Mi respuesta al masón de ayer
Esta es la respuesta que he enviado a don Francisco Gutiérrez Martínez, masón confeso y persona alegre por el fallo del Tribunal Supremo sobre Educación para la Ciudadanía. Dice así:
Estimado señor:
Yo no me he enfadado por el resultado del Tribunal Supremo. Ni mucho menos. Solamente me he reafirmado en la idea de que estamos en un régimen, donde ustedes los masones, tienen todos los hilos del poder en sus manos. La chapuza del video, realizado con fecha del pasado lunes, con la ministra de Educación y colgado en Youtube, anticipando el contenido de la sentencia, que ha sido descubierto por Libertad Digital Televisión, es la mejor prueba de que, ustedes los masones, tienen dotes de adivinación algo que sinceramente desconocía, o es que tienen chivatos metidos hasta entre los magistrados del alto Tribunal. No lo sé. Usted sabrá la respuesta.
El contenido de la sentencia deja una puerta abierta a que en el futuro esta doctrina judicial pueda tener otro cariz, ya que sobre los contenidos de los libros y el adoctrinamiento descarado ha quedado abierta la opción a que los padres y demás asociaciones puedan esperar otros fallos más favorables.
Si, ustedes los masones, deseaban que la Iglesia, los padres e instituciones defensoras de la objeción de conciencia nos íbamos a callar están aviados. Mientras nos quede un mínimo de vida seguiremos llevando el asunto a los tribunales españoles y europeos, porque por la artillería de los medios de comunicación adictos al poder de este régimen he constatado que a ustedes les ha importado más este fallo judicial que si les hubiera tocado la lotería sin haber comprado. Así que seguiremos con el pleito de tribunal en tribunal.
Los padres son los primeros y exclusivos educadores de sus hijos, el Estado y los centros docentes con todo su personal, son solamente colaboradores de la educación de los niños que le son confiados, pero un Estado que se erige en “educador” de las conciencias juveniles deja de ser democrático para mudarse a la más férrea dictadura, de las que ya conocimos bastantes en el siglo pasado.
Por este motivo, los padres que piensan por sí mismos y desean unos hijos educados en libertad, tienen todo el derecho del mundo, a exigir al Gobierno que no imponga una “moral laica” en las mentes de sus hijos. Si a eso lo llama, usted, hacer “política”, es su opinión. Nosotros lo llamamos ejercer el derecho de la libertad de los padres a elegir los conceptos morales que desean que tengan sus hijos. Y nada más. Más de un español está educando a sus hijos fuera de los centros de estudio, en la propia casa, y se presentan a los exámenes por libre. No es la primera vez que se hace. Ni la ultima tampoco.
Una cosa final: Ni la Iglesia, ni los padres, ni las instituciones que cooperan por la objeción de conciencia ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía, vamos a pedirles a los masones, como usted, que nos deje vivir en esta sociedad. Tenemos el mismo derecho que usted y los suyos a vivir, trabajar y educar como cualquier otro ciudadano. O ¿dónde coloca, usted, sus conceptos sobre la ciudadanía en la democracia aparente que vivimos o en la dictadura descarada?. Descúbranse ya de una vez. Fuera caretas, aunque estemos cerca del carnaval.
Atentamente, le saluda
Tomás de la Torre Lendínez
11 comentarios
Pero, ¿habla usted en serio? Deje de leer a Moa y De la Cierva e instrúyase un poco, de verdad. Si los mediocres que hay en el poder fueran masones, al menos la Iglesia tendría auténticos motivos para llorar.
La Iglesia no tiene ningún miedo a los masones, sean pocos, sean muchos o sean todos en el gobierno. Los masones son nuestros enemigos declarados. Y no hace falta instruirse mucho para saber que son cobardes amigos de las tinieblas.
Un saludo
Pues no me sirve su argumento, porque en general los masones suelen ser unas mediocridades.
Los libros de Pio Moa y Ricardo de la Cierva si que instruirian verdaderamente a los escolares. Ademas, dentro de la libertad de pensamiento y el amor a la verdad y no de la tergiversacion de la realidad y de la historia.
La excelencia (y no la mediocridad) sera solo una pretension dentro de la masoneria; y para muestra, usted, listillo.
Con los libros de Pio Moa y Ricardo de la Cierva si que se instruirian los escolares y atenderian a las verdades historicas y no a las tergiversaciones.
La excelencia (y no la mediocridad) de la masoneria es solo una pretension, atendiendo a su intervencion aqui.
Masones = Mediocres (en general, eso sí).
Supongo que Católicos = Lumbreras (casi siempre, eso sí).
¿Algo más? ¿Qué va a ser lo próximo? ¿El catolicismo representa una educación libre?
