Ania se cayó del caballo
A nadie le descubro del mediterráneo cuando digo que tener fe hoy es difícil. Desde luego, mantenerse en un camino de fe que todo el mundo te hará impracticable, lo es. Pero más aún, si cabe, es encontrar ese camino que te lleva a una vida vacía de Dios, cuando no en una situación de miseria del alma, a encontrarte con Él, y permanecer. Lo admito: me fascina la figura del converso.
Y es que esto es como un atleta aficionado cuando se da cuenta que entrena con un campeón mundial: se siente poquita cosa. Los pocos conversos que he conocido pueden no ser personas impresionantes en el plano del éxito. Puede incluso que la belleza que tienen no entre en los cánones estéticos, pero la tienen… Ahí , escondida. Son gente que lo que a mí me cuesta horrores, ellos se lo plantean como lo más normal del mundo, y a los que no escandaliza absolutamente nada, siempre que haga con amor a Dios. Eso, quizás sea lo más admirable en ellos.
Hoy leo sobre la conversión de Ania Goledzinowska en Religión en Libertad. Ya he hablado anteriormente de los retos que atenazan a Polonia -y de cómo su juventud, por lo poco que he visto, está completamente indefensa ante esa occidentalización-. Es verdaderamente Paulina, se ha caído del caballo. Una chica que lo tenía todo, que hacía campañas para Chanel, y que se codeaba con personajes “de muy altos pero oscuros ideales” (en palabras de Loquillo) de repente va a Medjugorje y le cambia la vida.
Y eso que no soy fan del lugar. Me gustaría conocerlo por mi naturaleza, pero me fío del criterio de la Iglesia, y si bien se alienta la devoción Mariana, también pide prudencia. Yo también.
Aún así, estos casos me desarman, porque demuestran que Dios da la fe a quien quiere y cuando quiere. Doña Ania tomará los hábitos. Ojalá otros viésemos tan claramente los pasos que hay que dar, en vez de refugiarnos en nuestras miserias. La opción más fácil rara vez es la que nos hará más felices a largo plazo. La valentía del converso, nos puede contagiar, nos puede dar esa motivación que tenemos para dejar atrás lo que nos hace mal, una vida vacía o llena de lo que nos aparta de Dios, y reecontrarnos con Dios, fuente eterna de felicidad.
Dziękuję bardzo, Ania. Muchas gracias.
+Pax et Bonum+
9 comentarios
Igual estoy lejos de conocer su alma y los planes de Dios.
Invito a rezar por su perseverancia.
bendiciones.
Estoy de acuerdo con Denisse. La creencia en Dios es un acto de fe. A veces (por la formación en ciencias recibida) uno piensa en modo pitagórico que todo es demostrable matemáticamente pero hace ya tiempo dejé de pensar en esto sólo en el caso de la existencia de un dios que está por encima de todo y de todos. En todo lo demás sigo pensando que todo tiene un modelado matemático.
El propio Albert Einstein deja un buen rosario de frases maravillosamente profundas ¿Verdad?
Hace falta fe y esto sólo lo otorga nuestro Señor. No filosofando sobre los misterios divinos inaccesibles al hombre y las vías de la inteligencia. Cuántos problemas nos han dado los filósofos especulativos y qué campo abstracto más inútil, subjetivo, se pongan como se pongan los que viven de eso.
Seguro que Ania no ha necesitado de ninguna via abstracta para encontrarse con Dios. Ni San Pablo tampoco.
En todo caso, como contrapunto a una visión demasiado "pro" Medjugorje, también le recomiendo los posts de Milenko Bernadic sobre Medjugorje. Lectura para rato, y bastante equilibrada.
Faltaría a la ecuanimidad si no citara a otro amigo, Cesar Uribarri, que en cambio es muy proclive a lo ocurrido en la localidad croata.
Y, por favor, no tengo edad de que me llamen "Señor" ;)
Si, Mr. Camara. Peor que los científicos son los filósofos que llevan siglos pretendiendo probar mediante su "ciencia" (sic) la existencia de Dios
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-Una cosa es que uno pueda probarse a sí mismo la existencia de Dios; Y otra cosa es que otros entiendan lo que uno pretende brobar que existe.
De cualquier forma, hoy día, -en ciencia de geometría- con la escuadra y el compás se puede probar la existencia de Dios.
-Ya sea como infinita unidad de Dios único; sea como infinita dualidad del Dios Luz y Vida; y sea como infinita Trinidad del Dios de principio, (Dios Padre) del Dios de medio (Dios Epíritu Santo) y del Dios de fin (Dios Hijo).
-Que de Luz ilumina y de Vida puebla el todo infinito Espacio donde Dios mora.
Nota del B.Revisen antes de publicar, por favor. Mucho no se entiende.
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