A Santiago hemos de ir
Y así es. A una cita tan importante, uno no podía faltar e invito a todo el que pueda hacerlo, a ir a la capital gallega. No solo por ganar el jubileo, sino por hacer piña con el Santo Padre, al que en tan “buena estima” tienen los de siempre. Menos mal que se manifiestan en Santiago y Barcelona, porque si no, a duras penas sabríamos de su existencia. Ahora, que el Papa necesita el apoyo de los católicos es más que evidente, cuando se organiza tan bien una resistencia contra esta visita.