El Misalito de Don José
Querido amigos,
Como os contaba en los comentarios del último post, he estado de retiro, concretamente en la Sierra de Madrid con el Opus Dei. Ya me habían metido el gusanillounos amigos y un sacerdote que conozco, y he aprovechado este fin de semana, que me venía un poco mejor que cuando fueron ellos. Por supuesto, he sacado propósitos y “mirado p’adentro", que para eso se va, pero también he hecho, al salir, unos buenos contactos, y me quiero detener sobre el más entrañable de todos ellos. Por supuesto, Don José.
Tengo una mala costumbre, que es la de hablar con total impudicia, a tiempo y a destiempo, de lo mucho que me gusta la forma extraordinaria del Rito Romano. Eso entre jóvenes me cunde bien poco, aunque se digan “católicos", y si pertenecen a alguna comunidad más o menos cerrada ya ni te digo. Pero esta suerte de apostolado me ha hecho ver que en gente menos condicionada por prejuicios tontos, gente con inquietudes, de todas las edades, pues se puede sembrar la semillita de la Liturgia de antaño. Es el caso de a quien dedico el post, un señor mayor, casado y probablemente con una buena tropa de nietos.
A este retiro, no sé demasiado bien porqué (o más bien ’si lo sé, pero no lo digo’), me llevé en el petate uno de los Misalitos que usamos habitualmente en la Misa del Instituto Cristo Rey. Con fotos, a color… Vamos, que “muy currao". A todo esto el primer día de retiro llega el reparto de tareas, y a Don José le mandan dirigir el Ángelus.
Cual fue muy sorpresa que ahí, un ancianito que parecía no haber roto un plato en su vida reza los tres ave marías en Latín y termina con la oración en el mismo idioma:
Oremus. Gratiam tuam, quaesumus, Domine, mentibus nostris infunde; ut qui, Angelo nuntiante, Christi Filii tui incarnationem cognovimus, per passionem eius et crucem ad resurrectionis gloriam perducamur. Per eumdem Christum Dominum nostrum.
Por supuesto, yo encantado, pero no debió de parecerle lo mismo ni al director del retiro, que lo dirigió al día siguiente, jeje. Hablándolo con Don José me diría después “es que yo lo rezaba así con mi padre, llevo toda la vida rezándolo así, y no me lo sé en castellano". ¡Toma nísperos, Pascuala!
Total que el último día antes de salir, subo a mi cuarto, cojo el misalito y se lo doy. Créanme ustedes que nunca he visto a una persona más feliz. Sonriendo de oreja a oreja, riéndose a ratos, y disfrutando con cada página que leía. “Y eso que no me acordaba que había dos confiteor” me decía. Y es cierto. Evidentemente, no tengo edad para saber si antes se decía uno o dos. A ver si alguien puede ayudarnos a echar luz sobre el asunto.
Dios escribe recto con renglones torcidos, está claro. Que la providencia me haga llevar un misalito a un retiro del Opus, con las pocas ganas que le tienen a la forma extraordinaria, pues es ir un poco buscando las cosquillas a la gente. Pero que luego varios se me hayan interesado por el tema, me da bastante esperanza, y me reafirma que esto del Motu Proprio podrá no ir muy lejos sin obispos ni curas, pero que si los fieles no conocemos el tesoro que nos está dando Benedicto XVI, evidentemente, no saldrá de los museos catedralicios. Aunque solo sea para poner contentísimo a Don José.
Y eso que no hay semana que no oiga hablar de la fidelidad extraordinaria que tuvo San Josemaría a la Misa de San Pio V. Según tengo entendido, obtuvo permiso para poder celebrarla exclusivamente, y no la de 1969 (me resisto a llamarla de Pablo VI. Es como llamar a la ley del Aborto “de Juan Carlos I” solo porque la sanciona). Ojalá hubiese pasado ese amor a sus hijos espirituales, pero bueno… Algunos se mantienen fieles, aunque sea el segundo plano. No hay deshonra en decir que es un hecho, prácticamente, generacional de los primeros sacerdotes de la Obra.
Después de este fin de semana, soy especialmente optimista en esta cuestión. Tarde o temprano, a pesar de los desmanes que contaba en el último post, llegaremos a vivir la liturgia con total normalidad. Ahora, nos toca a los que vivimos en este tiempo la fase de un apostolado sincero, valiente, y propositivo, nunca imponiendo, y sobre todo, nunca haciendo de menos a quien no piense como nosotros. Si son fieles al Papa, si rezan por el Obispo de la diócesis, son tan hermanos míos como el que más. En todo caso, reza por ellos, no te metas tanto. Si tanta luz necesitan, se la va a dar Dios, no nuestros adjetivos.
22 comentarios
P. Nicolás, en la web del ICRSP en España hay formas de contacto para hablar directamente con quien lo hace. http://cristorey.eu/Contactar.htm . De otro modo, en cualquiera de las misas que realizan sus sacerdotes, puede usted pedirles un ejemplar. No se preocupes por acentos! Jaja.
