¿Qué le pasa a la Iglesia en Europa?

Parece mentira que el continente desde el cual se ha evangelizado buena parte del mundo se encuentre en el estado presente. Peticiones como la del Cardenal Schöborn denostan que algo está mal en algunos obispados europeos. Iniciativas como las de algunos obispos alemanes de querer excomulgar a aquellos que pretenden un sacerdocio católico doctrinalmente exigente, mientras toleran los peores abusos en sus diócesis, tampoco mejoran esa perspectiva. Precisamente me interesa comentar este último punto.

En la cuestión de las ordenaciones, se ha visto que ambos sectores de la trinchera (permítase la expresión) vuelven a tirar, en perjuicio de lo que tiene que se un bien para la Iglesia, esto es, unas ordenaciones de sacerdotes católicos.

Por un lado, los obispos alemanes que piden una re-excomunión para el obispo que ordene a los sacerdotes (ignorando, o olvidando voluntariamente que el derecho canónico, del que no soy experto, no contempla tal pena para el caso de una ordenación ilícita pero válida).

Por el otro, la reacción del Rector del Seminario del Sagrado Corazón, el Sacerdote lefebvrista Stefan Frey, con frases absolutamente lapidarias contra los obispos alemanes que, desde luego, no ayudan a dar con una solución. Lo único positivo es el primer punto que da, en el que se recuerda que los sacerdotes de la FSSPX rezan por el Papa y el Ordinario del lugar ("no queremos una Iglesia paralela"), hasta ahí bien.

Pero una frase que pone los pelos de punta es: “Se trata de la existencia o disolución de la cristiandad en Europa.” ¿Cristiandad o Fraternidad?

Propuesta: “solución bipartita”
Ante la profundidad del problema, nos atrevemos a proponer una solución por puntos. Las ordenaciones se tienen que dar, pero quizás no en la fecha prevista, sin acuerdo con Santa Sede. No se necesita un ‘placet’ de los obispos alemanes, que seguirían harto probable en sus trece, sino del Papa.

Entonces: Lo primero sería posponer la fecha de las ordenaciones hasta el otoño, digamos Octubre, para que la Fraternidad y Ecclesia Dei puedan llegar a un acuerdo en cuanto a fechas y obispo designante. Si ambas partes logran designar a un obispo de fuera de la Fraternidad para ordenar a esos sacerdotes (práctica habitual por otra parte de los institutos como Cristo Rey Sumo Sacerdote, FSSP, IBP, etc.), la cuestión de la licitud de las ordenaciones estaría a salvo.

No sólo eso, sino que serían los primeros sacerdotes de la FSSPX que podrían tener cierto estatus jurídico, y no una suspensión “a divinis” desde el principio.

Sin duda, este problema en concreto es disciplinar, no doctrinal, aunque lo segundo sea subyacente, un problema derivado. La solución, en todo caso, no puede ser la de tomarse la justicia por su mano, y ordenar sin que al menos Santa Sede tome cartas en el asunto.

Y en eso llegaron los Austriacos

A todo esto, después de la terrible procesión del Corpus Christi en Linz, llega la visita de algunos obispos austriacos al Santo Padre, y encima para transmitirle el “deseo de los laicos” de que se carguen el celibato. ¿Seguro que son los laicos, Cardenal Schöborn? Bastante mejor ejemplo de humildad está dando el Ordinario de Linz, Monseñor Ludwig Schwarz, SDB, ha pedido perdón por el mencionado acto litúrgico: ("dicha procesión no es conforme a la adoración eucarística en nuestra cultura, en la que la Hostia consagrada debe venerarse en un ostensorio").

Por todo esto, no podemos dejar de asombrarnos. Los laicos debemos seguir rezando, y mucho, por nuestra Iglesia. Si bajamos la guardia, nos volveremos a encontrar en una Iglesia Católica de extremos, donde los Schöborn y los alemanes tiren para un lado, y la FSSPX, desesperada ante el panorama, se enrosque sobre sí misma. Ni una ni otra cosa son deseables, y por eso no debemos olvidar en nuestras plegarias al Papa, para que pueda sobreponerse de todos estos obstáculos, y no se haga otra voluntad que la de Cristo.