9.08.10

Cope apuesta por el deporte como motor de su existencia

En la radio en España, durante los últimos años, se ha operado una evolución interesante, donde el eje de la existencia económica de las cadenas ha cambiado según soplaba el viento.

Aquella radio de entretenimiento, de radionovelas, de fútbol dominguero, de coplas y discos dedicados, que llegó hasta la Transición se pasó a la radio noticias y de tertulias políticas. En aquellos años se llegó a la diversificación de canales: el musical juvenil; el de coplas españolas; el de música clásica; el de creación profesional; el de todo noticias…..

Las dos cadenas fundamentales: Ser y Cope disputaban su hegemonía y buscaban su diversificación. Cuando una tercera, Antena 3 Radio, intentó competir con las otras resulta que el pez grande, la Ser, se comió al pequeño y cerró Antena 3, cuya sentencia judicial está por cumplir.

El motor de la economía de las cadenas está en la política local, regional y mucho más nacional. La cadena Cope apuesta por esta línea cuando acoge a los naúfragos, incluido el deporte, de la extinta Antena 3. Esta fórmula la está llevando, también la competencia antigua y las que van naciendo como Onda Cero.

Han sido veinte años de gloria de la radiofonía política como motor de las cadenas de radio. Las estrellas están ocupando sus micros y la millonaria audiencia reporta excelentes rendimientos económicos.

La actual crisis financiera, desde 2008, ha girado la brújula hacia otro horizonte o eje de mantenimiento de las cadenas de radio: el deporte.

Los éxitos deportivos individuales o por equipos de todos los deportes, especialmente el fútbol, consiguiendo España ser campeona de Europa y el mes pasado del mundo, ha hecho que los ojeadores de la oferta económica hayan apostado por el deporte como motor esencial de las cadenas de radio.

En este momento nos encontramos hoy. Cope ha fichado a buena parte de la plantilla deportiva de la Ser. Ahora mismo están comiendo en Madrid los nuevos directivos deportivos de Cope con el Presidente de la cadena. La liga empieza dentro de unos días. Tiene que estar todo preparado para salir al aire cuando el balón eche a rodar.

Ahora, se apuesta por el deporte como ingrediente esencial de Cope. En cada boletín horario de noticias no faltará la parte deportiva. En los grandes programas de mañana, tarde o noche también entrarán.

Además, de una rentabilidad económica para la Cope, se busca, a la vez, rejuvenecer la audiencia de la cadena, suponiendo que los espacios deportivos los oyen gente de veinte años en adelante. Los estudiosos del asunto calculan que no se equivocarán.

Mi opinión personal es que habrá que dar un amplio margen de confianza a esta nueva situación estructural de la Cope. Por lo tanto, esperemos a ver lo que ocurre. La política ya no es el motor de la economía de la radiofonía, es el deporte.

Tomás de la Torre Lendínez

Diez años de un documento clave: Dominus Iesus

Empezamos con un texto clave:

“El perenne anuncio misionero de la Iglesia es puesto hoy en peligro por teorías de tipo relativista, que tratan de justificar el pluralismo religioso, no sólo de facto sino también de iure (o de principio). En consecuencia, se retienen superadas, por ejemplo, verdades tales como el carácter definitivo y completo de la revelación de Jesucristo, la naturaleza de la fe cristiana con respecto a la creencia en las otra religiones, el carácter inspirado de los libros de la Sagrada Escritura, la unidad personal entre el Verbo eterno y Jesús de Nazaret, la unidad entre la economía del Verbo encarnado y del Espíritu Santo, la unicidad y la universalidad salvífica del misterio de Jesucristo, la mediación salvífica universal de la Iglesia, la inseparabilidad -aun en la distinción- entre el Reino de Dios, el Reino de Cristo y la Iglesia, la subsistencia en la Iglesia católica de la única Iglesia de Cristo.”

Este texto pertenece a un documento que estos días ha cumplido diez años. Esta firmado por el cardenal Ratzinger y secretario de la Comisión de la Doctrina de la Fe, monseñor Bertone.

