La Iglesia "Misógina"
Siempre digo que la ignorancia invencible no se puede tener en cuenta, que quand on est con c’est pour la vie, como defiende un francés que conocí, pero lo de Elena Valenciano, raya la temeridad y sería argumento de peso para una demanda por difamación si a la Iglesia le importase algo lo que esta portavoz socialista tenga que decir sobre la misma.
Lo que oyen, damas y caballeros: ahora resulta que la Iglesia es “misógina”. La misma Iglesia que tiene a una ilustre española como es Santa Teresa de Jesús en sus más altos modelos de conducta. Santa Teresa, por cierto, no es la única de los 33 doctores: Santa Catalina y Santa Teresita del Niño Jesús también tienen ese honor. La misma Teresa que se sobrepuso a tantos y tantos problemas en el mundo para fundar una orden donde, por una vez, los números no importaban, sino la intensidad de la vida de oración en unas condiciones lo más humildes posibles. Menudo ejemplo para tantas y tantas mujeres. Valenciano incluida.
En el PSOE venden Gato por liebre a la primera de cambio, y, como diría José García Abad, venden su reino por un buen titular. Son unos expertos en el arte de llenar un telediario, y esta “bombita” llega el mismo día que los Madrileños, junto con muchos hermanos de otras partes, hemos gozado de la Misa de las Familias (aunque en mi caso, un resfrío me ha hecho ser prudente y verlo en la tele).
Una Misa, como todos los años, multitudinaria, pero donde tampoco importan los números. Aunque hubiese quedado una sola familia, hubiese valido la pena. Y no digo “familia monoparental” o familia “dividida”, auténtico drama de este tiempo, sino la familia de padre y madre. Y si Monseñor Reig Plá dice que la violencia de género crece con la perdida de los valores tradicionales, no lo hace -como Valenciano- a ver si cuela, sino con los datos del IPF en la mano. Se utilizarán mejor o peor, pero son datos. Y escuecen a los que defienden que sin padre ni madre, esta sociedad puede “progresar”… Hacia un precipicio, supongo.
A los únicos a los que les parece importar, y mucho, los números es al PSOE. Preocupan porque no cierran de ningún modo: Se empeñan en tomar medidas sin ningún calado y creen que con eso resolverán la crisis a tiempo para renovar su cheque en blanco en las próximas elecciones; preocupan porque Zapatero se derrumba en las encuestas de propios y ajenos, y ya le buscan sustituto sus propios barones; preocupa porque es muy malo acostumbrarse a volver a una vida normal después de estar ocho años “comiendo caliente” como quien dice.
Pero ya se les avisó. El que hace una política cuyo único objetivo es ir en contra de lo que defiende la Iglesia, generará sus fans, pero eso termina pasando factura cuando tantas y tantas familias no tienen qué llevarse a la boca cuando se ha hecho eso y no luchar como Francia y Alemania contra la crisis.
Al final, como decía José Mota -imitando a Rubalcaba- en nochevieja… “algo tié que haber”…
Pax et Bonum.
¡Feliz año a todos! Pax et Bonum.
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54 comentarios
Lo digo de corazón: deberíamos ignorar a esta gente. Desde ya. Estos están finiquitados. Ya han hecho su labor, y les queda poco tiempo. Los bocados dialécticos que puedan dar no tienen ninguna importancia.
No gastemos fuerzas con estos cadáveres andantes, no desviemos la atención de lo importante: hay muchísimas víctimas del modelo social destructivo y de la corrosión del matrimonio que los progresistas han traído. Hay que trabajar recuperando a mucha gente desengañada, amargada, desesperanzada, hundida.
Nuestra prioridad debe ser testimoniar a Cristo para que vuelvan a encontrar sentido a sus vidas, y a creer en el matrimonio. No esperamos nada más de estos, ni de los otros. Nadie va a hacer nuestra tarea, de defender principios y no egoísmos. Ahora es la hora de los cristianos.
No perdamos más el tiempo con estos residuos de un modelo de pensamiento que agoniza, no sigamos reproduciendo declaraciones que no tienen ninguna importancia ni sirven para nada, tenemos cosas más importantes que hacer. Sursum corda.
