Bien por Málaga
Está claro que los seminarios españoles, en su inmensa mayoría tienen mucho trabajo por hacer. Desde que se proclamó la “primavera eclesial”, no ha cesado de bajar la cifra de seminaristas, y solo en años muy recientes el repunte parece darse. Pertenezco a una generación de españoles a los que Juan Pablo II tuvo bien cerca desde el inicio de su pontificado (ávido lector, como era, de San Juan de la Cruz), y que vio en lo que nuestra sociedad se estaba convirtiendo. No es exagerado proponer que buena parte de los seminaristas que hoy tenemos en los seminarios españoles le deban al Magno el paso definitivo que tomó su vocación. Y más de uno después de alguna JMJ.
En Hispanidad.com leo que el Seminario de Málaga tendrá una jornada “de puertas abiertas” el 21 de este mes. No será el único. Efectivamente, no se puede amar lo que no se conoce, y es vital que, ya que los seminarios menores no sé yo si tendrán mucho tirón, al menos que conozcan la ‘primera división’, y que sepan los jóvenes como es la vida de seminarista.
Presentar un seminario, desde luego, siempre es jugársela, porque pone al descubierto los aspectos buenos y los aspectos malos. Leo por las estadísticas que ofrece la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (cuyo secretario, Don Ángel, es sencillamente un ‘crack’, aprovecho para decir), que el Seminario Mayor de Málaga tiene 19 seminaristas en este curso. Se fueron 3, entraron 4 y se ordenaron 2 en 2009. No me parecen unas cifras malas para la que está cayendo, y de hecho con tener un ‘superavit’ de seminaristas, ya es para darse un canto en los dientes. Por supuesto, no es comparable con las cifras de Madrid (123 seminaristas, 16 nuevos, pero 11 abandonos), Toledo (71 seminaristas, 14 nuevos, cinco abandonos), y el mejor parado de España, Terrasa, (40 seminaristas, 10 nuevos este año y ningún abandono), pero ahí está, ahí está.
Sin ser por tanto de la ‘Champions’, por hacer un símil futbolístico –que no es que me guste, pero a lo mejor me explico mejor así- Málaga va desenvolviéndose con su seminario. No quiero mirar muy atrás por no juzgar a gestores anteriores, pero sólo diré que en Málaga se trabaja con lo que se tiene, y desde el Cardenal Herrera Oria, aquello no ha sido lo mismo –que le vamos a hacer-.
Esta jornada servirá para dar un poco de aire a este seminario 2.500 chavales van a ver de primera mano el sitio. Creo que no es mala iniciativa, aunque recomendaría a los colegios, o a quien haya promocionado la iniciativa, que no se quede solo en el seminario diocesano, que la vida de la Iglesia también se ve en otros lugares, y, experiencia manda, cuanto más doctrinalmente fiel es el entorno, más vocaciones suscita. Ahí están en Italia y Francia los seminarios del Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote y del Instituto del Buen Pastor para avalar lo que digo.
Bien lo sabrán mis lectores andaluces que el trabajo que queda por hacer es mucho. “la míes es mucha y los obreros pocos” (Lc 10, 2), pero en medida de que su obispo, Monseñor Catalá, siga trabajando para reformar su diócesis, verá como el Señor le premia con buenos seminaristas.
Y no, hoy no me meto con el tema de la misa. Hoy no toca.
9 comentarios
Aunque discrepo contigo de la actual situación del Seminario. En realidad los datos del seminario de Málaga son pavorosos, y sin entrar en detalles, nivel de estudios, de discernimiento, etc. sólo por comparación con diócesis no ya pujantes como la de Córdoba, que con la mitad de población tiene 40 seminaristas, poco más del doble que Málaga, sino diócesis medias como Ciudad Real, tienen los mismos seminaristas que Málaga, y casi con sólo un tercio de la población de Málaga, la igual en número de seminaristas.
Si comparamos con otras provincias andaluzas, no es que tengan más seminaristas Sevilla y Córdoba,sino que también en números absolutos nos supera también Cádiz, y en números relativos, considerando la población, nos superan todas las diócesis de Andalucía, porque la que menos tiene es Guadix con 7, pero es que sólo tiene 110,108 habitantes, mientras que Málaga cuenta con 1.586,963, casi quince veces más habientes. Así que el seminario de Málaga es el peor, con diferencia, de toda Andalucía.
Por algo Mons. Catalá está donde está ¿no?
La episcopolatría no es buena, créeme, a Mn Catalá no le conocen, en Málaga, ni en su casa a la hora de comer.
Norberto: Pues el obispo que tienen. Si me explicas un poco, le veo el sentido al comentario.
Habrá que poner como ejemplo el seminario de Toledo, el de Madrid, el de Córdoba, pero el de Málaga, parece que no.
La frase, Miguel, denota admiración, cercana a la devoción por D. J. Catalá, y ésta media un paso, del episcopi cultus, de ahí mi comentario.
Lo que el actual obispo tenía que haber hecho cuando llegó a Málaga, aún no lo ha hecho y han pasado ya 15 meses desde que llegó. Aunque eso sí: no se pierde la esperanza.
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