Hace diez años se daba a luz uno de los principales documentos emitidos bajo el Pontificado de Juan Pablo II, firmado por el entonces Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe -Cardenal Ratzinger-, la Declaración ‘Dominus Iesus’, sobre la Unicidad y la Universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia, ratificada y confirmada por la autoridad del Papa polaco.

Firmaba el muy importante documento no solo el Cardenal alemán sino también el entonces arzobispo emérito de Vercelli, secretario de la dicha Congregación, Mons. Tarcisio Bertone S. D. B., hoy Secretario de Estado vaticano.

La Declaración tenía como intención la de “llamar la atención de los Obispos, de los teólogos y de todos los fieles católicos sobre algunos contenidos doctrinales imprescindibles, que puedan ayudar a que la reflexión teológica madure soluciones conformes al dato de la fe, que respondan a las urgencias culturales contemporáneas", según las propias palabras del documento.

Quien desee leer una selección de partes del documento puede pinchar aquí.

La lectura recomendada y completa del documento está en la siguiente dirección web:

http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20000806_dominus-iesus_sp.html

La actualidad de este documento doctrinal aumenta a diario. Personalmente he vuelto a leerlo. Algo que recomiendo a todos los lectores de este blog. Actualizarán muchas verdades de fe. Algo que supone un soplo espiritual para nuestra propia fe. Esto es lo que me ha pasado a mí.

Tomás de la Torre Lendínez

8.08.10

Esperando ver salir el Sol

He visitado a varios enfermos. El último está preso de una depresión de dimensiones descomunales. He dado una vuelta por la red y he encontrado el siguiene vídeo que le he enviado. Y que cuelgo aquí para todos los lectores y amigos de este blog.

http://es.gloria.tv/?media=91952

Todos los días son para levantarse esperando ver salir el sol. Es el mejor deseo que podemos desearnos todos los hijos de Dios.

Tomás de la Torre Lendínez

Jóvenes en Santiago de Compostela

Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 25

Durante todo el fin de semana en Santiago de Compostela más de diez mil jóvenes españoles y europeos están reunidos haciendo una peregrinación ante el Apóstol.

Es un gesto con el fin de ganar las gracias espirituales propias del año santo compostelano. Y a la vez, es un anticipo de lo que ocurrirá en agosto del año próximo cuando se celebre la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, donde se juntarán
jóvenes del todo el mundo. Acontecimiento que se espera que supere todos los cálculos posibles.

Junto a la tumba del Apóstol, los jóvenes de España han encontrado siempre fuerzas para mantenerse en su vida cristiana. Es recordable aquella peregrinación de los años cuarenta, organizada por Acción Católica, donde muchos españoles vieron allí, en Compostela, muy clara su vocación al matrimonio o a la vida consagrada. He hablado con un cura que en aquellas fechas decidió entrar en el Seminario porque encontró que el Señor le llamaba a ser cura en la Iglesia Católica.

Otras generaciones, más jóvenes, han estado por Santiago, después, con ocasión de los viajes del Papa Juan Pablo II. Está en la retina de todos la estancia papal en la capital gallega en el año 1989, celebrando otra Jornada Mundial de la Juventud. Algunos encontraron allí su vocación dentro de la Iglesia también allí.

Los que hoy acaban su peregrinación, de la diócesis de Jaén, han estado presentes más de doscientos jóvenes, han tenido serios ratos de oración, de intercambio de experiencias y de gozo espiritual en la celebración de la Eucaristía. Algunos obispos han acompañado a sus
jóvenes para demostrar que el pastor está siempre donde están sus ovejas más jóvenes llenas de ansias de vivir su compromiso cristiano.

Ahora, a la vuelta, a la vida cotidiana estos jóvenes deben contar sus experiencias espirituales y humanas a sus amigos, y así convertirán en verdad indiscutible aquella de hace muchos siglos: el mejor pastor del joven cristiano es otro joven cristiano. El fin de esta misión es ir consiguiendo animar a otros chicos más para que el verano próximo el Papa Benedicto XVI, en Madrid, se encuentre con los dos millones de personas jóvenes que las mejores previsiones están barajando en la lenta preparación.

