Unidades pastorales y otros adefesios lingüísticos
Acabo de leer que en la diócesis de San Sebastián se ha creado una nueva unidad pastoral. Es decir, una especie de agrupación de parroquias, capillas y casas religiosas cuya dirección se ha encargado a algunos laicos comprometidos. No voy a hablar del hecho en sí, porque no conozco los detalles del mismo. Me voy a limitar a subrayar el horrible nombre del engendro: unidad pastoral.
Sería difícil haber elegido un nombre más feo que el de “unidad pastoral”, con sus resonancias burocráticas. Y, lo que es aún peor, de burocracia eclesial. No me cabe duda de que la fealdad de las palabras que utilizamos para hablar de la Iglesia y de sus asuntos reflejan una forma prosaica, materialista y mundana de entender la Iglesia que, por desgracia, se ha hecho muy común en nuestra época y nos afecta a todos. Proliferan los coordinadores, consejos, directores, asesores, áreas, grupos, unidades y demás zarandajas empresariales.
Es cierto que, en un intento de mejorar lo de la “unidad”, se le ha añadido la palabra “pastoral”, que, siendo en sí preciosa, se ha desnaturalizado por el abuso común, convirtiéndose en el perejil de todas las salsas eclesiásticas. No parece muy apropiado el adjetivo para este invento, que está dirigido por laicos, los cuales, por definición, no pueden ser pastores. En cualquier caso, no deja de ser curioso que, cuantas menos ovejas hay, más “pastoral” es todo.
Otros nombres, en cambio, muestran que quienquiera que los idease tenía los ojos puestos en el cielo. Quizá el mejor ejemplo sea la antiquísima palabra “parroquia”. Parroquia viene del griego paroikeo, que en la Biblia griega significa ser extranjero, peregrino. Una parroquia es una parte del pueblo de Dios que peregrina en esta tierra, de camino a la Jerusalén celeste. Es un lugar de reunión de extranjeros, que hablan a todas horas de su verdadera patria del cielo. Cada vez que hablamos de una parroquia, resuena en nuestros oídos la voz del salmista, cambiando nuestra forma de entender la vida: “Peregrino soy sobre la tierra”. Es lo que somos, peregrinos. Y cualquiera que haya peregrinado sabe que sobran los pesos, que uno sólo lleva consigo lo imprescindible, porque lo demás nos ata y nos impide caminar. Por eso, las parroquias reciben a menudo el nombre de un santo, de un peregrino que nos precedió por el camino, sufriendo como nosotros sus penalidades, pero que ya ha llegado a su destino y allí nos espera.
Al margen de este caso concreto, yo diría que estas cosas indican que nos hemos dejado engañar por la mentalidad mercantil del mundo, que busca ante todo producir y resultados prácticos. Los católicos de hoy necesitamos más contemplación. Deberíamos mirar frecuentemente hacia el cielo, empaparnos de la belleza de la Escritura, especialmente de los salmos, leer a los Padres de la Iglesia y a los santos y cuidar muchísimo más nuestra liturgia. De otro modo, seremos peregrinos que han olvidado que lo son y han preferido instalarse en el camino, perdiendo de vista su verdadera patria.
43 comentarios
Pues eso.
Algo de yuyu sí que me da el nombrecito.
Yo me imagino con ese nombre a un grupo de sacerdotes de "élite" que tienen como misión meter en el redíl a cualquier oveja con intención o pensamiento de abandonarlo.
Quedaría mejor " Unidad de Intervención Pastoral " y las sotanas mimetizadas.
Un saludo.
Como en el cuento de Leon Bloy, "Los conjurados de Longjumeau", en que unos burgueses no pueden salir de su casa ni de su pueblo porque todo conspira para que se queden atascados, o como en "El Castillo" de Kafka, donde su protagonista no logra avanzar en su objetivo ni subir el primer peldaño de su supuesto destino, estas vastas estructuras eclesiológicas estàn clausurados sobre sí mismas, sin salir a evangelizar.
Un religioso me contaba parte de su actividad, consistente en acudir a innumerables "Jornadas", "Encuentros de Reflexión", "Talleres", en los que se debatía "la inserción eclesial de la Congregación en la Iglesia", "cuál es el sentido del mensaje del Fundador en relación con el diálogo con el mundo moderno", "cómo se articula la relación entre los miembros de la congregación entre sí, y se desenvuelve la dinámica eclesial interna"...
me parece acertada tu interpretación en este artículo: la multiplicidad de organismos terrenos de la Iglesia parece ser inversamente proporcional a la importancia que le damos los cristianos a la Iglesia celestial, que es la única que verdaderamente debería preocuparnos.
