Milagro en la Feria de San Isidro
No es que a uno le dé mucho por el mundo taurino, aunque defienda la Fiesta Nacional con la dignidad que se merece, ni tampoco porque coincida en las fechas, pero a veces en otra arena, la política, los dudosos protagonistas sueltan embestidas que ni un “Miura” oiga… Hoy le ha tocado a un cabestro que sabe que, por su enemistad con los jerifaltes del Partido “socialista obrero” Español le quedan dos telediarios. Ha decidido que en esos dos telediarios va a salir, y va a salir haciendo el ridículo, ni más ni menos.
Ridículo, porque yo no sé qué hace un don nadie, apenas conocido en su casa a la hora de comer y, desde luego, completamente anónimo más allá de las fronteras de Madrid, opinando sobre temas que competen al estado. Envalentonado, quizás por que el ala catalana del PSOE cada día manda más, quizás haya pensado que él también puede hacerse perdonar ese pecado mortal en la política española que es la disidencia con el Líder Supremo, dando caña a los de siempre, que ya se sabe que no se defienden.
Tomás Gómez hace gala de la profunda ignorancia que caracteriza a su cuadrilla, y utiliza prejuicios comunes que no por mucho ser desmentidos, dejan siendo esgrimidos por nuestros enemigos. En un desglose simple: Dice que “la Iglesia recibe 253 millones del Estado". Que la Agencia Tributaria los recaude, no significa que sean suyos. Ya sé eso de que “el dinero público no es de nadie", pero es que resulta que esos millones SÍ son de alguien: todos aquellos que marcan su X en la Declaración de la rente. Eso por no hablar de lo que la Iglesia ahorra al estado en labor asistencial, educación, sanidad… 30.000 millones de Euros. Si acaso Gómez, el Estado debería pagar a la Iglesia esa diferencia abismal, que la misma no reclama porque no es pesetera como tú.
El colmo de la cara dura no es sostener estas ideas peregrinas, sino decir que la financiación a los partidos (curiosamente, también a través de los impuestos, pero sobre lo que no se deja pronunciarse a los ciudadanos) es “garantía de independencia". Se busca, quizás, que no se parezca nuestro sistema al norteamericano, donde una gran empresa puede favorecer a tal o tal partido… Lo que se nos olvidó es que en EEUU cada congresista y senador responde a sus votantes, no a su “jefe de filas". No elegirán directamente a sus presidentes, pero es un sistema bastante más democrático que el nuestro donde los impuestos, además de financiar una maquinaria estatal tan enorme como ineficiente, tiene que dar de comer a una casta, cuyos miembros en buena parte jamás se han dedicado a otra cosa que el ejercicio profesional de la política. Muy “democrático", sí señor.
Pero en España dejamos pasar todo. ¿Atacan a la Iglesia? vale. ¿Nos roban y se enriquecen? vale… Pero ay del día que nos falte el pan. Porque este país solo se mueve con la tripa vacía, y no suele hacerlo con poco estruendo, señoritos.
Acusaciones y lugares comunes. Eso es todo lo que este político puede esgrimir. Le recomendamos más bien poco el ejercicio de la abogacía, si es que alguna vez se dedica a otra cosa que no sea vivir de los ciudadanos. Su casta sí que vive del cuento, y no la Iglesia…
8 comentarios
JCA: Prevaricar está volviéndose algo tristemente común en nuestro país... Desde el último ayuntamiento hasta un juez de la Audiencia Nacional. Creo que nuestro descenso en todos los ranking internacionales está más que justificado.
¡Ojalá pudiéramos evitar pagar a los partidos y a los sindicatos! ¡Sean ustedes valientes, pidan al Gobierno que ponga dos cruces más en la declaración de la renta! La primera para que quién lo desee dé su dinero a los partidos y, la segunda, para dar su dinero a los sindicatos. Sería muy interesante ver lo que ocurre. ¡Ánimo, sea claro y decidido! Y no siga por el camino de la demagogia barata y cutre.
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