Una Facultad sin obispos
He estado en la apertura del curso de la Facultad de Teología, de Granada, donde estudié. Con la solemnidad normal del caso, se celebró la misa del Espiritu Santo, en el monasterio de la Cartuja, presidida por el Vicegrancanciller de la misma, el padre Francisco José Ruiz Pérez. En la homilía comentó el texto de las bienaventuranzas aplicándolo a la reflexión teológica.
Más tarde, tuvo lugar en el aula magna de la Facultad un acto académico presidido por don Francisco González, Rector de la Universidad de Granada.
La lección inaugural corrió a cargo de la profesora Maria del Carmen Román, con el tema “Edificar la comunidad. Criterio de discernimiento según San Pablo". El discurso ha querido hacerse eco de la invitación de Benedicto XVI, al inaugurar el año paulino: pedia que se promovieran congresos de estudios y publicaciones sobre los textos de San Pablo. La profesora Román se ha acercado a la figura del apóstol desde una temática poco estudiada en sus escritos, como es la practica del discernimiento. Entre los criterios para afrontar y discernir los problemas que le presentan las comunidades, Pablo utilizó uno que aplicó de forma especiall a la Iglesia de Corinto: la edificación o construcción de la comunidad. Es un criterio que implica una actitud misionera y una virtud que edifica: el amor fraterno.
A continuación intervino el rector de la Facultad de Teología, padre Ildefonso Camacho. Se hizo eco de la reforma de los estudios universitarios en el marco de Bolonia, de las exigencias que ellos conlleva para las Facultades de la Iglesia, pero también de las nuevas perspectivas que abre.
Cerró el acto el rector de la Universidad de Granada recordando cómo la reforma universitaria derivada de los acuerdos de Bolonia ofrece nuevas oportunidades para que la Teología pueda ocupar el lugar que le corresponde en las universidades españolas.
Todos estuvimos muy atentos y alegres. Era un nuevo curso para nuestra Facultad de Teología. Pero nos preguntabamos: ¿Donde están los obispos de Andalucía Oriental?, ¿por qué motivos no presidió ninguno la Eucaristía de apertura?, ¿lo hará el año próximo el recién nombrado obispo de Málaga monseñor Catalá?, ¿se recuperará algún día la unión entre los obispos andaluces y la Facultad de Teología?. Esperamos que sí, porque los alumnos, profesores y asistentes en general se hacían estas y otras preguntas que no deseamos reproducir.
Tomás de la Torre Lendínez
13 comentarios
Ahora bien creo que los obispos deberían ser coherentes si no están contentos con la deriva de la Facultad, como Pastores deberían exhortarla a la renovación y si no hiciere caso pasar a sanciones.
Lo que no es normal es esta postura de ni chichá ni limoná. La Iglesia merece volver a tener una Cartuja como la de antaño.
Como suscriptor de la revista Proyección, que edita la F de T., desde hace casi veinticinco años,además de vivir en una diócesis de la Provincia Eclesiástica de Granada con amigos sacerdotes formados en la F. de T. puedo contemplar tu post con ciertos elementos de juicio:
1) La revista Proyección ha pasado de ser una revista de teología a ser una revista en la que, entre otros, se escriben artículos de teología, a veces en abierta disensión respecto de la ortodoxia doctrinal, que permite un margen de opinabilidad,como ya es sabido.
2)Disponer de una Facultad, no basta si se constituye en un centro que trabaja pro domo sua, y, no pro Ecclesiae.
3)Con biblistas como J.M.Castillo y moralistas como E. López Azpitarte quo vadimus?.
4) ¿Sabes si se ha cursado invitación a algún obispo?
Convendrás conmigo que J.M. Castillo ha dejado honda huella y su sombra planea en sus discípulos sucesores y/o simpatizantes. Por otra parte los Estatutos de la F. de T. hacen de barrera para la posible renovación, que no es cuestión de personas (fulanismo), pero que sin gente de confianza resulta imposible.
Por lo demás totalmente de acuerdo con lo que describes.
En el asunto de los teologos pasados o presentes mi opinión es que el diálogo entre pastores y teologos limaria muchas situaciones. Lo que no puede la Iglesia andaluza es vivir al margen de la unica Facultad del sur de España, y dejarla florecer como si fuese una planta silvestre de las orilla del camino. Los pastores han de estar con todos y con los teologos tambien en el dialogo, la acogida, el coloquio, en definitiva la busqueda comun de la luz que es Cristo, cada uno en su papel en la Iglesia, pero nunca ignorandose.
Porque si la decisión depende de los obispos, la cosa es clara. Lo que tienen que hacer es renovar al profesorado que no les gusta y punto pelota. Es mejor abordar la renovación a que ocurra lo que está ocurriendo.
Desde luego si Castillo ha dejado su huella allá, más vale que la borren o no habrá manera de que se recupere esa Facultad, que pasará a ser un rémora para toda la iglesia andaluza. Porque lo que sí está claro es una cosa. Si allá siguen los que son aplaudidos por los que menciona Blanca, no hay solución posible. Poco a poco los obispos dejarán a la facultad sin alumnos y al final tendrán que cerrarla.
La elección del profesorado la toma la Dirección de la Facultad,y, la autoridad eclesiástica concede, y puede retirar, la licencia docente.Para eso hay que estar en vigilia,y, crear los procedimientos para verificar la idoneidad. Muchas veces los obispos, acomplejados y con temor a la reacción mediática, han retrasado, hasta que no había más remedio, dicha suspensión canónica. No obstante, insisto los Estatutos de la facultad son una barrera para una eficaz supervisión y control de los contenidos docentes
Entiendo que como sacerdote,que, seguramente, conoce a muchos implicados en el asunto de marras reiteres, con poca fuerza, a mi entender, la llamada al diálogo.
Voy a intentar explicarme con un ejemplo:
Soy de Ciencias e Ingeniero, como tal muchas investigaciones recientes desdicen, en parte algunas hipótesis de cálculo de algunas materias, que sin embargo, han funcionado hasta la fecha, ahí están los edificios, las instalaciones, las fábricas, etc.Es mi obligación profesional incorporar esa nueva metodología, siempre que la Autoridad lo refrende, puesto que hay Reglamentos que obligan a que no calcule, pongamos una instalación eléctrica, como se me antoje, sino que lo haga conforme a los Reglamentos vigentes, que son distintos a los de hace unos años.Por supuesto hay líneas de investigación en marcha, en este mismo campo, que harán que los próximos reglamentos difieran de los actuales, pero mientras eso llega,yo,como ingeniero a cumplir, si no lo hago el proyecto será rechazado, y tendré que rectificarlo;meor lo hago bien desde el principio.
¿Por qué no actúan así los docentes de Teología, es tan difícil?
Por esto apuesto por el dialogo sobre la teologia, que nunca ha sido ni será una ciencia matemática.
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