Nota del B. Desde luego. Algo tenían que decir y cogieron a la más "lista" del rebaño...
Me encantaría ver en un tribunal a los obispos intentando justificar que esto no es verdad. Seria cómico.
Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat. Laudetur Iesus Christus.
Diles que el hombre y la mujer han sido creados complementarios, cada cual con su especificidad. Ergo, eres misógino.
Diles que el "cuento" del Génesis no es un cuento sino verdad pura y dura, y que Dios ordenó "creced y multiplicaos". Ergo, eres misógino.
Dile a estos "pacifistas-feministas" que es mucho más pacífica y armoniosa una familia matrimonial católica, ergo, eres misógino.
Viendo y considerando todo lo cual, entiendo que Luis Ignacio tiene muchísima razón : hay que tomar estos dichos como de quien vienen. Ergo, paz y bien.
Y a otra cosa.
Aun reconociendo que don Luis I. tiene razón, no puedo dejar de poner de relieve lo valiente que es Doña Elena en sus declaraciones sobre la Católica. Se nota mucho que es su payaso de las bofetadas favorito.
¿La oísteis tronar alguna vez contra el ahorcamiento de los homosexuales en Irán? Yo tampoco. Parece que el Islam la intimida bastante.
Venga Elenita,valiente, que ya queda menos para verte con velo.
Maricruz.. anda... anímate :)
He estado meditando sobre este asunto y alimentándolo con lo que escuché hoy en un programa de EWTN sobre el tema.
Déjame madurar lo que tengo que decir porque así, cuando diga algo, será para que vuelen cabezas, de acuerdo?
Un cordial saludo.
Casi te he contestado con lo anterior; generalizando, era esclavitud cuando no se tenía otra opción, cuando el marido la trataba como a un ser creado para su servicio y sin atender a sus necesidades, cuando importaba menos que nada, cuando su trabajo en la familia, que es de gran importancia ya que la mujer es la base de la misma, era menospreciado y ella misma ninguneada, etc. Es decir, la cosas en general, no se hicieron bien. Y sin lugar a dudas mucho más importante es trabajar y cuidar de los tuyos que andar por ahí ganando dinero para tener dos coches en vez de uno; eso son bobadas, pero como en una ocasión me dijo una amiga ¿y si pasados unos años el marido se divorcia y te deja en la calle, qué haces?. Muchas también trabajan fuera de casa por esa razón, para no verse abandonadas y sin medios si al otro le da por dejarlas por alguna jovenzuela. Y es que tal y como están las cosas...muchas ya no se fían (¡qué ya es triste no fiarte del hombre del que se supone te has enamorado!).
Un cordial saludo.
la Virgen María.
Si se gradúa las gafas o sale a la calle y ve el amor que La tenemos....verá/verán,que más amor imposible.
La autoflagelación sin ton ni son a nada conduce, la libertad humana es así, aunque todas las familias hubieran sido santas siempre habría Elenavalencianos que dirían lo que dicen y actuarían como actúan.
El mal está presente ne el mundo, el tentador actúa, no nos echemos más responsabilidad de la que el mismo Dios nos adjudica, ni siquiera el Hijo pudo con Judas Iscariote.
Las "nuevas familias" son pura batahola, pura filfa, simplemente no existen; esta mujer,y,tantos/as progres, ¿progras?, hablan en nombre de otros sin que nadie les otorgue portavocía alguna.
Las familias monoparentales no se tienen como tal, pues no hay deliberada premeditación, sino consecuencia de un desencuentro o de una mentira que no se soporta más, a ver que dicen las mujeres que han tenido que echar a su varón de casa si querían mantener su integridad.
A ver qué dicen las parejas "que viven juntas", pero sin intención alguna de constituir familia, sino de que "mientras dure, pues eso".
No, Elena Valenciano, no es tan lerda como parece, lo que pasa que tantos años de demolición y acoso a la familia convencional,terminaron derribandola, y, juega con ventaja.
