Unas monjas con wifi pirateado
Leo el articulo de Luis Fernando. Excelente. Los religiosos de la enseñanza hoy han perdido la esencia, la potencia y hasta el sentido común. Sigan leyendo para demostrarlo con un suceso.
Es una ciudad del interior de Andalucía. Un colegio de monjas, situado en zona de grandes edificios de viviendas. Tienen colgado el cartel de que no tienen plazas desde hace años. Es un centro concertado. Imparten Educación para la ciudadanía, en conexión al ideario colegial y con los preceptos del régimen chavista. Solamente existen dos monjas dentro del edificio. Están jubiladas por edad. La totalidad del profesorado son padres y madres de familia que comen de su trabajo educativo. Las dos religiosas están para vigilar “el carisma y el ideario” de la institución religiosa a la que pertenecen.
El verano que acaba han colocado un ordenador para dos alumnos en cada clase. Han puesto lo más rápido en las nuevas tecnologías para ahorrarse cables: Wifi. Pero, aquí está la situación, los vecinos de los bloques linderos han descubierto que sus portátiles y equipos de sobremesa pueden estar “enganchados a la red” usando el sistema implantado por las monjas. Muchos de estos “piratas” se han dado de baja en sus respectivos servidores.
Pero, como nada hay escondido que no llegue a saberse, un vecino acude a una tienda de informática situada en la misma calle del colegio. El vendedor le sirve su pedido, y le informa de la manera de estar “enganchado” al sistema colocado por las monjas. Él ni corto ni perezoso escucha, pero acude al capellán del colegio a contárselo. Este va al obispo, quien actua abriendoles los ojos a las monjas, que cándidas como palomas le responden: “Este asunto lo lleva la dirección y la asociación de padres, nosotras no entendemos de este tema".
Se ha descubierto una doble manera de actuar en la asociación de padres. Se ha encontrado toda una trama mafiosa en el tema. Ahora, otra empresa, está evitando que los vecinos puedan “piratear” la señal de la red de internet.
¿La vida religiosa está viviendo una travesía del desierto?. ¿Los colegios de religiosos concertados pueden estar en manos de unos presuntos delincuentes, aunque sean los padres de los alumnos?. Esta es la pelicula hasta hoy, el final lo desconocemos.
Tomás de la Torre Lendínez
13 comentarios
En la actualidad multitud de organismos público y centros de educación tienen una red WIFI abierta para todo aquel que, estando dentro del radio, la quiera utilizar.
En otro caso de lo que se podría hablar es de que la persona o empresa que les recomendó o instaló el sistema no les asesoró (o sí) adecuadamente sobre las posibilidades de tener un WIFI cerrado o público.
Ciudadano, lo que Tomás quiere decir es que esas monjas están de adorno y que el centro tiene de religioso sólo el nombre.
Es lo que ocurrirá con gran parte de los colegios de la FERE de aquí a unos 10-15 años.
1. Problema:
Los problemas de fe, formación y conducta afectan tanto a los titulares de los centros religiosos, como a profesores, alumnos y padres:
a) Si los centros de formación de sacerdotes y religiosos son deficientes, no es extraño que tengan problemas de fe, formación y conducta que afecten gravemente a su labor pastoral en los centros de formación de fieles, tales como colegios y parroquias.
b) Si los encargados de los centros de formación de fieles tienen problemas graves de fe, formación y conducta, no es extraño que los fieles también tengan problemas de fe, formación y conducta que afecten gravemente a sus familias.
c) Si las familias carecen tanto de la fe como de la formación que les pueda permitir acercarse a ella, es normal que, inmersas en el pragmatismo posibilista del día a día, también sufran problemas de conducta.
2. Solución:
Renovar la formación de seminarios, casas de formación de religiosos y colegios.
3. Obstáculo:
Seglares, sacerdotes, obispos, religiosos y superiores que se oponen, no se interesan, o no se esfuerzan lo suficiente para lograr los cambios necesarios.
4. Estrategia:
Agruparse entorno a lo que funciona y hacerlo funcionar mejor, reforzando la formación de la fe, la conducta y las capacidades técnicas de sacerdotes, religiosos, profesores, catequistas, alumnos y fieles en general.
5. Conclusión:
Si algo funciona bien ¡no discutas y arrima el hombro...!
Por otro lado, no estaría mal que se consiguiera que, ante la falta de vocaciones religiosas de hecho, las instituciones de enseñanza de ideario católico, continuaran de hecho con dicho ideario. No debiera ser tan complicado. El hecho de que sean laicos los que dirijan los colegios "en espera" de la vuelta de los religiosos con sus carismas particulares, si es que el Espíritu así lo quiere, no tiene por qué significar que se pierda el ideario católico de un centro de enseñanza. De aquí que no esté totalmente de acuerdo con lo que mantiene.
Un abrazo, Alberto.
La WIFI no es lo único que tienen pirateado.
Y el problema no es el dinero del concierto, porque los hay concertados con un ideario católico impecable. Y además les protege la jurisprudencia del Constitucional en materia de libertad de enseñanza. O sea, que no tienen por qué tener miedo. Quien paga, en este caso el Estado, no manda, simplemente hace posible el ejercicio de un derecho constitucional, como es su obligación.
El problema es la dirección de los colegios. En unos casos porque quienes la componen, efectivamente, son un desastre desde el punto de vista ideológico. En otros, porque sólo hay un par de monjas mayores y no dan abasto, y dejan las cosas en manos de los profesores, lo que ligado a una política de contratación irresponsable, ...
En iniciativas como el "Proyecto Edith Stein" puede estar la clave de la solución. Muchos de esos colegios funcionarían bien con una buena orientación de gente que sabe, con experiencia en la organización de buenos colegios católicos. Pero la iniciativa (el propósito de enmienda) debe partir de ellos.
los colegios católicos no sólo ahora se intentan parecer al paisaje y al paisanaje. Lo han hecho siempre. Cuando, antes de los conciertos, eran colegios "de pago" y "selectos", también se acomodaban a lo que entonces era lo políticamente correcto.
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