21.02.09

Los salvadores anónimos

En las inundaciones que sufrió Venezuela hace ahora diez años ocurrió un acontecimiento que un misionero me contaba hace unos días.

Hubo hechos heroicos para recuperar el Santísimo Sacramento de los sagrarios de las iglesias destruidas. Uno fue el rescate de las Sagradas Formas del sagrario de la iglesia de Los Corales, urbanización completamente arrasada por la avalancha. Su párroco Reinaldo Herrera, quedó malherido, además de perder a su madre y hermana, pero se dio cuenta de que había quedado en pie parte de la iglesia.

Otro sacerdote, Abelardo Bazó, acompañado de algunos jóvenes, llegó hasta allí en moto, el único medio que podía acceder a la zona. Se encontró solo la pared a la que estaba adosado el sagrario y un cuadro del Corazón de Jesús. Se arrodilló, rezó una Visita al Santísimo y procedió a forzarlo. Consumió las Formas Consagradas y dejó, para que no se pudiera pensar en un acto sacrílego, una nota: “¡Te hemos rescatado Señor, rescátanos a nosotros! Jesús te amo. 19-12-99″.

También en las playas de toda Andalucía se han celebrado actos recordando a esos inmigrantes que caen cada día al cruzar el mar buscando un vivir. Todo ha estado organizado por Andalucía Acoge y la asociación Pro Derechos Humanos, con motivo de cumplirse veinte años de los primeros cayucos desaparecidos tragicamente.

Andalucía Acoge cuantifica en 18,000 las victimas mortales desde la primera patera llegada a las costas del sur de España. En muchos lugares se arrojaron flores al mar y algunos rezaron por su eterno descanso.

La sangría de la inmigración sigue creando situaciones realmente dramáticas en las costas andaluzas. Estas personas desaparecidas han encontrado salvadores en los pescadores, en los agentes de la Guardia Civil, en los socorristas de la Cruz Roja, en los voluntarios de Cáritas y en mucha gente anónima que han rescatado a algunos muertos, a otros con unas hipotermias excesivas y fueron ingresados en los hospitales cercanos.

En todos los casos, nadie ha sacado a estos salvadores en las primeras páginas de los diarios, ni en los minutos iniciales de un informativo televisivo. Siempre se ha dado la noticia con una asepsia propia de quien está acostumbrado que cada equis dias aparezca una patera llena de seres humanos buscando un mejor nivel de vida. Salvar a estas personas, vivas o muertas, tambien es salvar a hermanos en la fe, a seres humanos creados a la misma imagen y semejanza de Dios, nuestro Padre.

Por lo tanto, nuestra intención hoy es reconocer a estos salvadores anónimos de personas en las aguas maritimas que rodean el sur peninsular. A ellos, como al sacerdote de Venezuela salvador del Sagrario de la iglesia, se les debe un profundo agradecimiento, además de destacar su ejemplo con grandes alabanzas.

Si los lectores amigos de El Olivo conocen algún caso de salvadores anónimos, pueden dejarnos su comentario si lo tienen a bien.

Tomás de la Torre Lendínez

20.02.09

Pinturas religiosas de ayer y hoy

Las palomas son las heroínas de esta historia. Si no fuera por su insistencia de meterse en los huecos de las catedrales y edificios antiguos, un grupo de restauradores nunca hubiera redescubierto un fresco renacentista del siglo XV. Los restauradores de arte que trabajaban en la catedral de Valencia, vieron cómo unas palomas salían de un hueco que resultó ser un techo falso. Intrigados por lo que habría detrás de ese techo, decidieron introducir una cámara digital para tomar fotos del interior. El resultado, un fresco italiano bien preservado que probablemente llevaba oculto unos 300 años.

Según los expertos, éste es uno de los ejemplos más importantes y tempranos del arte renacentista en España. El fresco, que representa a unos ángeles bañados por una luz azul, fue pintado por los italianos Francesco Pagano y Paolo de San Leocadio, a finales del 1400. Encargo papal. La obra fue encargada por Rodrigo Borja, un español que se convirtió en el Papa Alejandro VI en 1492. El techo falso que cubría la pintura era del período barroco y se cree que se construyó en el año 1670, como consecuencia de los cambios de gusto de los artistas de la época. Normalmente, los artistas barrocos raspaban los frescos renacentistas para luego cubrirlos con las obras barrocas. En este caso no se hizo así.
Obra de Evaristo Guerra

Otro pintor, siendo niño subía al cerro donde está la ermita de la Virgen de los Remedios, patrona de Vélez Málaga. Cuando podía, allí se plantaba, entre el salir de la escuela y repartir el pan de la panadería familiar, extansiándose en la contemplación de tan precioso entorno bajo sus pies y la Sierra Tejera muy al fondo. Y allí mismo el niño Evaristo Guerra hablaba con la Virgen.