Sin embargo, esta gente tan ¿avanzada?, confían el cuidado de ancianos, minusválidos físicos y psíquicos, enfermos e impedidos a...la familia, ¡cómo pueden ser tan cínicos, tan falsos , tan inconsistentes, tan zafios, tan...?.Se les llena la boca hablando por una parte de "familias desestructuradas y por otra de ¿nuevos modelos?, ¡venga ya!.
Hablando en católico, la felicidad es la añadidura de la santidad. Por lo que creo que se podría replantear la pregunta así: ¿La mujer sumisa a su marido puede alcanzar más fácilmente la santidad?
En el AT hay un bellísimo pasaje que insta a la esposa a ser sumisa al su marido y a éste, a respetarla.
En el NT la Ssma Virgen -modelo y guía de la mujer católica - vivió sometida a la autoridad de alguien muchísimo menos santo que ella, muchísimo más pecador que ella, por el sólo hecho de ser su marido.
Toda la cultura moderna en general, y el feminismo en particular, es una virulenta contestación a la Biblia, particularmente al Génesis. Así vemos la deificación del Hombre frente a Dios, la rebelión de la Mujer frente al Hombre, el rechazo a ganar el pan con el sudor de la frente, etc., etc.
Nota del B.Pues sí que lo agradezco, ¡hombre!
"Cuantos de palabra o por escrito empañan el brillo de la fidelidad y de la castidad nupcial, ellos mismos, como maestros del error, fácilmente echan por tierra la confiada y honesta obediencia de la mujer al marido.(...)
Y así llaman a la emancipación de la mujer social, económica y fisiológica:
Fisiológica porque quieren que las mujeres a su arbitrio estén libres de las cargas conyugales o maternales. (...)
Económica por la que pretenden que la mujer, aun sin saberlo ni quererlo el marido, pueda libremente tener sus propios negocios, dirigirlos y administrarlos, sin tomar para nada en cuenta a los hijos, al marido y a toda la familia.
Y social al fin por cuanto apartan a la mujer de los cuidados domésticos , tanto de los hijos como de la familia, a fin de que sin preocuparse por ellos pueda entregarse a sus antojos y dedicarse a los negocios y a los cargos, incluso públicos".
¿Queda claro? ¿Se ha escrito una encíclica posterior corrigiendo a la casti connubii?
El magisterio y la postura oficial sigue siendo claro: la mujer debe obedecer al marido, nada de emanciparse, debe ser una fábrica de niños, no puede tener negocios privados sin conocimiento ni consentimiento del esposo, y que no se le ocurra ocupar cargos (¡sobre todo públicos, una mujer con poder, qué horror!) que le distraigan de su papel de madre y esposa amantísima.
Lógicamente desde 1930 cuando se escribió la encíclica las cosas en la sociedad han cambiado mucho y la Iglesia disimula, pero en el fondo la doctrina sigue siendo la misma.
El mantra de esta gente es muy dañino, puro veneno,es lo que se habla en los bares y cafeterías, en los autobuses y trenes de cercanías, en los descansos de los Institutos y Centros Universitarios, en la prensa gratuita (cuanto daño hacen) que tantísima gente lee.
Sirva, sin obsesionarse, esta tribuna, u otra, para trata de contraponer la pieza.
Conocemos las Encíclicas mejor que tu, no las trocees, que no cuela, te creía más serio, anda no fastidies con el typex.
La Iglesia no sólo que no disimula, sino que enseña justamente eso que tanto te horroriza, claro que tu lo ignoras porque no vas a misa. Todos los años las lecturas bíblicas dan una catequesis familiar inalterable.
Supongo que ignoras también que existen muchas familias (al menos en Argentina me consta) que respetan las enseñanzas familiares de la Iglesia y son santas y felices, tanto como les es posible aquí abajo.
