No cerréis las puertas
El otro día, por cuestiones burocráticas, tuve que pasar la mañana en el centro de Madrid. Mientras esperaba, aproveché para dar una vuelta por algunas de esas iglesias antiguas tan bonitas que hay por la zona, como la iglesia de las Calatravas, en la calle Alcalá, o la parroquia de San José.
También pasé por el Oratorio de Caballero de Gracia, junto a la Gran Vía. Como aún era pronto, estaba cerrado. Sin embargo, me di cuenta con alegría de que, cuando está cerrado el templo, los encargados tienen el detalle con los fieles de cerrar la verja exterior, pero dejar entreabierta la puerta de madera. Así se mantiene la seguridad y se evitan robos, a la vez que se permite que quien lo quiera pueda rezar un rato ante el Sagrario, como hice yo. Un señor que pasaba por allí me miró como si fuera un bicho raro al hacer la genuflexión en medio de la calle, cuando ya me iba, pero eso era de esperar. Después de aquel rato rezando, me resultó mucho más fácil no enfadarme por la habitual lentitud burocrática que me hizo perder dos mañanas enteras para un trámite de dos minutos.
Este tipo de detalles muestran que quienquiera que esté encargado del Oratorio actúa como un sacerdote al que de verdad le importan los fieles. Y que no aspira a que le admiren, sino que, como buen sacerdote, hace lo posible y lo imposible por llevarlos a Cristo, por conseguir que se encuentren con él y que tengan todas las facilidades del mundo para rezar junto a su Señor. Por eso no deja que nadie que acuda a rezar se encuentre con la puerta cerrada en las narices. Y, por lo que a mí me toca, quiero agradecérselo.
No se me ocurre ningún signo menos cristiano que una Iglesia cerrada a cal y canto durante buena parte del día. Es el anti-signo por excelencia. En lugar de manifestar el Corazón siempre abierto de Cristo y gritar al mundo: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré”, lo que grita es “No te molestes en llamar, que está cerrado. Mejor vete a un bar o a un centro comercial, que ésos abren a todas horas”.
Si hay peligro de robos, se pueden hacer turnos con los fieles, para que siempre haya alguien en la iglesia. En todas las parroquias hay, sin la menor duda, cien o doscientos jubilados que seguro que estarían encantados de colaborar en algo así. Por no hablar de organizar laudes y vísperas, rosarios, etc. Y, si eso es muy complicado, basta imitar al Oratorio de Caballero de Gracia y poner una verja que permita, al menos, ver el sagrario y rezar un poco en la puerta. O, si se quieren hacer las cosas bien, se puede dejar abierto el zaguán, con un par de reclinatorios, y cerrar el paso a la Iglesia con unas puertas de cristal blindado, como el Oratorio de San Felipe Neri de Alcalá. Y, en última instancia, si roban un candelabro de plata, tampoco pasa nada. Cualquier cosa menos dejar las cosas cerradas.
Ya he hablado alguna vez de este tema y puede que a algún lector le resulte repetitivo, pero me consta que decir estas cosas tan básicas sirve de algo. Hace un par de años, en un artículo dedicado a este tema, recibí un comentario de un sacerdote colombiano:
Gracias por tu artículo. Soy párroco de una pequeña comunidad en Cartago valle Colombia, y para mi será un reto empezar sus sugerencias. Dios te bendiga.
Gustavo Adolfo Aristizábal, Pbro.
Como es lógico, me alegró mucho que el artículo hubiera animado a este sacerdote a tener más abierta su parroquia. Pero aún me gustó más recibir, este año, noticias de los resultados:
Gracias a este artículo escrito ya hace meses nuestra parroquia de San Jerónimo en Cartago Valle del Cauca empezó a estar de puertas abiertas. Hoy día empiezo celebrando la Eucaristía a las 6 am luego con un grupo de laicos rezo el santo Rosario y las laudes con el Santísimo expuesto… dos horas maravillosas y decidimos reiniciar los primeros viernes de mes con una hora Santa a las 5 am…y en el día nuestro Señor es visitado por muchas gentes…
GRACIAS BRUNO TU ARTICULO HA TRAÍDO MUCHAS BENDICIONES
Padre Gustavo Adolfo Aristizábal.