Ya de mayor y consagrado como un gran pintor, doce años dedicó el pintor de los olivos y almendros en flor a pintar los mil doscientos metros cuadrados de paredes por amor a su patrona y por amor al arte, abandonando demasiado su estudio en Madrid, las exposiciones y los encargos de obras suyas de las que vivían los suyos.

Hoy, Evaristo está contento: sus años colgado sobre andamios y de trabajos en solitario son su humilde ofrenda religiosa y también su legado de un paisaje sin igual, plasmado en un arte que la cautivaba ya desde niño.

En el arte religioso de ayer como en el de hoy encontramos la mano del artísta cristiano, dejando para la posteridad obras que nos hablan de un mensaje permanente de fe, de amor y devoción sagrada. Así es como la Iglesia siempre seguirá siendo mecenas del arte, lo mismo en una sencilla cofradía, que en una ermita, que en una parroquia rural o urbana, que en un catedral. Porque el arte y la fe en el Señor son inseparables.

Para el lector de El Olivo, para el amigo y visitante de esta página, ¿encuentra, usted, en su vida cómo el arte le conduce a lo que representa una imagen o un cuadro?. Deje aquí su comentario, si tiene a bien hacerlo.

Tomás de la Torre Lendínez

19.02.09

En el techo de la peninsula

Acabo de llegar a la casa. He pasado el día con un grupo de cien alumnos en Sierra Nevada. Hemos visto la belleza de Dios expresada en la nieve, muy abundante este invierno. Una altura de cuatro metros nos rodeaba a nivel de suelo. En la Hoya de la Mora, todos hemos tomado trineos de descenso y hemos emulado a los profesionales del esquí, un deporte dificil y costoso de mantener.

En una de las subidas hemos estado en la capilla de alta montaña, dedicada a la Virgen de las Nieves. El blanco manto la cubría, excepto el punto donde se juntan los dos vierteaguas que la cubren por completo. Allí hemos rezado por tantos deportistas de élite y aficionados que les atrae la nieve.

En bastantes casos han dejado su vida estrellada en el frio hielo, o en otras han conseguido una rotura de un hueso de una las extremidades. Gracias, a Dios, hoy hemos vuelto todos sanos y salvos a las casas propias.

Cuando se visita el macizo montañoso más grande de la peninsula ibérica pleno de nieve, es un placer para la vista, cuando el autobús lentamente se acerca hasta el lugar donde puede llegar. Todas las miradas las hemos colocado en el magnetismo que atrae desde los esbeltos picos del Veleta y del Mulhacén.

En el techo de esta peninsula, cuando se piensa y se actúa en cristiano, la mente se desplaza, por la vía de la fe en Dios, hasta el gran llamamiento que nos hace de cuidar este planeta que nos regaló para que vivieramos en él y no lo destruyeramos.

Allí arriba piensa uno en que está más cerca del Señor, que nos hizo un regalo tan hermoso como la propia obra de la creación, tan perfecta y armoniosa, para que todos los seres humanos convivamos y hagamos a diario este mundo más justo y habitable para todos.

Quiero terminar con un poema de mi amigo don Rafael Alfaro, sacerdote salesiano, quien en su obra Mi fe de vida, en la página 21, tiene una composición titulada Tierra enamorada:

….Ha enseñado sus manos como mapas
abiertos, y ha contado
hombres, ciudades, rios, cielos mares.

Los tenía en sus labios cuando hablaba.
Los tenía en sus ojos convertidos en luz
Los tenía en su pecho como un nido interior.

Nunca un hombre tan propio y tan ajeno,
podía ser un árbol, podía ser un ave.
Nuestras eran su cercanía o su distancia
igual que su palabra y su silencio.

Se ha asomado al balcón.
Ha alzado su mirada hacia los astros
y la mano en el pecho, ha dicho por tres veces:
!Oh, tierra, tierra, tierra enamorada¡.

Como siempre invitamos al lector a expresar, si conoce Sierra Nevada, a dejar sus comentarios sobre el soberbio altar donde está Dios y María Santisima de las Nieves.

Tomás de la Torre Lendínez

18.02.09

Resumen de una conversión

El matrimonio amigo, compuesto por Francisco Sanjuan Gómez y Amalia Antúnez López, me envían un correo electrónico, cuyo contenido me permiten publicar:

“Ser un importante actos de Hollywood no implica darle la espalda a Dios. Un claro ejemplo de ello es el actos Mark Wahlberg, conocido por películas como “The Shooter", filme que se encuentra actualmente en cartelera, “Infiltrados", por el que ha sido nominado al Oscar, “La tormenta perfecta” y el remake de “El Planeta de los simios", una producción de Tim Burtom.
Mark Wahlberg

Mark Wahlerg se encuentra actualmente en la cúspide de su carrera cinematrográfica y él mismo justifica este momento gracias a su reencuentro con Dios en la Eucaristía. De este modo, Mark Wahlberg afirma que asiste a misa dominical y si es necesario interrumpe su rodaje, pero no deja de ir a misa. Dice que es mucho más importante que el trabajo.