No es flagelarse sin ton ni son, es coger y barrer todo lo que no pertenece al cristianismo; como muy bien apunta Ana B, la sumisión se inventó antes el cristianismo, está presente en lugares del mundo que nada tienen que ver con el, y añado que en nuestra sociedad descristianizada cada vez es más frecuente. Pero no se puede obviar que en el cristianismo también se intentó introducir (-y se consiguió-) cosas que no le pertenecen, y a eso me estoy refieriendo. Repito que la esposa es la compañera, igual en dignidad y su complementaria; no es ni una esclava, ni un ser menor de edad y sin juicio, ni una estúpida, ni un animalito. Y mientras se continúe con la matraca del sometimiento (¿pero de verdad sabes lo que eso significa?) aquí no se arregla nada.
Un cordial saludo.
Pues la verdad, cuando el marido o la mujer van a poner un negocio, hacer una inversión o lo que sea, lo lógico es tener en cuenta el parecer de la otra persona y el bien de la familia, me parece a mí; para ir por libre, y no decir nada, para eso no te casas. Y con eso me refiero a hombres y a mujeres, por supuesto.
En cuanto a lo de abandonar el cuidado de la familia, pues depende, lo que está claro es que no se puede estar en misa y repicando, sobre todo cuando los hijos más la necesitan. Pero ese sería otro debate; a mí que no me vengan contando cuentos chinos de las "excelencias" de dejar a los bebés en las guarderías a los pocos meses de nacer. Eso se paga, y para eso no hace falta más que ver como esta nuestra sociedad y sus adolescentes, aunque siempre existen excepciones, claro.
Un cordial saludo.
¿Y no existe ningún manual del perfecto casado en el que se encuentre el ideal de marido cristiano que cualquier mujer cristiana desea?, ¿o es que a nosotras cualquier mindundi nos vale?.
¡Ale, un cordial saludo!.
La Iglesia es, sin embargo, la única institución humana que se ha esforzado por salir del machismo haciendo lectura de si misma a lo largo de la historia, refiriéndose siempre a la Revelación de donde ha extraído los principios antropológicos sobre los cuales sustenta la conclusión de que hombre y mujer han sido creados con igual dignidad.
Lo que quiero decir, gringo, es que la humanidad sin ayuda de la Iglesia se ha inventado el machismo, la Iglesia en todo caso es la que le ayuda a superarlo cuando se deja, porque claro, todo es cuestión de respeto de la libertad.
Respeto de la libertad que no existe en el mundo mujer que lo viva mejor porque lo comprende que una mujer católica.
Y por lo demás, gringo, la exégesis se hace no únicamente de documentos de hace dos mil años sino que deberías aprender a aplicarla a documentos más recientes, porque -para una discusión- pero, sobre todo para conocer la verdad, no llegarás a nada entre nosotros sacando citas fuera de contexto. Ubícalas en el tiempo, para empezar! Claro, a menos que desees continuar creyéndote tus mentiras.
Salud,
Y mientras se continúe con la matraca del sometimiento (¿pero de verdad sabes lo que eso significa?)
No ofendas mi inteligencia, por favor.
El resto de tu comentario, basado en tópicos, frases hechas y lugares comunes no hay por donde cogerlo.
Si algo introdujo una verdadera revolución en la condición de la mujer fue el cristianismo.
Deja ese toniquete de chulo_perdonavidas y lee el comentario, a ver si te enteras de lo que he dicho, que tu lo que estás demostrando, entre otras cosas, es que no sabes leer.
Y otra aclaración : el horror al sometimiento personal no es cristiano. Y asimilar sometimiento a esclavitud es estupidez o mala intención. Sometidos estamos todos, a las autoridades del Estado, a nuestros padres hasta cierta edad, a nuestros patrones, etc., así que el sometimiento de la esposa al esposo es cosa de lo más natural.
A menos, claro está, que estemos "sometidos" a las categorías "hembristas-feministas", entonces, ¡¡¡horror de horrores es el sometimiento!!!!
Lee lo que es someter según el DRAE:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?LEMA=someter
De acuerdo con la 4ª acepción, pero el resto...Mejor llamadlo de otra manera, pero eso de someter...¡es muy fuerte!.
Por cierto, de acuerdo con el resto de lo que dices.
Un cordial saludo.
Si parece fuerte hablar de "sometimiento", ¿qué cosa parecerá entonces hablar de "esclavitud mariana"? Y esclavitud voluntariamente asumida!
