Tiempo de despedidas
Ha comenzado el nuevo “curso” y nunca un mes de septiembre me había resultado tan movido, la verdad. Es un mes de despedidas. Algunas más públicas que otras, pero todas tienen su importancia.
Por supuesto, está la del Nuncio de Su Santidad en España, Monseñor Monteiro de Castro, a quien tuve el placer de saludar por última vez en el CEU, hace ya algún tiempo, durante el transcurso de mi master. Un hombre con sus puntos fuertes, y sus puntos flacos. Muy humano, y un nuncio al que se echará de menos en España. Pero no, no me quiero detener solo en él. Mucho se ha hablado del nuncio y hoy es su despedida. Me parecía importante mencionarlo.
La razón de este post es que se me han acumulado varias. La última ha sido la de la web de Una Voce Málaga, tan apreciada por los que navegamos la blogosfera “tridentina". Por razones personales, su hacedor se retira, y deja huérfanos (y no creo exagerar) a cientos y cientos de lectores diarios que debía de tener.
La web de Una Voce Málaga, ha sido desde su primer día un referente. Un compendio de lo más importante de la blogosfera católica, y con una atención especial a la forma extraordinaria. Y, para los que siempre andan diciendo que los “tridentinos” lo que queremos es suprimir el Novus Ordo Missae (o forma ordinaria), pues les remito a las preciosas fotos que publicaba D. José Luis de las muchísimas misas ‘ordinarias’ celebradas con la mayor dignidad. Pura ‘Hermenéutica de la continuidad’ con la que tanto machaco yo a mis pobres lectores.
Quizás serán las fotos lo que más eche de menos. Auténticas postales informáticas de la renovación en la tradición de la Iglesia. Desde aquí solo me queda despedirme de esa gran web. Pueden ustedes estar seguros que si vuelve a las andadas, seré el primero en hacerme eco de la noticia.
Auf wiedersehen, Pater Künkel
Ya en un plano más personal, y con mucha congoja, me tengo que despedir un sacerdote alemán, D. Marcus Künkel, ICRSP (el instituto que celebra habitualmente la forma extraordinaria en Madrid y Pamplona). Se nos va, tras el Capítulo General de su instituto, a tierras de mis (muy remotos) antepasados belgas, aunque celebrará la misa dominical en tierras anglosajonas. No me cansaré de decir lo bien que han acogido los obispos Católicos ingleses el Motu Propio Summorum Pontificum, del que el domingo que viene se cumplen dos años.
Se nos va un alemán que ronda los dos metros; que no ha dejado indiferente a ninguno de sus feligreses (y menos con sus “sermoncitos"), y al que le van a echar de menos en dos ciudades, nada menos. Su anecdotario en tierras hispanas es extenso. La experiencia acumulada de cinco años de sacerdocio. Políglota como pocos, aprendió sueco solo por darse el gusto de predicar en Estocolmo en la lengua de los lugareños (algo que hacía una vez al mes), y en una ocasión pudo saludar al Cardenal Rouco en su lengua natal, recordándole al Arzobispo de Madrid su tiempo en tierras teutonas.
Y eso por no hablar de los percances con su coche, camino de Pamplona…
No me queda más que mandarle un abrazo enorme, y desearle lo mejor en su nuevo destino, y que siga usted usando el birrete rígido español, que tan poco práctico resulta para los viajes. Se le va a echar de menos, Pater Künkel
7 comentarios
Estoy destrozado :(
El cerrar un blog nunca es un capricho. Yo mismo he cerrado, al cabo del tiempo, algunos ya, y siempre es una decisión que me ha costado. Mucho se ha especulado en otras partes sobre los motivos que han empujado esa decisión, y no siempre se ven salpicados por la polémica. Simplemente, cuando la vida te da un golpe fuerte, se necesita tiempo para asumirlo.
No voy a ser indiscreto: son razones personales. Pero quédese con que no responden absolutamente a una "intimidación".
Y sí, el P. Künkel es una gran pérdida para sus feligreses. Gracias a Dios, hoy en día es más fácil mantener el contacto. Creo que España no se le va a olvidar, jeje...
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