Estoy persuadido de que la pérdida de la fe en la sociedad y en la propia Iglesia está relacionada con la ausencia de mensaje trascendente en la catequesis de hoy en día. Bueno es recordar que "lo que hagáis a cada uno de estos pequeños a mí me lo hacéis", pero no a costa de olvidar que hemos de "buscar el reino de Dios y todo lo demás se nos dará por añadidura".
Clara:
"son una nueva estructura más que añadir a la burocratizada diócesis y que pretende crear una figura intermedia entre el obipo y las parroquias."
Hola, yo creía que para eso estaban los arciprestazgos (de los cuales 11 de 14 han escrito la carta de marras contra su propio obispo- inspector, como dice luis).
El modelo de pastoral eclesial tendría que cambiar para que cambie el vocabulario.
Será eso hacia lo que nos impulsará la reforma de la reforma? Espero que si.
" Los católicos de hoy necesitamos más contemplación. Deberíamos mirar frecuentemente hacia el cielo, empaparnos de la belleza de la Escritura, especialmente de los salmos, leer a los Padres de la Iglesia y a los santos y cuidar muchísimo más nuestra liturgia. "
Sí, señor, justamente eso.
OJALA PRONTO PAREMOS ESTAS "unidades o consejos" Y VOLVAMOS A LA FIGURA DE LA PARROQUIA COMO CENTRO DE TODA LA ACTIVIDAD PARROQUIAL, VIVIDA DE MANERA PRINCIPAL EN EL SANTO SACRIFICIO DEL ALTAR...
VEN SEÑOR JESUS!!!
Muy agudo el comentario. Creamos estructuras y más estructuras sin parar. Cuanto menos fieles, más estructuras. Como si eso, de alguna forma, ocultase la triste realidad.
Me has defraudado un poco. He estado a punto de poner en el artículo tu famosa frase, "Es la liturgia, estúpido", pero luego pensé que ya la dirías tú en los comentarios... y nada.
Aqui, en Galicia, hay una unidad territorial llamada así, parroquia. Por ejemplo, tal ayuntamiento, tiene tantas parroquias ( es un caso especial en el que el nombre eclesiástico se aplica al civil).
De acuerdo con Castellano, habría que rezar más para que hubiese más curas, más niños y más parroquias llenas y no un pobre cura viejecillo corriendo todo el día para atender una multitud de parroquianos dispersos y envejecidos.
En Galicia, incluso ya hay curas africanos ayudando a los nacionales. !Galicia, tierra de misión! SI el Apóstol levantara la cabeza...
Hablando con mi párroco el me contaba que entre los "fijos" y los que llegan día si día no bien serán unos 35 mil los parroquianos activos. Así que si no hubieran "comités" no se como haría el padre para que "funcionara" todo.
Ahora bien, un amigo me contaba que en USA por ejemplo, la gente de los diferentes movimientos era reacia a meterse a comités, consejos y cosas de esas, porque prácticamente te convertías en un empleado de la parroquia (con un pago mínimo y todo) y de allí te absorbía tanto que, irónicamente, ya ni a eucaristía vas.
No se si es de lo mismo que hablamos o me fui por el "camino real" ;)
Precisamente lo que está anticuado y fuera de uso en las empresas, en las que se lleva la Gestión por Procesos, y no por Departamentos.
Eso que mencionas es propio de Organismos Públicos, no privados donde ni siquiera la O. Matricial está vigente,y,donde tantas estructuras intermedias hacen que una empresa sea insostenible, no hay cómo pagar tantos sueldos improductivos.
Documéntese bloguero :-)
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Jajaja Bruno, es que se la puse hoy a Luis Fernando en el post y tenía pudor de repetirla...
Bueno, a pedido del blogger,
"ES LA LITURGIA ESTUPIDO"
Pero en Guipúzcoa, donde, como no frenes a tiempo en el semáforo, te pasas al pueblo de al lado, incluso a la provincia de al lado, no le veo el sentido.
No obstante la tesis de fondo de Bruno, es el rechazo del invento por mercantilista, "empresarialista":no Bruno las empresas no funcionan con esa maraña estructural.
Me he reído muy a gusto con las "unidades pastorales" (de la muerte) vestidas de camuflaje, al estilo de los antiguos circunceliones donatistas.
Aquí hay más palabras horripilantes: agentes pastorales, comunidades eclesiales de base (una vez escuché a un tipo diciendo en un congreso: "¡Avisen a sus bases para que mañana acudan a la peregrinación..."), pastoral (como sinónimo de "plan apostólico"), convivencia, intercomunicación (el significado es lindo; la palabra, alambicada).
Buena precisión. Las empresas modernas no funcionan con esa maraña estructural. Igual que, en educación, siempre imitamos las reformas extranjeras de hace trenta años que todos han abandonado ya, parece que en nuestra burocracia eclesial tendemos a imitar también a lo que hacían las empresas hace tres décadas (o hace la administración ahora, que es decir lo mismo)...