Pues parece que estamos en Babel y que cada día parece más difícil entendernos.Pero dejemos eso por ahora, que bastante miga tiene el tema propuesto por Miguel como para que nos adentremos en ese berenjenal.
Leamos juntos la casti connubi, emitida el 31 de diciembre de 1930, del venerable Pío XI, gringo:
"Todo lo cual no sólo comprende el auxilio mutuo en la sociedad doméstica, sino que es necesario que se extienda también y aun que se ordene sobre todo a la ayuda recíproca de los cónyuges en orden a la formación y perfección, mayor cada día, del hombre interior, de tal manera que por su mutua unión de vida crezcan más y más también cada día en la virtud y sobre todo en la verdadera caridad para con Dios y para con el prójimo."
"Esta recíproca formación interior de los esposos, este cuidado asiduo de mutua perfección puede llamarse también, en cierto sentido muy verdadero, como enseña el Catecismo Romano[29], la causa y razón primera del matrimonio, con tal que el matrimonio no se tome estrictamente como una institución que tiene por fin procrear y educar convenientemente los hijos, sino en un sentido más amplio, cual comunidad, práctica y sociedad de toda la vida".
"Tal sumisión no niega ni quita la libertad que en pleno derecho compete a la mujer, así por su dignidad de persona humana como por sus nobilísimas funciones de esposa, madre y compañera, ni la obliga a dar satisfacción a cualesquiera gustos del marido, no muy conformes quizá con la razón o la dignidad de esposa, ni, finalmente, enseña que se haya de equiparar la esposa con aquellas personas que en derecho se llaman menores".
"No es ya de un modo solapado ni en la oscuridad, sino que también en público, depuesto todo sentimiento de pudor, lo mismo de viva voz que por escrito, ya en la escena con representaciones de todo género, ya por medio de novelas, de cuentos amatorios y comedias, del cinematógrafo, de discursos radiados, en fin, por todos los inventos de la ciencia moderna, se conculca y se pone en ridículo la santidad del matrimonio, mientras los divorcios, los adulterios y los vicios más torpes son ensalzados o al menos presentados bajo tales colores que parece se les quiere presentar como libres de toda culpa y de toda infamia". [Vaya, se diría que el viejo papa tenía una bola de cristal, porque lo que cuenta parece sacado del periódico de ayer]
"Más todavía: tal libertad falsa e igualdad antinatural con el marido tórnase en daño de la mujer misma, pues si ésta desciende de la sede verdaderamente regia a que el Evangelio la ha levantado dentro de los muros del hogar, muy pronto caerá —si no en la apariencia, sí en la realidad—en la antigua esclavitud, y volverá a ser, como en el paganismo, mero instrumento de placer o capricho del hombre". [Todos sabemos que las páginas más vistas de internet no son las pornográficas]
"Finalmente, la igualdad de derechos, que tanto se pregona y exagera, debe, sin duda alguna, admitirse en todo cuanto atañe a la persona y dignidad humanas y en las cosas que se derivan del pacto nupcial y van anejas al matrimonio; porque en este campo ambos cónyuges gozan de los mismos derechos y están sujetos a las mismas obligaciones"
Léete esta varias veces, gringo.
"Y si en alguna parte, por razón de los cambios experimentados en los usos y costumbres de la humana sociedad, deben mudarse algún tanto las condiciones sociales y económicas de la mujer casada, toca a la autoridad pública el acomodar los derechos civiles de la mujer a las necesidades y exigencias de estos tiempos, teniendo siempre en cuenta lo que reclaman la natural y diversa índole del sexo femenino, la pureza de las costumbres y el bien común de la familia"
Otra perla sobre la misoginia de Pío XI para gringo.
"Esta naturaleza sagrada del matrimonio, tan estrechamente ligada con la religión y las cosas sagradas, se deriva del origen divino arriba conmemorado; de su fin, que no es sino el de engendrar y educar hijos para Dios y unir con Dios a los cónyuges mediante un mutuo y cristiano amor"
¿Dónde está la discriminación aquí?