Al bueno de Luis R. (por cierto, con que mande un mensaje es suficiente; no suelo tener problemas de comprensión de textos, especialmente si tienen un nivel preescolar): Mire, que alguien alabe a historiadores impresentables, y quiera encima presentarlos como un ejemplo pedagógico, ya dice mucho de su nivel intelectual. Amplíe un poco su horizonte, "hombre de dios". Por cierto, también da una idea de su condición los prejuicios y la paranoia que lleva encima (¿será cosa de su doctrina?): no soy masón, es algo que se me queda muy pequeño y que tiene además demasiadas lecturas, pero reconozco que frente al fanatismo religioso y frente a la reacción algo han hecho en el pasado.
¡Señor, señor! ¡Esto es como predicar en el desierto!
No enrede tanto.
Conviene recordar que el articulo recoge una carta como respuesta a la carta de un mason que ayer se alegraba de la sentencia del Tribunal Supremo sobre la asignatura de EpC.
Ahora entiendo que usted coincide con la masoneria en su cristianofobia. !Eso SI que son prejuicios!. MENUDA EMPANADA MENTAL.
Triple A:
"Masones = Mediocres (en general, eso sí)"
Pues sí. En Canarias, p. ej., han tenido lugar tenidas blancas y sólo hay que fijarse en quiénes son los integrantes. Y es que no se puede tener mucho cacumen para entrar en una secta fuertemente jerarquizada, altamente dogmática (pocos dogmas, pero muy restrictivos) con ritos iniciatorios ridículos para "enseñar y fomentar la fraternidad, la verdad y la solidaridad" (salvo que lo que se busque otro objetivo, claro: la hermandad masónica allana muchos obstáculos). Eso se puede hacer perfectamente hasta en un bar con unas cañas de cerveza. Y es que respecto a los "ritos" lo mismo opinó Azaña (que ni se molestó en pasar de "aprendiz") y Prieto (un ateo convencido) después de asistir a una tenida dijo: "La verdad, prefiero las Misas". Y es que me ha sorprendido mucho que en las discusiones masónicas que aparecen por Internet sobre la "regularidad", se trasluce un concepto cuasi-mágico y propiciatorio (al estilo pagano) de los ritos. ¡Y se proclaman "racionales"!
"Supongo que Católicos = Lumbreras (casi siempre, eso sí)."
Pues no, y nunca lo he dicho, aunque haberlos, haylos. El catolicismo está dirigido a toda persona y pueblo de la tierra; cada cual se acerca y se integra a la Iglesia como cree más conveniente --hay muchos carismas--. La función principal de la Iglesia en la Tierra es la predicación del Evangelio (y ni más ni menos que por mandato divino: por eso no puede callar, aunque cueste la vida) y la administración de los sacramentos para la salvación de toda la humanidad, y su doctrina bimilenaria la puede encontrar en cualquier librería (donde no se haya prohibido, claro está) y por Internet. No encontrará "secretos". Si los encuentra, se la están dando con queso: "Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse", dijo el propio Cristo. También dijo: "La verdad os hará libres". Compárelo con lo que dijo ZP en uno de sus mítines: "La libertad os hará verdaderos" (masónico), y saque sus conclusiones: ¿debemos someternos a la Verdad, por dura que sea, o someterla a nuestra voluntad (implica que, en realidad, no existe)? ¿Cuál de las posturas es más racional? La Iglesia es racional (prueba de ello es el desarrollo de la Lógica en la escolástica medieval). Si Vd. está en desacuerdo con su doctrina, en realidad es que lo está con sus postulados; pero si los acepta, no le quedará más remedio (por coherencia y racionalidad) que quedarse con el resto.
Por otra parte, la masonería es fuertemente elitista y sectaria ("hacer de hombres buenos, hombres mejores", "Patria de los Masones es el Mundo y todos los hombres virtuosos son sus compatriotas". Busque en páginas masónicas y verá que esto es lo que proclaman). ¿Y cómo saben quién "es bueno" y qué criterios emplean? ¿Y qué pasa con los que no lo son? Esto, desde la perspectiva católica, es un atentado contra la caridad, además de pecado de soberbia.
Se puede ver que doctrinalmente la masonería especulativa es una especie de neo-gnosticismo (por eso caen muchos de ellos en corrientes esotéticas y ocultistas), históricamente procedente de la corrupción del protestantismo (las Constituciones de Anderson), y explica la simpatía que tienen por el gnosticismo y, últimamente, el catarismo ("Bons Hommes", como se autodenominaban).
En cambio, la Iglesia terrena da por hecho que está formada por pecadores, y está dirigida a pecadores; su fundamento y autoridad procede de Cristo, y sus santos (canonizados siempre después de su muerte, auténticos testimonios de la Iglesia cuyas vidas, muy variadas, nos indican que vale la pena) en el fondo lo único que han hecho ha sido imitar en lo posible a Cristo y confiar en Él.
En resumen: si considera que la masonería es un dechado de virtudes y que nos llevará al paraíso terrenal, pues Vd. mismo. Si ayuda a que se implante definitivamente --no creo: "no prevalecerán"--, todos lo sufriremos, pero Vd., además, lo tendrá merecido.
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