InfoCatólica / Epístolas Matritensis / Categoría: Tradición

31.08.09

[Media] oportunidad en Pueyo

En el Monasterio de El Pueyo toman el relevo. Los Claretianos se van, y “hereda” el monasterio el Instituto del Verbo Encarnado, que tuvo sus comienzos en Argentina, el 25 de marzo de 1984, fundado por el padre Carlos Miguel Buela. Su figura canónica es de Instituto religioso de derecho diocesano, con decreto firmado por S.E. Monseñor Andrea María Erba, obispo de Velletri-Segni, el 8 de Mayo de 2004.

La particularidad de este instituto es que, junto a la celebración de la forma ordinaria, incluye en su espiritualidad de manera habitual, la celebración de la forma extraordinaria, comúnmente conocida como ‘Misa Tridentina’.

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28.08.09

Confesarse, cosa de "tridentinos".

Leo, apenado, que hay curas que defienden la desaparición de un Sacramento de la Iglesia. La Confesión, Penitencia, reconciliación o como quieran ustedes llamarla, la instituyó, así como la Eucaristía, Nuestro Señor Jesucristo el día de Pascua:

“Recibid el Espíritu Santo a quien perdonareis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuviereis, les serán retenidos” (Jn 20, 22).

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30.07.09

Vocaciones. Unas rectas y otras que se tuercen

Hoy comentamos un popurrí de noticias. Y es que no me daba la gana de dar la satisfacción a Don Juan Masiá de dedicarle un post entero. Montes me da más o menos lo mismo, porque tiene de Médico lo que yo de budista, pero es que uno ha pasado parte de este tránsito en la Iglesia con los jesuitas, y desearía que fueran lo que fueron antaño. Es una esperanza que vale la pena tener.

Juan Masiá se ordenaría, quiero creer, con ilusión por la labor pastoral. Un amigo mio en estos días me ha comentado que está pensando mucho en ordenarse, en seguir un discernimiento, lo cual nunca es un paso baladí. Creo que, con la salvedad de los años, la misma llamada es la que oyen estas dos personas. ¿Qué se ha torcido entonces en el camino del Jesuita?

Cierto es que mi amigo juega con ventaja: No formará parte de una orden que exige tantos estudios, aunque sí demande cinco años de estudios tan solo a su Segunda orden (lo siento, no puedo deciros cual es). Los jesuitas siempre han formado lo mejor de lo mejor, teólogos que a lo largo de la Historia de la Compañía han sido referentes en muchas universidades, y han marcado, casi sin exagerar, el pulso de la teología en la Iglesia Católica.

Arrupe: un antes y un después
Los mismos que a principios de Siglo XX defendían en Francia un estado confesional frente a la aconfesionalidad que el estado galo propugnó desde 1905, eligieron en 1965 a Pedro Arrupe como superior de la Compañía. Sus biógrafos coinciden en que vivió “tiempos turbulentos” de la Iglesia, pero nada más. Bajo su liderazgo, los jesuitas desarrollan en la XXXII Congregación General el germen de su actual doctrina, que ha favorecido, sí, una doctrina muy radical de justicia social, pero también la teología de la liberación, tan condenada durante el Papado de Juan Pablo II, cuando no la heterodoxia “Masiana". De su sucesor, el P. Kolvenbach, no hablo por caridad…

Es así de fácil: cuando uno da un paso “por delante” de la Iglesia, queriendo seguir formando parte de la misma, se producen rupturas en el tejido. Así tenemos a cuatro locos que consideran un “profeta” a ese señor (¡Nada menos!) y otros a los que no nos cuesta ver su heterodoxia, su falta de apego a los dogmas de la Iglesia. Y es que lo malo de querer ir por delante no es que te tilden de “progre", sino que impones un camino a una serie de personas, que no tiene porqué seguirte a ti en vez de al Santo Padre. Y, claro son caminos que pueden ser discordantes.

En el caso de Masiá, me da la terrible impresión de que se trata de una soberbia sin límite. El que sus amigos mediáticos vayan tildando a sus disidentes de “Inquisición SA” demuestra el poco apego que tienen en realidad a la Iglesia… Eppur si muove, señor Vidal…

La Iglesia permanece, mientras el mundo pasa. Y las ideas peregrinas, Masianas, sobre Jesús, los dogmas, y un largo etcétera chocan extraordinariamente con todos y cada uno de los votos contraídos. Su superior hace bien en materializar el pedido de silencio, pero lo triste es que no lo extiende a su propia Provincia. ¡Pobres Japoneses!

Y eso que yo fui de los que se alegró, ilusionó, cuando la XXXV CC de los Jesuitas eligió al padre Nicolás. Desde luego, una acción similar habría sido impensable con el P. Kolvenbach a cargo. Poco a poco, la compañía recupera su disciplina. Los “progresaurios” rugen, claro, pero acatan, y eso es un signo de retorno de la compañía a mejores tiempos.

Dios quiera que así sea.

13.07.09

Vidal y las confesiones

D. José Manuel nos sorprende con este reportaje sobre confesiones, publicado hace poco en su diario digital. Hay que agradecerle, eso sí, que no haya reproducido el titular con el que se publicó en prensa escrita ("En España no se confiesa ni Dios"), equiparable a aquel infame slogan publicatario de un club deportivo, en el que decía que “somos la hostia"… El mal gusto vende, sin duda.

Del reportaje hay que decir que la pluma de Vidal sigue siendo una de las mejores, que tiene buen estilo, pero lo que me duele es el fondo, la utilización de ese talento para perseguir no sé bien qué objetivos, pero no los de una Iglesia en Comunión. Esto es una pena, porque el buen estilo y una búsqueda espiritual sincera (que estoy convencido que tiene), no tiene porque estar reñida con lo que digan “Rouco” o “la Iglesia jerárquica".

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5.07.09

En honor a la verdad

El que de veras ama la vida, y quiere vivir días dichosos, refrene su lengua del mal, y sus labios no se desplieguen en favor de la falsedad. Huya del mal, y obre el bien; busque la paz, y sígala. Porque Dios tiene puestos los ojos sobre los justos, y está pronto a oír sus súplicas: pero mira con enojo a los que obran mal. ¿ y quién habrá que os pueda hacer daño, si os empleáis en hacer el bien? Pero si sucede que padecéis algo por amor a la justicia, sois bienaventurados. -Lección de la Epístola del Apóstol S. Pedro: (3, 8-15)-

¿A cuento de qué abro con tan larga cita bíblica? Pues, aparte de porque ha sido la lectura del V Domingo después de Pentecostés en la Forma Extraordinaria, también porque uno se equivoca, comete errores, “se le calienta la boca” y dice cosas sin precisar lo deseable, lo cual incurre en uno o varios comentaristas cabreados. Y, hombre, en un caso en particular, me siento en deuda.

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