Es evidente que mis artículos no valen mucho, pero de todo se sirve el Señor. Hasta lo más pequeño, puesto en manos de Dios, puede hacer milagros. Así que aprovecho para animar a todos los sacerdotes una vez más: No cerréis las puertas a los que acuden a rezar. Merece la pena. Dios os pagará el esfuerzo con bendiciones.
33 comentarios
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Pues voy a trasladar este texto (entero, pero ilumnaré con fosforito amarillo ese cachito de arriba) a alguien que yo me sé.
Lo de los turnos de fieles no te creas que es tan fácil en según qué sitios.
Y en cuanto a robos, pues efectivamente. Esto es como cuando en el instituto se cierran con tantas llaves los libros y hay tanos manojos distintos que nunca se acierta con la lave adecuada a la primera, y es tan complicado llevar el registro de préstamos (y todo por si alguien roba ¡¡¡un libro!!! ojalá...). Pues si se robe: nada más desoladorq ue una Iglseia cerrada,
En descargo de algunos sacerdotes habrá que decir, de todas formas, que tiene que ser dificilísimo trabajar en una parroquia de un solo cura.
Estoy convencido de que la misión de un sacerdote es muy dura. Y más cuando está sólo. Por eso creo que, en temas como estos, más que "echar la bronca", lo que hay que hacer es aconsejar que se intente, animar, mostrar que esto es importante y que, con poca cosa, se puede conseguir mucho en este asunto.
sobre esto alguna vez ya he dicho que cuando viajo y a veces intento rezar laudes en alguna iglesia de los pueblos del camino el 100% de las veces me la he encontrado cerrada... siempre me ha dado mucha pena.
espero que muchos sacerdotes se animen. El primer paso para llenar una iglesia es que pueda entrar la primera persona.
un abrazo a todos
Me alegro que tus pequeñas cosas redunden en magníficos resultados.
Lo que es Dios, verdad?
De alqo tan chico saca algo fenomenal.
Me alegro por ti, por el cura y por los fieles.
Saludos.
Entre Correos y otros Organismos,¡qué racha llevas!:-)
Que los templos cerrados estén cerrados es una desgracia y una mala señal,creo que debe ser un objetivo relevante y prioritario en los planes de los Arciprestazgos;es más si se dejaran individualismos y pruritos clericales,se podría coordinar por zonas que cada cierta distancia hubiera un templo abierto por dias o por semanas.
De todas formas el modo que tiene los curas de organizar la agenda diaria tiene mucho que ver con la apertura/cierre de los templos;la pregunta es :¿el horario de los templos tiene que ver con el horario de los fieles o con el horario del cura.
La pregunta es: ¿cuántas iglesias tienen sólo un cura?
No se puede vivir 24 h al día, los 7 días de la semana y los 365 del año en guardia y alerta.
Y como además son humanos, todo lo curas que quieras, pero humanos, pues quizá caigan a veces en el desánimo.
No todas las iglesias tiene una arquiectura que permita lo que ha contado hoy Bruno de la verja.
Casi todas tiene un solo cura,pero ¿cual es su agenda?,aquella que termina a las 21 h en casita,bata y zapatillas,sopa y francesa con jamón mientras se ve el telediario.
Pali en video y a eso de las once a dormir que la misa de 8h. espera y luego la reunión de Arciprestazgo,que precede a la del día siguiente en la Delegación de ...y la de pasado en el Colegio,y...
A base de reuniones no tienen tiempo de pecar ni de abrir el templo.
Fui hace muchos años modesto ponente,en representación de Cáritas en el Primer Plan Pastoral Diocesano,el punto que primero promovieron los curas fue...¡un mes de vacaciones,aprobado por unanimidad!:está escrito,creo que conservo el documento.
Uf, he tenido que hacer tropecientas colas estos días. Y, gracias a ello, tengo varios posts más en reserva. No hay mal que por bien no venga... Dios puede sacar bien ¡hasta de una cola!
Y es que habrá curas de todo tipo, pero en genral a mí hay algo que me conmueve del sacerdocio en nuestros tiempos: en los 2000 años de historia de la Iglesia, ha habido épocas en que hacerse cura era una salida, un recurso, un honor, un...lo que sea, pero no no lo que debía ser.
