Un niño busca familia
Me encuentro con un grupo de catequistas de una parroquia de fuera de Andalucía. Por la cercanía de la Navidad tienen en una pequeña fiesta. Uno no de los catequistas de origen andaluz me cuenta cómo un niño de su grupo le narraba su experiencia familiar. Le dijo el niño por escrito lo siguiente:
“Hasta hace poco vivía con mi padre y mi madre, mis dos hermanos y mi hermana. Formábamos una familia. Pero todo se rompió, mi padre nos dejó. Ahora hay un hombre que acaba de llegar a casa y con frecuencia vienen otros dos niños, que mi madre se empeña en que son mis hermanos, pero, ni los conozco ni me caen bien, porque me revuelven todas mis cosas y se meten en todo.
Este hombre empieza a dar órgenes y gritos, por lo que mi hermano el mayor se fue de casa, y tanto mis hermanos como yo andamos asustados. Ya nadie se quiere y todos comienzan a vivir para su provecho y su antojo. Yo recuerdo lo que hace tiempo fue mi familia y ésto no se parece en nada.
Allí solo hay voces, peleas y música a todo gas y quieren que estudie y se empeñan en que sea aplicado en la escuela. Mi maestro siempre me pregunta si he estudiado, si he dormido, si como bien, y yo siempre procuro darle largas a sus preguntas. No sé que decirle.
El otro día hablábamos en la catequesis sobre la familia. Cómo hay un padre y una madre que se aman, que se quieren y se preocupan de sus hijos. Que hogar significa alegría, unión, donde todo se comparte y todos se ayudan.
Si la familia es esto,¿por qué yo no tengo familia?. Me gusgaría tener mi casa y mi familia como antes.".
Tras, el diálogo mantenido con el catequista, me quedo pensando la cantidad de familias rotas que estas fechas navideñas hacen por aparentar, sonríen de compromiso, y solamente saben pasar estas solemnidades como la etapa más triste del año.
Y más, todo esto y muchos motivos nos obligar a estar el domingo próximo en la plaza de Colón para rezar juntos por todas las familias de España.
Tomás de la Torre Lendínez
3 comentarios
La desestructuración de la familia es un auténtico fracaso social, que sólo genera pena y soledad.
Recemos y luchemos unidos por las familias, porque hoy se necesita más que nunca.
en una sociedad, donde ser niño, o no
te dejan nacer, o si se nace, es muy duro
sobrevivir a todos los ataques que
tiene la familia.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.