Los demás, padres, educadores, sacerdotes y catequistas, estaremos en la misión de siempre: seguir sembrando en los corazones juveniles que Cristo, Camino, Verdad y Vida es el único motivo de ser luchadores en la caminata cansina, que, a veces, se convierte la vida de las personas que buscamos ser mejores cristianos a diario. La herramienta para atornillar todas las piezas de la persona es la oración al Señor, siempre llena de perseverancia recordando las palabras del Señor: Todo lo que pidáis a mi Padre os lo concederá. Y yo añado: Si tenemos la fe suficiente en que es Cristo quien opera en nuestras vidas haciéndonos capaces de mover montañas.

Tomás de la Torre Lendínez

González de Cardedal, gran teólogo, medalla de oro de Salamanca

El abulense Olegario González de Cardedal es uno de los principales teólogos del último medio siglo en toda la Iglesia y su trayectoria docente y publicista ha estado ligado desde hace cuatro décadas con la ciudad de Salamanca.

El ayuntamiento de Salamanca concedió su máxima distinción, la medalla de oro de la ciudad, al sacerdote y teólogo Olegario González de Cardedal.



Abulense de origen de 75 años y 51 de sacerdocio, González de Cardedal ha sido catedrático de la Facultad de Teología de Universidad Pontificia de Salamanca y también profesor de la Universidad civil de dicha ciudad. González de Cardedal es también miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, autor de numerosos libros y artículos y fue miembro de la Comisión Teológica Internacional. Cuenta asimismo en su haber con otros muchos premios y distinciones.

Lo que más he admirado en el profesor González de Cardedal es que ha sido un teólogo de equilibrio, de serenidad, de ecuanimidad. Un amigo lo conoce como el teólogo tranquilo de todos los tiempos desde hace medio siglo.

Es verdad. Comenzó su sacerdocio en las puertas del Concilio Vaticano II. Se llenó del espíritu conciliar en una sabia dosis sin llegar a romper con el pasado teológico anterior y sin creerse que iba a descubrir la pólvora en el inmediato postconcilio.

En la etapa convulsa de aquellos años de poner en práctica el Concilio estuvo en la línea de permanente obediencia a las fuentes de la Fe, Sagrada Escritura y Tradición, sin coquetear con los aires de teología de la liberación y de la revolución que llegaron desde otros lugares de Europa y América.

Con Olegario, en Salamanca en aquellos años, estuvieron gente que después ha disparado y derivado hacia situaciones intelectuales teológicas que rayan en lo más raro para sí mismos y para su misión dentro de la propia Iglesia. Algunos llegaron a obispos y más valía que no hubieran accedido a la mitra, porque han sido pastores de sí mismos, en vez de las ovejas que se les encomendó.

Con el paso del tiempo, Olegario iba madurando su teología e iba iluminando con sus obras y sus conocidos artículos en la tercera de ABC los diversos vaivenes de la sociedad española y de la Iglesia Católica. Siempre he admirado el equilibrio y la ponderación de sus juicios de valor ético, moral y teológico. Los laicos se bebían y lo siguen haciendo lo escrito en el diario actual de Vocento.

Los obispos, elegidos por Juan Pablo II y Benedicto XVI, iban haciendo que la barca eclesial no estuviera escorada hacia un mismo sitio. Siempre encontraban en Olegario un valedor fuerte y seguro para llevarlo a las diócesis para charlas, conferencias, cursillos….a sacerdotes y laicos, quienes siempre valoramos ese sistema de centro que es propio del magisterio teológico del profesor González de Cardedal.

Ahora en plena madurez humana e intelectual recibe el premio de la medalla de oro de la ciudad de Salamanca. Es el pago civil a una misión docente de medio siglo. Olegario está, por méritos propios, en la dinastía de los mejores teólogos de la escuela salmantina desde el siglo de Oro.

Desde aquí le deseamos muchas felicidades y una larga vida para que siga ejerciendo como maestro, sacerdote, teólogo y pastor de la Iglesia del Señor.

Tomás de la Torre Lendínez