Otra de profecías (en el sentido veterotestamentario):
"De una parte, contemplamos los matrimonios protegidos y salvaguardados por el vínculo inviolable; de otra parte, vemos que los mismos pactos matrimoniales resultan inestables o están expuestos a inquietantes sospechas, ante la perspectiva de la posible separación de los cónyuges o ante los peligros que se ofrecen de divorcio. De una parte, el mutuo afecto y la comunión de bienes admirablemente consolidada; de la otra, lamentablemente debilitada a causa de la misma facultad que se les concede para separarse. De la una, la fidelidad casta de los esposos encuentra conveniente defensa; de la otra, se suministra a la infidelidad perniciosos incentivos. De la una, quedan atendidos con eficacia el reconocimiento, protección y educación de los hijos; de la otra, reciben gravísimos quebrantos. De la una, se evitan múltiples disensiones entre los parientes y familias; de la otra, se presentan frecuentes ocasiones de división. De la una, más fácilmente se sofocan las semillas de la discordia; de la otra, más copiosa y extensamente se siembran."
"Sea cual fuere lo que otros, ya de palabra, ya por escrito, quieran afirmar y propagar, se decreta y sanciona para los cónyuges lo siguiente, a saber, que en todo lo que al matrimonio se refiere se sometan a las disposiciones divinas: en prestarse mutuo auxilio, siempre con caridad; en guardar la fidelidad de la castidad; en no atentar jamás contra la indisolubilidad del vínculo; en usar los derechos adquiridos por el matrimonio, siempre según el sentido y piedad cristiana".
"Todo esto, Venerables Hermanos, depende, en gran parte, de la debida preparación para el matrimonio, ya próxima ya remota. Pues no puede negarse que tanto el fundamento firme del matrimonio feliz como la ruina el desgraciado se preparan y se basan, en los jóvenes de ambos sexos, ya desde su infancia y de su juventud. Y así ha de temerse que quienes antes del matrimonio sólo se buscaron a sí mismos y a sus cosas, y condescendieron con sus deseos aun cuando fueran impuros, sean en el matrimonio cuales fueron antes de contraerlo, es decir, que cosechen lo que sembraron; o sea, tristeza en el hogar doméstico, llanto, mutuo desprecio, discordias, aversiones, tedio de la vida común, y, lo que es peor, encontrarse a sí mismos llenos de pasiones desenfrenadas. Acérquense, pues, los futuros esposos, bien dispuestos y preparados, al estado matrimonial, y así podrán ayudarse mutuamente, como conviene, en las circunstancias prósperas y adversas de la vida".
"A la preparación próxima de un buen matrimonio pertenece de una manera especial la diligencia en la elección del consorte, porque de aquí depende en gran parte la felicidad o la infelicidad del futuro matrimonio, ya que un cónyuge puede ser al otro de gran ayuda para llevar la vida conyugal cristianamente, o, por lo contrario, crearle serios peligros y dificultades. Para que no padezcan, pues, por toda la vida las consecuencias de una imprudente elección, deliberen seriamente los que deseen casarse antes de elegir la persona con la que han de convivir para siempre; y en esta deliberación tengan presente las consecuencias que se derivan del matrimonio: en orden, en primer lugar, a la verdadera religión de Cristo, y además en orden a sí mismo, al otro cónyuge, a la futura prole y a la sociedad humana y civil, que nace del matrimonio como de su propia fuente. Imploren con fervor el auxilio divino para que elijan según la prudencia cristiana, no llevados por el ímpetu ciego y sin freno de la pasión, ni solamente por razones de lucro o por otro motivo menos noble, sino guiados por un amor recto y verdadero y por un afecto leal hacia el futuro cónyuge, buscando en el matrimonio, precisamente, aquellos fines para los cuales Dios lo ha instituido."
"Cuando con todo esto no se lograse cubrir los gastos que lleva consigo una familia, mayormente cuando ésta es numerosa o dispone de medios reducidos, exige el amor cristiano que supla la caridad las deficiencias del necesitado, que los ricos en primer lugar presten su ayuda a los pobres, y que cuantos gozan de bienes superfluos no los malgasten o dilapiden, sino que los empleen en socorrer a quienes carecen de lo necesario."
