos cartujos individuales, así que un convento entero que sea autónomo no presenta dificultad especial.
"Llamativamente, cuando lo que se quiere es una reforma, que regrese a las fuentes; una mejor observancia; el retorno a la regla primitiva; las dificultades eclesiásticas se incrementan".
Entiendo que, en ese sentido, el problema proviene sobre todo de los otros religiosos que continúan y que presentan una gran resistencia a cualquier reforma. Eso siempre ha sucedido: si no recuerdo mal, San Juan de la Cruz estuvo prisionero mucho tiempo y trataron de envenenarle alguna que otra vez.
¿Quizá en esos casos las autoridades de la Iglesia deberían proteger a los "pequeños" que se rebelan contra la relajación de los demás? Tiendo a pensar que sí, pero la cuestión supera mis conocimientos y, además, debería decidirse caso por caso.
Saludos.
Por lo menos no habría peligro de sectarismo. ¿O sí?
Saludos
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"¿Estamos siendo testigos de una renovación de la vida conventual como la que enriqueció a la Iglesia en otras épocas? No sé qué decir, no soy profeta ni tengo la gracia extraordinaria del discernimiento de espíritus. Pero sé que las reformas más ricas y fructíferas se han hecho dentro de las órdenes o han surgido como algo nuevo desde el principio. Empezar clarisa y derivar y transmutarse en una novedad, no es frecuente.
Aunque hay casos, porque la Iglesia, con tanta historia, tiene un muestrario muy variado, con numerosas excepciones y hasta rarezas. Sin ir más lejos, aquí mismo, en España, recuerdo la historia, relativamente reciente, de las Mercedarias de Berriz, que pasaron de ser monjas de clausura a ser misioneras (hoy, las que quedan, son unas señoras mayores, bien arregladas, sin hábito, con ese look de monja-laica tan des-identificativo).
La historia admirable de Madre Teresa de Calcuta también empezó siendo algo que cambió después. Pero esa es otra historia, tan distinta de esta de Lerma, pienso.
Por otra parte, tengo la impresión de que esta metamorfosis de Lerma es un capítulo más de eso que yo llamo "juanpablismo" (neologismo que uso sin ánimo de descalificar, sólo con intención de describir o categorizar).
¿El futuro de las ex-clarisas de Lerma? ¡Dios dirá!
Pero ayer, cuando dieron la noticia y leí que decían que "...uno de los principales elementos de su carisma será la evangelización de los jóvenes", al punto yo me preguntaba que cómo sería eso, si la juventud que ahora brilla en Lerma será dentro de nada madurez cuarentona y, poco más tarde, edad provecta e irrefrenable senectud. ¿Qué ilusión anima ese proyecto evangelizador-juvenil?
http://religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=12663
La misma mentira desde el Vaticano II: creer en los jóvenes y en las cosas nuevas. Esta gente no lee el Eclesiastés. Los jóvenes de hoy serán los viejos del mañana.
Sólo la tradición es joven. La actualidad es ya vieja.
Que maníatico y pesado eres con los carismas Luis. Todavía está pendiente que nos muestres la "teoría" de los carismas sobre los fundadores a la que tanto aludes.
Yo creo que no existe tal cosa, pero como insistes en el tema te lo solicito de nuevo, porque todo apunta a que tu mismo te has creado un muñeco de paja al que darle lanzazos cual molino de viento.
P.d: Si te cuesta mucho encontrar algo al respecto y lo pides humildemente, te explicaré qué significa y cómo funciona lo que contiene ese término de "carismas fundacionales", a ver si te enteras por fin de qué se está hablando.
I. Quid sit charisma?
II. Est terminus univocus, aequivocus, analogus?
Omnia prospera tibi.
Respétate y dilata tu aparición.
III. Charisma fundatoris realiter distinguitur a "charisma" fundationis?
Omnia prospera tibi.
Señoras que no le han presentado.
"La misma mentira desde el Vaticano II: creer en los jóvenes"
¿San Juan Bosco y tantos otros eran anteriores o posteriores al Vaticano II? ¿Eran efebólatras?
Si no se evangeliza a los jóvenes de hoy no habrá futuro en la Iglesia y además estaremos dejando que se produzcan muchos sufrimientos...
Que no te guste como lo hacen en Lerma me parece bien, pero creo que exageras... la Iglesia ha aprobado a esta congregación, veremos lo que pasa, seamos prudentes.
Un abrazo
En cuanto a qué conozco de las ex clarisas, pues poco. Vi el video de Cantalamessa. Me surgen muchas reflexiones.
Y no creo que a Usted, Sonnel, le corresponda decir hasta cuándo se me "tolerará" nada. Limítese a su pobre función de comentarista, a ver si se le cae una idea.
Saludos.
Ahora que están desapareciendo los últimos testigos vivos de la tradición en sus órdenes respectivas, están empezando a surgir algunos fenómenos de vuelta, por ejemplo, los trapenses de Mariawald, en Alemania, o los dominicos de Oxford, pero que son susceptibles de ser eliminadas de un plumazo por cualquier jerarca modernista.
Para la Orden jerónima, sin embargo, la situación es tan crítica que no es posible encarecer suficientemente la necesidad de emprender cuanto antes un intento de recuperación basado en las Constituciones y liturgia tradicionales.
Eso sí, si están esperando a que los responsables eclesiásticos actuales les den palmaditas en la espalda para empezar, pueden esperar sentados. No son pocos los que me han expresado que para ellos, los religiosos son un estorbo, en el mejor de los casos un lujo, la mayor parte de las veces, una redundancia más o menos inútil.
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