Una familia en Colón
Ayer, cuando acabamos en Colón, estuve comiendo con mis amigos Rafael y Loli en su casa. Ellos estaban participando de la misa por la familia. Estos esposos tienen tres hijos. Son una sencilla familia, sin nada de particular; si no es por aparecer como un matrimonio unido, siempre juntos y compartiendo: dos hijas enroladas en acción social desde su fe, y un hijo muy cumplidor en su profesión. En suma, una casa donde reina el cariño de todos por todos.
Lo especial de esta iglesia doméstica está en no poseer nada extraordinario para resultar un matrimonio que creó una familia ejemplar, comprometida en silencio con el bien, como tantos otros cristianos de a pie que no relumbran pero que alumbran con su amor y sencillez. De este tipo de familias había en Colón muchos cientos y cientos de miles. Son los que acuden a las varias reuniones parroquiales, son los que arreglan la puerta de un Sagrario, que chirría echándole el aceite necesario. Siempre disponibles, en paz, y dando felicidad a todos.
Son los que no sienten ninguna protección del gobierno de turno, porque saben que la unidad familiar está por encima de todos los gobiernos de todos los colores posibles. Son los que han enseñado a sus hijos una doctrina cristiana sana, sencilla y comprometida, apoyada en el seguimiento de Jesús de Nazaret y de sus valores evangélicos. Son los que han enseñado a sus nietos que deben imitar los buenos ejemplos de sus padres. Son los cristianos que saben dejar a su familia la mejor herencia: el seguimiento a Cristo y el amor a su Iglesia Católica.
A Rafael y Loli les basta como única retribución el estar en armonía y muy comunicados con sus hijos,y hoy, tambien con sus nietos. Son uno de tantos hogares representados ayer en la plaza de Colón participando de la Eucaristía de la familia.
Del acto de Colón me comentaron que un momento así engrandece a la Iglesia, pues la familia ve que no están solos y que somos muchos los que seguimos el programa de vida del Señor Jesús, lo cual alegra y estimula para seguir la misión eclesial hasta el último momento de la vida.
Estas familias nunca están contra nadie. Solamente siguen a Jesús de Nazaret. Y esto es lo más grande para un hijo de Dios dentro de la Iglesia Católica. Así que nadie nos tema, por favor. Deben llenarse de serenidad, o beban una tila es sana.
Tomás de la Torre Lendínez
3 comentarios
que es la Eucaristía. Hemos participado todas las
familias que componemos la gran familia de los
hijos de Dios, que es la Iglesia Católica.
muy util para los cristianos , esta mañan habia muchos comentarios del acto de ayer, es muy bueno la precencia de los movimientos eclesiales , se debe potenciar
un saludo tomas y tb aesa familia que copartiste mesa y mantel que dob
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