La pancarta de las FEMEN
Ya llegamos a un punto en que todos nos quitamos las caretas. Hace menos de un mes las homólogas en España profanaban el camposanto de Paracuellos del Jarama. Poco después, la profanación de la catedral de Estrasburgo, con motivo de la visita del Papa al Parlamento Europeo. Hoy, la vandalización de un belén en Bélgica.
No soy de los que leen entre líneas, pero me parece que esto ya no es un hecho aislado o un grupo particularmente feminista. Estamos hablando de ataques reiterados, virulentos y persistentes hacia una religión y en concreto a la Iglesia Católica.
Por supuesto no espero ningún pronunciamiento ni ilegalización de grupo alguno en Europa. Somos así de masoquistas en el viejo continente y nos gusta que nos escandalicen, pero sobre todo nos gusta la táctica del avestruz de ignorar un problema. Ya pasó con Hitler, y se ve que lejos de aprender, nos regodeamos en la actitud de ignorar un problema y considerar todo hechos aislados parte de una monotonía.
Pero lo cierto es que estas presuntas feministas –y recuerdo una gran perla del periodista Álvaro Ojeda, que recordaba que “presunto” en portugués es cerdo- lo que realmente son es una sarta de vándalas exhibicionistas.
Han aprendido que liarla en Rusia equivale a penas de cárcel, entonces se dedican a llenar páginas de periódicos en occidente, donde somos más cobardicas, y a lo mejor las tienen un rato en la cárcel pero luego les dan un caldito y las sueltan. No se vayan a coger una pulmonía.
En todo caso, la pancarta del último ataque perpetrado es significativa no solo del pensamiento de estas presuntas. Es un homenaje a nuestra sociedad. “Que se jodan los pobres” no por ser uno exitoso, o estar en mejor condición, sino porque la sociedad ya los ha descastado, ya los ha expulsado de si misma y solo podrán vivir en la medida que reciban las sobras que alguien les eche.
Esa pancarta es una radiografía de lo que la sociedad ha decretado para ellos. Pero es un orgullo que nuestro Señor, para nacer, haya escogido a la más pobre entre las pobres y ser haya hecho el más pequeño entre los pequeños. Porque a pesar de la Historia, la victoria es suya: “Bienaventurados los pobres Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3).
Quédese pues el mundo. Sus pancartas y sus presuntas. Porque esa pobreza es la que debemos anhelar.
+Pax et bonum+
Miguel Vinuesa
13 comentarios
Algo está podrido en Roma, y la sociedad toda lo padece.
La dictadura de lo políticamente correcto ahoga cualquier elemental reacción de supervivencia. Estas miserables en Rusia pasaron meses en la carcel (o años) y desde entonces no han "actuado" más allí.
Pero mientras sea contra el la Iglesia no hay problema, pero ¡Ay de tí! si se te ocurre meterte con algúna minoría o colectivo de cualquier tipo... te machacarán...
No se que les pasa por su cabeza, pero el mensaje implicito es que burlándose de los pobres, pisotéandolos, insultándolos, hay quien te mantiene y te paga, y otros de aplauden o festejan.
En la línea filosófica del nazismo, y su culto a lo superior que tiene el derecho y deber de esclavizar, anilquilar, lo que estima inferior y deleznable.
Es obvio que odien al cristianismo, que enseña que Dios, previo el sí de una humilde Virgen, se encarnó en nuestra fragilidad humana, para redimirla.
Cristo previo a su muerte en la cruz, fue torturado, ninguneado, humillado.
Los torturadores, abusadores, reclaman seguir torturando y humillando a los pobres de este mundo.
Tanto mejor para ellos -para el Demonio- si pervierten a los que debiendo buscar el bien, resultan instrumentos del mal, fuera o dentro de la Iglesia.
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Cantalamessa: «la paz primera y más esencial es la vertical, entre cielo y tierra, entre Dios y la humanidad»
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Esa paz debe mantenerla la Iglesia, y una de las manera es proveer los medios para que quienes ofendan a Dios -o sea, atenten contra la paz "vertical"- sean debidamente escarmentados.
Si La Iglesia inclumple esa misión primordial, ¿qué podemos reprocharle al poder civil si hace lo propio en cuestiones "horizontales"?
Nota del B. Es que la intencionalidad del poder civil jamás es buena. A la Iglesia, la gran mayoría de las veces le presupongo buscar el bien común.
Nota del B. Y hasta aquí zanjamos el tema de la crítica Iglesia. Por un sencillo motivo: esta clase de comentarios dividen. Si tuviésemos en nuestra mano la solución, mencionar todo esto que dice, todavía. Pero no es el caso, así que, para hacerle el trabajo a las FEMEN desde dentro, no vale la pena continuar este tema.
Lejos de mí justificar al poder civil liberal, ¡faltaba más!.
Además, que el poder civil esté en manos que quienes está, es muy posiblemente pecado de omisión de los laicos católicos, a quienes nos corresponde lidiar en la arena política en beneficio de Dios y su Iglesia. Y no lo hacemos o lo hacemos pésimamente.
¿En qué sentido?
Nota del B. ¿Tiene sentido un acto vandálico? Eso ponía en su pancarta. "Fuck the poor".
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