Y lo peor es que acabo de caer en la cuenta, que el pueblo segoviano en el que estoy, forma parte de... una unidad pastoral, tiene hasta página web
http://www.upacantalejo.com/
Asi que a buen entendedor,eso es lo pasa con esto.
Eso es lo que quiero decir, que las palabras (que en sí no tienen mayor importancia) son signo de algo más profundo y mucho más importante. Y debemos ser conscientes de ello.
Saludos.
Las veces que he visitado Galicia, me ha encantado escuchar ese nombre de parroquias que allí usáis también civilmente.
Sobre lo del Apóstol Santiago, yo creo que no se extrañaría mucho. Cuando él estuvo en España, todo era tierra de misión y eso no le desalentó. Al contrario, él y sus compañeros, prácticamente solos, se fueron a evangelizar el mundo entero. Lo mismo deberíamos hacer nosotros. Con una docena de santos se puede reevangelizar Europa y el mundo.
Saludos.
Gracias por el comentario. No tengo nada, por supuesto, contra agrupar parroquias cuando (tristemente) sea necesario.
Se me ocurre que quizás podríamos aprender mucho en este sentido de ÁFrica, donde lo habitual es que una parroquia incluya varias decenas de aldeas que, en muchos casos, sólo pueden alcanzarse a pie. Hace poco, hablaba con un sacerdote amigo mío del Congo cuya parroquia era así. Parece ser que los catequistas laicos hacen un trabajo estupendo, pero sin usurpar las funciones del sacerdote, sino al contrario, subrayando su importancia.
En realidad, lo que me preocupa es nuestra manía por las estructuras (y el lenguaje que usamos es una muestra de esa manía). Temo que esas estructuras, en lugar de ser algo secundario y meramente práctico, sin mayores pretensiones, se conviertan de hecho en el objetivo de nuestra actuación. Parece que una buena diócesis o una buena parroquia es aquella en la que hay muchas reuniones y muchos cargos, donde todo el mundo está muy atareado y se producen ingentes cantidades de papeleo y documentos que nadie lee.
Creo que deberíamos hacer más bien como los apóstoles: por un lado, ser humanamente mucho más modestos, usando estructuras y herramientas pero sin preocuparnos mucho por ellas, sin darles importancia, y por otro lado, ser divinamente mucho más ambiciosos, marchando como los apóstoles a evangelizar el mundo entero, yendo por las calles, peregrinando por las carreteras sin bolsa ni dinero, seguros de que hemos encontrado el tesoro escondido que todos buscan.
Saludos, bienvenido al blog y muchas gracias por dar la vida, como sacerdote, "para que tengamos vida".
Bruno:
Como puedes ver en el enlace (no te pido que leas el plúmbeo estudio sociológico-estadístico), en Asturias se les llama "uniaddes parroquiales" en vez de "pastorales". [He de reconocer que el nombre completo es más horrible aún que el sintagma que criticas: Unidades Parroquiales de Acción Pastorial = UPAPs].
Pero no son como lo que describes en el post. Son agrupamientos de parroquias que en unos casos están al cargo de un sacerdote, y en otros al cargo de dos o más. Pero realmente la idea no acaba de cuajar, por individualismos y dificultades múltiples. En mi Unidad Parroquial, que sí funciona como tal, los que presiden, dirigen y coordinan son los sacerdotes, no son laicos. Hay, lógicamente, consejo pastoral, pero los laicos "aconsejan" y los presbíteros disciernen.
En zonas rurales dispersas, con poca población, escaso y envejecido clero, va a ser inevitable tanto la creación de agrupaciones de varias parroquias, como la celebración de la Palabra de Dios en ausencia Y A LA ESPERA del sacerdote.
Seguiremos hablando, porque ahora me tengo que ir.
Saludos.
Unidad Pastoral ya lo había oído, de hecho yo estoy dentro del territorio de una unidad pastoral, hasta ahora que leo tu artículo conozco cosas nuevas de lo que es unidad pastoral.
La Arquidiócesis en la que vivo (para estar más ubicados, la de Barranquilla Colombia) se subdivide en Vicarías y Decanatos (me imagino que así es en todos lados) cada vicaría esta presidida por un Vicario y cada Decanato por un Decano, en cualquier caso siempre son sacerdotes, los decanatos se subdividen en unidades pastorales, y quien las preside, es el mismo párroco del territorio que ella ocupe, mi parroquia se llama Santa María Magdalena y la unidad pastoral igual y el que las preside es un sacerdote ambas ocupan un mismo territorio (es decir en algunos casos unidad pastoral y parroquia son lo mismo pero con dos nombres), nunca un laico la dirige, eso sí el consejo pastoral y toda la cosa si se vé, todos laicos y muchos "consejos" y "pastorales" y "nucleos y sectores pastorales" por do quier
Las unidades pastorales en raros casos si agrupan varias parroquias, pero quien las preside siempre es un sacerdote o bien, el Decano de ese territorio.