Gracias, gringo, por recordarnos una verdad evidente: los católicos leemos muy poco nuestro magisterio. Haciéndolo seremos mejores cristianos, y desde luego, pésimos progresistas.
Y Ricardo, a mí no me han sometido nunca mis padres, ni ningún jefe, ni ¡hasta ahí podíamos llegar! personalidades del Estado, y me parece que a nadie de los que por aquí venimos nos han sometido. ¡Ya quisiera Zp y demás someter a la Iglesia y a los católicos!.
A ver si ahora ha quedado claro a qué me refiero con someter, que por cierto, es lo que hoy en día se suele entender.
Un cordial saludo.
Vale, lo dejamos, en realidad creo que no estamos tan en desacuerdo en el fondo, es mas bien lo que dices, una cuestión semántica. Seguramente yo preferiría utilizar otra palabra para referirime a lo mismo que te refieres tú. Y como he dicho, en el fondo estaríamos de acuerdo.
Un cordial saludo.
¿Y no será que tu no sabes escribir y explicarte?, o,¿acaso es que no tienes claro lo que crees que tienes y por eso no lo sabes explicar.?
Si tu forma de ser mujer es el insulto a quien te replica no mereces, como persona, la pena.
Fin contigo por mi parte, ¡que te vaya bonito!.
Babel puro.
Yo lo tengo muy claro, como también tengo muy claro quién eres tú y de lo que vas, así que de insultos nada, solo lo que te mereces.
En la Casti Connubi que tan acertadamente ha traído Luis I está todo lo que debe ser un matrimonio cristiano, y creo que tanto tú como yo estamos plenamente de acuerdo con lo que dice. Por mi parte prefiero traducir el término someter por confiar (ya que se obedece a quien se ama y/o en quien se confía), pero exceptuando ese detalle, por lo demás totalmente de acuerdo. Y es una hermosa encíclica que cualquier matrimonio cristiano debería tener como lectura habitual.
Un cordial saludo.
Cuando una palabra como "sometimiento" queda vacía de contenido real porque ya muy pocos se someten por amor a Dios (moneda rarísima en esta sociedad), ¿puede extrañar que se la use con sentido diverso, asimilándola en este caso a esclavitud servil y forzada, a tono con los prejuicios ideológicos al uso, que detestan no sólo el sometimiento por amor a Dios, sino incluso a Dios mismo?
Creería que no.
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Terminado que hube de escribir el comentario anterior, entro en el blog del p. Iraburu y me encuentro con ésto. Pues aquí está buena parte del meollo : si es la sociedad toda (o casi) la que no quiere someterse a Dios, ¿puede asombrar que las mujeres no quieran someterse a sus maridos? ¿O incluso que los maridos renieguen de ese servicio, de esa responsabilidad, imbuidos como están del enervante liberalismo?
Pero si tu confías en el buen juicio, en la recta formación (también moral), etc...de otra persona pues entonces sí que sometes tu parecer al de esa persona. Si no existe confianza en el matrimonio, ¿qué obediencia puede darse?. Pues ninguna, y no digamos si el marido es un borrachuzo, un drogadicto, un jugador, etc...pues ahí lo que conviene, por el bien de los hijos, es no obedecer (desde luego ayudarle, pero "la bolsa" a buen recaudo, que son capaces de dejar a la familia en la calle). ¡En fin, que es el marido, por sus cualidades, el que se tiene que ganar esa confianza o ese "sometimiento" voluntario de la esposa. Y si eso pasa, pues mira, es lo más natural del mundo y ya no hace falta hablar de ningún sometimiento.
Un cordial saludo.
Disposición al sacrificio que era connatural a los "pater familias" cuando aún el liberalismo no había sentado sus reales en la sociedad.
Y esto incluso en familias no cristianas.
Vaya tesoro que me has hecho descubrir gracias a la transcripción de Nachet. Nunca te lo agradeceré bastante.
Y por supuesto, mil gracias, Nachet. Menuda maravilla.
De nada.