En estos tiempos en que faltan los sacerdotes, me siento muchoi más segura de contar con pocos pero vocacionales sacerdotes. No curas que entraron casi niños en el seminiario, no curas que busquen hacer una carrera, no curas que se acomoden a lo que sus familia esperaba de ellos, no curas "sinvergüenzas", como alguna vez se los ha llamado por aquí.
En estos tiempos podrá haber curas "desanimados". Hay profesiones proclives al burn-out y no me extrañaría que el celro estuviese ntre los más quemados. Aunque también cuentan con la gracia.
Pero si los curas reivindican un mes de vacaciones, no seré yo quen se lleve las manos a la cabeza. Y si las Iglesias están cerradas, me dará mucha pena, y rabia, porque yo padezco ese problema con relativa frecuencia.
Pero la culpa ¿la tiene el cura solitario que se curra en solitario su solitaria parroquia y lleva TODOS los asuntos en solitario?
A veces tendríamos que decir ¡menos mal que al menos tenemos UN cura y la iglesia abierta a ratitos! Tal como están las cosas, no tienenv tiempo más que de reuniones absurdas que, como tú dices, no les dejan ni pecar. Pues mira qué bien, más santos. Ni tiempo de abrir la Iglesia.
Veo que te conoces muy bien lo que hacen los curas a partir de las 21: "en casita,bata y zapatillas,sopa y francesa con jamón mientras se ve el telediario.
Peli en video y a eso de las once a dormir que la misa de 8h"
La bata, las zapatillas, la cena frugal y un rato de TV para enterarse de cómo está el mundo, ¿es algo malo? Tenlos descalzos y desnutridos, que así se arregla el que abran más las Iglesias.
No prejuzguemos qué se hace a partir de las 21 h. A ver qué hacemos muchos de nosostros a esas hora, aunque luego madruguemos para llegar a tiempo a misa de 8.
Yo, es que, Norberto, de verdad, lo que veo es que hay curas que me caerán mejor o peor, pero a todos los que he conocido y conozco los veo muy ocupados en su ministerio y con mucha incomprensión alrededor.
Y si pasan poco por el confesionario (a juicio de un particular), son sinvergüenzas; y si cierran la Iglseia porque están solos.... bueno, parece que ya no se les llama sinvergüenzas, pero la culpa es de que tienen bata, zapatillas y cena.
Solo el que no ha visto un sacerdote quedarse dormido, a sus 35 o 36 años de edad (no sacerdotes de 70) en medio de una conversacion de puro cansancio, no entiende el tremendo peso que llevan esos hombres en su espalda, ademas de rezar por todos y luchar ellos mismos contra la tentación.
Cuidemos a nuestros sacerdotes! Y si alguien quiere la puerta abierta 24 horas pues organicense con otros mas y ofrescanse a cuidar por horas y ya verán si no lo consiguen, aca en mi pais el santísimo del seminario mayor esta abierto las 24 horas pero siempre hay tres o cuatro hermanos de diferentes movimientos cuidando, jejejeje es fácil exigir lo que uno no esa dispuesto a dar ;)
Me parece, que nos pillado la anécdota,que no categoría con la que quería reflejar el desorden,pese a estar muy,incluso excesivamente, ordenado y valga la paradoja,que llevan los curas.
Te llama la atención la sopa y la francesa,epro no dices nada de las reuniones por aquí,por allá ,sin parar que son las que producen insatisfacción y cansancio,además de ausencia del templo,del barrio,de la calle.
Los curas,incluso en Andalucía,no están pálidos por falta de sol ,sino por pasarse la vida bajo techo,entre cuatro paredes,te invito a que hagas una prueba,es fácil,si te apetece.Pregunta en tu parroquia cuál es el horario de apertura/cierre del templo y sus dependencias,y cuál ha sido el criterio que ha llevado a ese horario.
En mi parroquia,y,otras muchas que conozco,el acceso a la oficina es amplio en mañana (3h.) y tarde (4h.),quien quiere acceder al templo puede hacerlo desde la secretaría,y,no hay necesidad de abrir la puerta principal.El control queda asegurado.