Mucha gracias por enseñarnos sobre lo que es la Parroquia y su significado, y hacernos ver que por este mundo vamos de paso como los peregrinos.
Qué barbaridad.
No había otra cosa que imitar que a los inventos de los burócratas.
Agrupación parroquial ¿territorial?
¿Asiste tú a la tuya "territorial?
Je, je. La parroquia o incluso la diócesis son territoriales en sentido amplio. Como ya sabes, existen parroquias personales, prelaturas personales, territorios en los que se solapan diócesis de ritos diferentes, etc. En lo que a nosotros nos atañe, sobre todo hay que tener en cuenta que las primeras parroquias eran pueblos, es decir, zonas territoriales perfectamente definidas. En cambio, cuanto más crecen las ciudades, la territorialidad de las parroquias está menos definida. Cuando yo era pequeño, teníamos tres o cuatro iglesias más cerca de nuestra casa que nuestra parroquia teórica y, como es lógico, íbamos habitualmente a las cercanas.
Actualmente, yo voy habitualmente a la parroquia donde está mi comunidad neocatecumenal, aunque, después de mudarme, la tengo más lejos. De vez en cuando voy a Misa a mi parroquia territorial, si bien, como conté en el blog hace tiempo, hay poderosas razones por las que resulta más bien desaconsejable, así que, a menudo, voy a otras iglesias cercanas.
En las ciudades actuales, la territorialidad de la parroquia es más administrativa que otra cosa.
Saludos.
A mí no me preocupa tanto que existan esos consejos, unidades, etc., como que suplanten lo importante en la Iglesia y hagan que dejemos de tener los ojos puestos firmemente en Dios.
Saludos.
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Esto es lo importante. Muchísimo más importante que el nombre que se le dé, o que el tipo de estructuas que adopte el trabajo en las parroquias y la colaboración entre las cercanas.
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Y eso es algo malísimo. Porque si la vinculación a la parroquia "territorial" no existe, cada uno se busca su pablo y su apolo, que es lo que ocurre hoy en día; mientras que la parroquia, la que nos haya tocado, nos guste o no, es la que ns recuerda que sólo somos de Cristo.
El surgimiento de todo este tipo de estructuras de naturaleza casi institucional o mediadora entre una y otra parte de la Iglesia suele reflejar la falta de vitalidad de las células básicas del tejido cristiano: la familia y la parroquia.
Pero la cuestión es que la disfunción del corazón no se soluciona trasplantando un tercer riñón o un segundo hígado, y estas soluciones suenan mucho a eso.
Hace unas décadas las hubieran llamado comunidades cristianas de base.
Sigo diciendo soempre que la vida es más sencilla , y la Iglesia debe serlo , de acceso sencillo, acceso de los sacramentos sencillos, Misas sin invenciones ras y extrañas, y tener acceso a Dios guardado en el Sagrario. Todas esas orgnizaciones que pienso son superfluas me tocan el píloro para np decir otro órgano.
Salud
Me he reído mucho con el parrafito.
Lo malo es que no está lejos de la realidad. Por ejemplo, este resumen de una conferencia del P. Brighenti, perito de la Conferencia de Obispos de Brasil en Aparecida.
Un par de ejemplos:
- "En un proceso de inculturación, no basta ecuacionar teológicamente la cuestión fe y culturas y aplicar ciertos métodos y técnicas. En este campo sólo son eficaces en cuanto estén ligados a los contenidos y a la práctica misma de la Evangelización"
- "Un proceso de inculturación está estrechamente ligado a una hermenéutica en la medida en que la asimilación del Mensaje revelado estable una tensión entre "texto presente" o "texto e intérprete", en que entender es simple aplicar, resultado de una "fusión de horizontes", que a su vez se constituye en un horizonte nuevo y más amplio, tanto para el "texto" cuanto para su intérprete en este momento; una nueva posibilidad para los dos."
- "Inculturar el Evangelio, no es primeramente implantar la Iglesia, sino proclamar y ser señal y sacramento del Reino, lo que implica circunscribir la tarea pastoral de la inculturación dentro de un marco ecuménico y macro-ecumémico, pues el Reino de Dios es un símbolo global de los designios de Dios en relación a toda la creación".
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Le falta una coma.
Al final, resultará que más que "pastoralistas", son egiptólogos que han descubierto la Rosetta.
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