Cuestión de números

La manifestación de ayer reaviva las polémicas ya cuajadas sobre números. Que si 250.000, que si dos millones (nada menos…). Yo os puedo decir que desde la Cibeles la vista era impresionante. Allí donde mirara, gente por todos lados. Hasta la Puerta de Alcalá, por la calle homónima, por el paseo de Recoletos y hacia Neptuno sólo había una gran marea de gente con banderas, octavillas, pegatinas y coreando un canto a la vida sin ningún tipo de estridencias políticas. Sincero, claro y que no se dejó manipular por sigla o partido alguno.

Y es que sigo sin comprender la actitud de los que ahora defienden tanto la ley de 1985, y que en su momento eran los que se oponían a la misma. ¿Significa eso que cuando a PSOE le dé por proponer el aborto obligatorio universal el PP defenderá la ley actual? “HiPPócritas".

Hagamos un poco de memoria. El debate sobre una nueva ley para el aborto surge al calor de la actualidad (que no es rabiosa, señores periodistas), cuando se descubre las brutalidades cometidas en las mal llamadas clínicas abortistas en Barcelona, donde las chicas que querían abortar recibían un informe en blanco firmado por un “psicólogo” y otras barbaridades. Frente a una denuncia de irregularidades monstruosas se dio completamente la vuelta a la tortilla. En vez de hacer cumplir la ley (ya de por sí bastante dañina) o de endurecerla, van y proponen justo lo contrario, es decir, justificar el delito que se cometía. ¿Han vuelto a oir ustedes algo sobre todos aquellos a los que arrestaron en su día? No, ¿verdad?

Ayer decía el actor Eduardo Verastegui, con mucha razón, que el aborto es ante todo un negocio. Que los que mantienen este lobby no lo hacen por una falacia socialista como es el “progreso de la sociedad", o un supuesto amor a la misma, sino pura y llanamente por dinero. No me extrañaría, ahora que se han publicado las cifras de los patrimonios de nuestros tiranos, digo, gobernantes, que la ministra más pobre del equipo (ya quisiera este menda tener más de 300.000 euros en su cuenta corriente) no haya recibido algún tipo de beneficios “no contables” para apoyar esta iniciativa. Aunque conociendo la maldad innata de esa gentuza, esta racaille, como diría nuestro vecino galo, puede que hasta lo hagan gratis y todo. Mientras sea destruir la sociedad, ahí están nuestros políticos.

En esta cuestión, la verdad, tengo que renunciar a un optimismo a prueba de bomba. Estos son claramente signos de los tiempos en los que los hombres damos verdaderamente la espalda a Dios. Y a pesar de que nos reunamos dos o dos mil millones, van a seguir haciendo lo que les da la gana. Lo llamamos Democracia, pero como nunca en la Historia, hemos instaurado una plutocracia global que se ríe de moral, principios y solo vela por sus intereses materiales. Algunos, como Don Ricardo de la Cierva pueden ver la mano de la Masonería en todo esto. Aunque así fuera, que puede ser, el denominador común sigue siendo el de un grupo reducido de políticos que teje el destino de las naciones, y las lleva al camino de la auto-destrucción.

Al final, mientras haya culto, habrá esperanza. Por eso os pido que en Misa, aunque no la diga el cura, recéis esa parte de las Preces Leoninas que publica Dom Gregori María, en Germinans, en su último artículo sobre la forma Extraordinaria:

Oh Dios, nuestro refugio y fortaleza! Mira propicio al pueblo que a Ti clama; y por la intercesión de la gloriosa e inmaculada siempre Virgen María, Madre de Dios, de San José, su esposo, y de tus santos Apóstoles Pedro y Pablo, y de todos los Santos; Escucha misericordioso y benigno las suplicas que te dirigimos pidiéndote la conversión de los pecadores, la exaltación y libertad de ;a Santa Madre Iglesia. Por J. N. S. R/ Amén