A mí me encanta leer encíclicas para recordar lo que supone la Iglesia para el mundo moderno.
Además de la Casti connubii, suelo repasar la Mirari vos de Gregorio XVI o los documentos de la época de Pío XI conocidos como Non expedit. Son reveladores de la actitud de la Iglesia hacia la democracia y las libertades.
Por ejemplo decía el bueno de Gregorio en lenguaje apocalíptico:
" [sobre la libertad de conciencia] De esa cenagosa fuente del indiferentismo mana aquella absurda y errónea sentencia, o mejor dicho locura, que afirma y defiende a toda costa y para todos la libertad de conciencia. Este pestilente error se abre paso, escudado en la inmoderada libertad de opiniones, que para ruina de la sociedad religiosa y de la civil, se extiende cada día más por todas partes, llegando la impudicia de algunos a asegurar que de ella sigue gran provecho para la causa de la religión.(...)
[sobre la libertad de imprenta] Debemos tratar también en este lugar de la libertad de imprenta, nunca suficientemente condenada, si por tal se entiende el derecho a dar luz púlica a toda clase de escritos; libertad por muchos deseada y promovida.(...)Enteramente disinta fue siempre la disciplina de la Iglesia en perseguir la publicacción de los malos libros, ya desde el tiempo de los aóstoles: ellos mismos quemaron públicamente un gran número de libros.(...).
A esto atendieron los padres de Trento, que para poner remedio a tanto mal, publicaron el salubérrimo decreto para hacer un índice de todos aquellos libros que por su mala doctrina deben ser prohibidos. (...)"
Ea, buscad el texto completo y que os aproveche. Y ya sabeis, vuestras mujeres que os obedezcan, y nada de pensar por vuestra cuenta.
Así, se pasa de una lista negra a una lista blanca, lo cual hoy por hoy es lo único viable, teniendo en cuenta la avalancha siempre creciente de ofertas culturales.
La sociedad actual no está afligida por "la misoginia y la homofobia", como dice la propaganda izquierdista. Los verdaderos problemas sociales son la MISANDRIA y la FETOFOBIA.
¿Qué personas más maltratadas en nuestra sociedad que los hombres y las personas fetales?
Que te aproveche, Gringo.
Paz y bien.
1.- La madre es figura insustituible en relación con los hijos, nos guste o no.
2.- PERO esa misión y el gran trabajo de la madre en casa, no se han valorado en forma suficiente. Recuerdo que el cabeza de familia era el varón, el trabajo importante era el suyo. Lo de la mujer, pues en fin, eso no era trabajo de importancia... Y el dueño del dinero era el marido, que lo ganaba, no ella.
3.- Para terminar, en ciertos casos, con que a los más de 60 años el varoncito se iba por ahí y la pobre mujer se quedaba como se quedaba.
¿ A alguien extraña que las mujeres acabasen más que hartas y reclamando la misma autonomía ?
Yo siempre repito lo mismo: si el trabajo de la mujer en el hogar hubiese estado debidamente valorado no sólo por el marido sino también por la legislación, si el marido y la mujer hubiesen sabido formar una comunidad de iguales que se sirven recíprocamente porque se aman... no habríamos llegado a los extremos actuales.
Releed la " Mulieris dignitatem ". Hay párrafos maravillosos sobre la contribución necesaria de la mujer, no sólo a su familia sino a la sociedad.
: )
Amaos los unos a los otros... (o amarás a tu prójimo como a tí mismo).
Nota del B. Gregorio I se columpió hace nada menos que quince siglos en ese tema. Según la autora Paula Lawlor, a quien ayudé a traducir un libro sobre el tema, dice " En 1969, la Iglesia Católica admitió que la imagen de María Magdalena de prostituta reformada no es apoyada por el texto bíblico y revisó el Misal Romano y el Calendario Romano y ahora su día de fiesta es celebrado con el evangelio de la Resurrección donde María Magdalena fue la primera en ver al Señor Resucitado y éste le dijo que fuera a avisar a los apóstoles".
Lo dicho: qué mala es la Iglesia. La primera en ver a Cristo Resucitado es una mujer, no un apóstol.
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