¡Que haya muchos curas de sopa y francesa con jamón, señal de que están vivos,pero que revisen esos horarios!,¡que no se "apacienten a sí mismos"!
Un saludo muy cordial.
leamos la 1º lectura de la misa de hoy de san pablo a los romanos.
La he leído,es más he sido el lector,misa de 8 h.; me gustaría saber qué es lo que "no nos entra en la cabeza".
No lo decía ni por tí, ni por el post, aunque ambos me han servido de inspiración para recordar mis propias "culpas".
Un saludo muy cordial.
Dices: "Quizás deberíamos dejar de criticar tanto a los sacerdotes y ayudarles un poco más, tanto materialmente como con nuestro tiempo y, sobre todo, con nuestro ánimo y comprensión."
En primer lugar, no parece que se haya criticado a nadie en particular, sino que se han criticado situaciones que merecen crítica. O, por usar un lenguaje más cristiano, merecen discernimiento sobre cuál es la voluntad de Dios.
En segundo lugar, la crítica es un apoyo para el que la necesita. Si los fieles no hacen oír su voz, ¿cómo van a saber los pastores lo que quieren y necesitan?
En tercer lugar, no creo que escribir sobre la importancia de tener las iglesias abiertas impida, en ningún sentido, ayudar a los sacerdotes, materialmente y con nuestro tiempo, ánimo y comprensión". Como dices, es algo que todos debemos hacer, reconociendo la dureza intrínseca de la vocación a la que han sido llamados.
Saludos.
Acuérdate que, en aquel artículo, dije expresamente que no consideraba sinvergüenzas a los sacerdotes que no confesaban, porque fallos y pecados tenemos todos... sino a aquellos que no se ponían prácticamente nunca a confesar y luego echaban la culpa a los fieles por el poco aprecio que tenían a la confesión. En el mismo sentido, no creo que un sacerdote que cierra su iglesia sea un sinvergüenza, pero si otro cierra la iglesia prácticamente todo el día y luego se queja de que sus parroquianos no tienen hábito de oración ni de recordar la presencia de Dios, entonces sí que lo sería.
Saludos.
Alabado sea Dios que nos concede un Bruno en la blogosfera para discernir.
Y mira, a lo mejor soy rara stricto sensu: infrecuente.
La frase que originó el comentario de Yolanda era:
En primer lugar, no parece que se haya criticado a nadie en particular, sino que se han criticado situaciones que merecen crítica. O, por usar un lenguaje más cristiano, merecen discernimiento sobre cuál es la voluntad de Dios.
Y en ella, ciertamente, no se dice quién es el encargado de realizar tal discernimiento, pero es habitual que cuando alguien dice cosas como: debes discernir bien lo que te conviene, no te precipites antes de discernir en la oración, etc., mcuhas veces está diciendo: "acabarás dándote cuenta de que el consejo que te doy, de que mi opinión, es lo correcto".
Y, por eso, Yolanda -Bendita y Alabada sea, aunque Dios lo sea más- lanzó una leve y nada agresiva puyita a nuestro traductor-investigador-apologeta. No es para ponerse agresivo por una inocente muestra de esgrima verbal, a la que Bruno y Yolanda nos tienen acostumbradísimos.
Yolanda es "rara avis" ciertamente, pero "rara" debe ser entendido como elogio, pues en pocas personas se aúnan vitalmente fe madura y razón crítica como en mi ilustra colega, la Sierva de Dios Yolanda.
Gracias.
Mis puyitas a Bruno, son a veces puyotas, pero agradezco tu mirada benevolente.
Frecuentémonos de buenas, sal, o no nos frecuentemos. :)
Algo de positividad de vez en cuando no va mal.
Lo otro ya no sólo cansa sino que enrancia.
Paz y bien a las personas de buena voluntad.
Es usted árabe? Yolanda-bendita y alabada. ¡que bien suena¡
Sin conocerle, tanto afecto como me tengo a mí mismo, suyo...
Te cuento algo triste, y espero no ofender: aquí en Sudamérica, si bien somos más católicos (en número) que en Europa, y nuestras iglesias no están vacías, igual nos damos el lujo de tenerlas cerradas todo el día a veces. ¡Mal empezamos!
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