La equis en la casilla de la Iglesia, un deber cívico
Todos los años escuchamos las mismas tonterías sobre la Iglesia, cuando a ésta le toca pedir dinero de los contribuyentes en la debida casilla de los impuestos. Unos prejuicios que siembran sus enemigos, y que rara vez contestamos los católicos con datos.
Que si la Iglesia ya es rica, que si las instituciones no hacen nada por el ciudadano de a pie (como si los demás fuésemos a caballo, o algo así), o que si los obispos viven desconectados de la realidad.
Los que viven desconectados de la realidad de la Iglesia son esos que empuñan esos prejuicios. Qué triste ha sido ver en la Spanish revolution carteles como “menos iglesia más subvenciones", cuando es la Iglesia la que está ahorrando millones al estado todos los años al promover una educación concertada o privada. Es la Iglesia la que recoge a todos aquellos que los albergues públicos rechazan, y es ella la que les da de comer a través de comedores como los de Cáritas, que no dan abasto con la cantidad de gente que no puede ya ni comer.
Pues, como siempre en la vida, los prejuicios se vencen con información verdadera. No en vano dijo el Señor “la verdad os hará libres". Nuestro deber es el de dar a conocer esos datos que la Iglesia en España se esfuerza en publicar, en hacer llegar a la sociedad.
No podemos dejar de repetir que el principal enemigo del trabajador no es lo que el “sistema” se empeña en atacar, o sea la Iglesia, sino políticos que, por no encontrar una solución a la crisis, se buscan un enemigo al que culpar de todo, al que llaman carca, y contra el cual, básicamente, dibujan su plan de gobierno.
Ahora hemos tenido aparte a los perroflautas de Sol, las elecciones en las que el PSOE ha mordido el polvo. Del PP podemos esperar bien poco, sobre todo en el terreno moral, pero tenemos la mínima esperanza de que, si no montan un Gurtel o algo parecido, suelen hacer reflotar la economía. No es que me guste, pero peor que “la Zeja” es difícil hacerlo.
En todo caso, no nos podemos dormir en los laureles, y el apoyo a la Iglesia marcando una casilla que no nos cuesta nada, y por la que no nos devuelven menos, es casi un deber cívico en unos tiempos tan duros para la mayoría de españoles. Me gustaría que esa labor asistencial fuese acompañada de una especie de catequesis para los que han estado o están aún alejados de Dios, marcando claramente como Cáritas es Iglesia, no un derivado, pero todo se andará. La fe se pide en la oración, no hay una fórmula mágica.
Aparte de marcar la casilla en los impuestos, que está muy bien, creo que también debemos recordar a los políticos que no firmamos un cheque en blanco cada 4 años. Que, de una maldita vez, se dejen de decir que si moción de censura o de confianza, y que nos saquen de la crisis. Muy socialistas no son, desde luego, los que se reúnen con los grandes banqueros y se dedican a escuchar órdenes de como creen ellos que se van a salvar (y a lo mejor, si hay tiempo, algunos españoles de los “de a pie"). Si al final apoyamos a lo que de verdad importa, por lo menos tendremos en nuestro haber el haber podido poner nuestro granito de arena, que nunca es poco y nunca sobra.
+Pax et Bonum+
9 comentarios
Una cosa es estar en contra y otra tomar a la gente por idiota...
Creo que tenéis un profundo desconocimiento del trabajo que se realiza a través de la X Solidaria. Con ella se benefician cinco millones de personas y el dinero que se recauda está destinado a proyectos concretos y nunca a financiar las estructuras de las ONG. Os recomiendo que entréis en finessociales.es donde aparece detalladamente esa información. Por cierto, una de las que más reciben es Cáritas, con casi 20 millones de euros para este año.
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