No obstante, este actor de tan solo treinta y cinco años arrastra una adolescencia marcada por las drogas, la delincuencia y la calle, y asegura que logró salir de todo eso gracias a la fe católica, la que define como consuelo, sentido y todo, y como una puerta abierta a Dios. Estoy muy contento de despertarme a las nueve de la mañana en vez de ir a dormir a esa hora.

Por ello, es el creador de The Mark Walhberg Yout Foundation, que tiene como objetivo ayudar a aquellos jóvenes que se encuentren en situación de marginación para que mejoren la calidad de sus vidas y se destruyan las barreras que les impiden luchar para alcanzar sus más significativas metas.”

La conversión al Señor sigue manifestándose en personajes públicos. Este actor de cine es hoy un ejemplo más que colocamos en El Olivo.

Lo dejamos aquí para conocimiento de unos, para afianzarse otros, y para quien desee hacer algún comentario con plena libertad.

Realmente, vale la pena conocer esta valiente decisión de conversión al cristianismo en la persona de este gran actor de cine.

Tomás de la Torre Lendínez

17.02.09

La colonización intelectual en la Iglesia

La historia de la Iglesia en España de los últimos doscientos años ha tenido un fenómeno peculiar: la colonización intelectual. De modo singular, desde el Concilio de Trento, las diócesis habían adoptado el método ignaciano tanto para el aspecto espiritual del clero, como para la formación intelectual. La supresión de la Teología de las universidades hispanas creó la necesidad de contar con centros de estudios superiores que pudieran dar los grados académicos correspondientes a los que desearan alcanzarlos.

Normalmente fueron los seminarios instalados en los arzobispados los que concedían el bachiller, la licenciatura y el doctorado correspondiente en Teología. Con la creación de la facultad de teología en Comillas en manos de los jesuitas, y del colegio español en Roma, los diversos obispos mandaban a sus sacerdotes a estudiar a uno u otro sitio.

Los núcleos diocesanos se nutrían de los aspirantes a canongías, que tras unas reñidas oposiciones, tomaban posesión de sus vitalicios cargos que les abrían las puertas del seminario de la propia diócesis. Aquí ya empezaban a mostrarse los primeros atisbos de “cololnización intelectual".

Cuando Comillas tomó gran importancia, a principios del siglo XX, los curas que habían estudiado allí graduándose en Teología. Se les llamó “los comillenses". Este apelativo ya era expresión de los celos del resto del clero que estudiaba en un alicaido seminario diocesano, donde intelectualmente se les preparaba con un barniz bastante pobre.

Tras la Guerra Civil, se abrieron varias facultades de teología por España: Salamanca, Granada, seguía Comillas, más tarde Burgos, luego Barcelona, Valencia….hasta llegar hasta donde hoy estamos.

Tras el Concilio Vaticano II, muchos obispados desearon igualar al clero ofreciendole la posibilidad de estudiar en una facultad de teología a todos sus seminaristas. Aquello duró muy poco tiempo. Se volvió al seminario local y diocesano. Aquella vieja “colonización intelectual” de los canónigos venidos de otros lugares de España cesó al crearse los cabildos nombrados a dedo por los obispos diocesanos y perder muchas de sus responsabilidades jurídicas.

En los últimos veinte años estamos en una peculiar “colonización intelectual": consistente en enviar a los alumnos destacados de los seminarios a una facultad de teología cercana a la biografía del prelado de turno. Y en caso de inseguridad siempre está Roma, cabeza de la intelectualidad universal de la Iglesia.

Incluso, cuando el obispo local desea que sus presbíteros tengan un apoyo en la formación permanente del clero buscan la ayuda en profesores conocidos y cercanos a su biografía geográfica. Les da más seguridad en la ortodoxia o en la ortopráxis.

Esta “colonización intelectual” se ofrece también a los laicos, que en raros casos, llegan a observar esta manera de actuación cuando se ofrecen semanas de estudios teológicos, conferencias, jornadas en torno a equis o situaciones similares.

Y aquí nos encontramos en estos momentos. Esta “colonización intelectual” hoy es así. Cuando por la facilidad de las comunicaciones el clero se mueve, compra y lee, cosa que también hacen los laicos. Y, además, navegan por la red de Internet y encuentran lo que desean con entera libertad.

Me dirijo al lector de El Olivo: ¿conoce, usted, casos similares de “colonización intelectual"?. Déjelos por escrito, si lo desea.

Tomás de la Torre Lendínez