Sí me extraña que al director del retiro no le gustase que el Angelus se rezase en latín, pues en el Opus Dei no hacen asco al latín. De hecho, tengo entendido que los numerarios del Opus Dei celebran la Misa de Pablo VI en latín.
Digo de Pablo VI porque es evidente que el Papa Montini era partidario de la reforma litúrgica, aunque él no aprobara los abusos cometidos. Pablo VI calificaba el apego a la liturgia tradicional como "obstinadas e irreverentes nostalgias por las formas del culto, dignas sin duda de los tiempos pasados".
Fernando: Sí, en teoría puede... Pero ¿Cuando ha sido la última vez que ha ejercido ese derecho? No quiero hacer comparaciones con Balduino y otros parientes suyos.
Nota del b. Efectivamente, su primera frase es muy clara: el Opus Dei está a lo que determine la Iglesia. Ahora, si un grupo de numerarios y supernumerarios pidiese que se celebrara una Misa de la forma extraordinaria, me imagino que no habrá sacerdote que objete. Después de todo, es parte del texto del Motu Proprio, ¿no?
Y créame: la forma extraordinaria no vale la pena únicamente por el idioma. Es la Misa con la que han rezado nuestros antepasados. 15 siglos de historia viva (y posiblemente más).
Yo había opinado que no creía que en el Opus Dei se fomentara el antiguo rito porque no me parecía necesario fomentarlo oficialmente.
Hermenegildo me contestó:
"Víctor: a Benedicto XVI sí le parece necesario fomentar la celebración del rito precedente; en caso contrario, no habría promulgado el Motu Proprio."
Y creo después de releerlo que el fin del motu proprio no es fomentarlo sino permitirlo y darle más amplia cobertura. Parece lo mismo pero no lo es. La diferencia es que un Obispo, parroquia, sacerdote o fiel puede sentir mayor o menor entusiasmo por el rito antiguo y no por eso está siguiendo más o menos los deseos del Santo Padre. Si un Obispo no hace nada por estimularlo no está incurriendo ni en más ni en menos. Otra cosa es si lo obstaculiza o, en caso de que hubiera fieles interesados, no les apoyara.
Que conste que ya me gustaría que se difundiera cuanto más mejor, y espero que se vaya normalizando, pero creo que no debemos buscar en ello un "casus belli".
Es más, el Santo Padre tiene en gran estima el rito precedente y considera que debe ser conservado (no como pieza de museo, obviamente): "Lo que para las generaciones anteriores era sagrado, también para nosotros permanece sagrado y grande y no puede ser improvisamente totalmente prohibido o incluso perjudicial. Nos hace bien a todos conservar las riquezas que han crecido en la fe y en la oración de la Iglesia y de darles el justo puesto".
Si no me he hecho entender da lo mismo, no intento crear ninguna discusión por pequeños detalles pues me doy cuenta que pensamos del mismo modo.
Que sepa que frecuentemente asisto a Misa en Latín y me gusta leer el evangelio en ese idioma y que todo lo que está haciendo el Santo Padre me causa gran alegría y esperanza.
Un saludo
http://www.unavoce.com.ar/front.php?id=82
Ojalá me equivoque en mis pesimistas previsiones y veamos pronto extendido el rito. La pregunta y respuesta del cardenal es exactamente la siguiente
"Entonces ¿Vd. sostiene que, aunque no haya un grupo consistente y estable, en un futuro se piensa ofrecer una de las Misas dominicales en el rito extraordinario?
«Diría que sí. Por otra parte esta posibilidad había sido ya aprobada por unanimidad en 1986, por una comisión cardenalicia en la cuál estaba presente el cardenal Ratzinger, pero entonces no llegó a ser operativa. Ahora mismo estaría seguro de que podría llevarse a cabo”
Mi desconfianza está en el condicional. Pero me has aclarado cual es la intención inicial del Santo Padre.
Muchas gracias.
Es raro que el Vaticano utilice expresiones imperativas; normalmente prefiere otras como: "debería", "conviene"... A buen entendedor, pocas palabras bastan, aunque, por supuesto, el Papa no va a mandar a la Guardia Suiza a obligar a los párrocos a celebrar todos los domingos la Misa de Juan XXIII.
En el Opus Dei se celebra misa con el de 1969, no así San Josemaría, que celebró con el de 1962.
Lo que Summorum Pontificum reivindica, para hacerlo más fácil, es el Misal de 1962.
Nota del B. Complimenti per lo spagnolo! Lo scrive molto bene. Ho appena modificato un' espressione che usa: "vetus Ordo" invece di "vecchio", che in spagnolo non si capiva.
Ahora bien: el Motu Proprio Summorum Pontificum tenía un periodo "de prueba" de 3 años. Ha sido un buen precedente para medir la temperatura y, temo, la fidelidad de fieles (valga la redundancia) y pastores. Veremos qué piensa el Santo Padre en Septiembre de 2009, pero el panorama es bueno, porque los que apoyamos el MP somos claramente un 'lobby' sano y organizado, hasta donde puedo ver.
Que no nos asuste la prudencia de unos, o incluso el desprecio de otros, en suma.
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