Los Seminarios españoles
Con septiembre van abriendo sus puertas los Seminarios Diocesanos, esos inmensos edificios, donde cursan sus estudios los futuros curas de nuestras diócesis. El número de alumnos es bastante bajo. Con todo no hay que perder la esperanza en que Dios continúa llamando a nuestros jóvenes al sacerdocio.
Dentro de la programación de la Conferencia Episcopal Española se encuentran unas sesiones de trabajo de delegados de pastoral vocacional y de rectores y formadores de los Seminarios de España. El intercambio de experiencias, las orientaciones comunes y el diálogo entre los presentes siempre convierte este tipo de jornadas en absolutamente necesarias para la promoción y funcionamiento de nuestro centros de preparacion de los curas del mañana.
La preocupación pastoral de la Iglesia española por el aumento de las vocaciones al sacerdocio ministerial es muy grande. Cada obispo diocesano tiene como punto primario en su agenda disponer de un Seminario fisicamente apto, intelectualmente disciplinado, espiritualmente enriquecido y formalmente pedagógico, para que los futuros pastores de la diócesis sepan donde pisan, conozcan las ovejas que se les va a encomendar, puedan dialogar con una sociedad vuelta de espaldas a lo sagrado, atiendan con dedicación pastoral a los más necesitados, a los enfermos, a los ancianos, a los niños, a los jóvenes, a las familias……y le hablen al Señor de todos para que el Señor les inspire palabras de consuelo, de alegría, de ilusión, de esperanza y de amor a Dios y la Iglesia.
Y todo esto lo lleven al momento cumbre de la vida cristiana: a la celebración de la Eucaristía en el Día del Señor, donde todos se alimentan del Cuerpo y la Sangre del Señor para ser fuertes en el papel que cada uno ejerza en la sociedad actual.
Dios sigue llamando a nuestros jóvenes a ser curas. Pero ¿encuentran silencio, testimonio, alegria, dedicación plena…..en los demás padres, profesores, sacerdotes, religiosos y laicos, para decir sí con todas las consecuencias?.
Tomás de la Torre Lendínez
5 comentarios
Sobre todo en Vacongadas, Cataluña y Galicia.
Es un poco triste, la verdad, que nuestros seminaristas huyan de nuestros seminarios.
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