Los nombres en Andalucía

El Instituto de Estadistica de Andalucía ha publicado, un año más, la estadistica de nombres y apellidos de los andaluces a 1 de enero de 2008. En las generaciones antes de 1950, José, Antonio, Manuel y Francisco representan el cuarenta por ciento de los nombres de varones. En las nacidas entre 1950 a 1980, estos cuatro nombres continúan siendo los más frecuentes, pero su peso en el conjunto desciende a la mitad.

En las generaciones más recientes, las nacidas despues de 1980, Antonio y Manuel, siguen estando en los dos primeros lugares, pero su frecuencia relativa se ha reducido más de un cincuenta por ciento. Francisco está en la posición décima, y José ha desparecido de las diez primeras posiciones. Por el contrario, en las generaciones más recientes aparecen nombres emergentes en el ranking de preferencias, practicamente desconocidos en las generaciones más antiguas, como Alejandro y David.

La transición del patrón de preferencias para denominar a los hijos es mucho más evidente en el caso de las niñas. Sólo Carmen se conserva en el ranking de los diez primeros nombres favoritos en los tres grupos de generaciones. Francisca, Antonia, Josefa y Dolores, muy frecuentes en las generaciones más antiguas, han desaparecido de las preferencias habituales en las generaciones recientes.

Igual que en el caso de los niños, a lo largo del siglo pasado el catálogo de nombres disponibles para las niñas se ha ampliado considerablemente en las generaciones más jóvenes, de este modo, si bien los diez primeros nombres suponen un cuarenta y tres por ciento del total de nombres de las abuelas, entre las madres representan un veintiseis y un veinte por ciento entre las hijas.

Según este estudio estadistico, en términos relativos, los apellidos que más crecen son los de muy baja frecuencia. Si se analiza el crecimiento relativo en los apellidos que tienen en 2008 un número suficientemente significativo de al menos quinientas personas, los apellidos que más crecen son mayoritariamente de origen asiático o luso.

Los primeros apellidos que más crecen en términos absolutos, como es de esperar, son tambien los más frecuentes. Los García, Rodríguez, López, González, Sánchez y Fernández crecen en más de mil personas en cada apellido entre los residentes de 2008 en comparación con 2007. Sin embargo, en términos relativos el crecimiento de estos apellidos frecuentes es moderado situándose en torno seis décimas.

Dos consecuencias sacamos de todo este estudio:
1.- El nombre de las personas evoluciona según el sentimiento religioso de la sociedad. No es igual el índice religioso de hace sesenta años, que actualmente.
2.- Los nombres favoritos de hoy huyen mucho del santoral habitual. Viendose la influencia que ejercen los medios de comunicación social y la secularización creciente de la sociedad de nuestros días.

Todavía no han podido cambiar los apellidos más usuales, pero todo llegará con el tiempo.

Tomás de la Torre Lendínez

8 comentarios

Yo me llamo Alejandro viniendo mi nombre de que a mi bisabuelo le pusieron Alejandro (por nacer el día de dicho santo), y mi hermano se llama David, que hay Davides desde el gran rey...¿nombres desconocidos en generaciones anteriores? Psss xD
26/11/08 7:23 PM
  
leoncio
En Andalucia lo que no pasa. No pasa en ninguna parte. Hasta con los nombres existe diferencias. Vaya articulo malo.
27/11/08 10:04 AM
  
evelia
El analisis de la junta de andalucia debia pensar tambien si la gente pide la retirada de los crucifijos de los centros publicos de enseñanza.
27/11/08 10:33 AM
  
paleto
En mi casa hemos cambiado los nombres porque nos ha dado la gana. A mis hijos los llamo como a mi y a mi mujer nos has parecido. !Que pasa¡.
27/11/08 11:11 AM
  
alegria
Vaya rollo de articulo. No veo nada especial. Como para destacarlo. Lo de los apellidos no lo entiendo.
27/11/08 1:27 PM
  
juan10
En casa nunca hemos cambiado de nombre. Los abuelos, los padres y los hijos. Copiar extranjerismos es algo inutil.
27/11/08 2:26 PM
  
Hermenegildo
Todo esto es cúestión de modas, no tanto de santoral. Actualmente están de moda nombres que aparecen en el santoral, como Laura, Pablo o Alejandro.
Lo que sí se ha perdido es el casticismo, que daba preferencia a los nombres de toda la vida. También se ha perdido el respeto hacia los mayores, que llevaba a poner a los nietos los nombres de los abuelos.
27/11/08 6:43 PM
  
Ohio
A sociólogo no se meta, señor cura. Vaya sarta de despropositos sociológicos. En Francia hacia el 900 los niños se llamaban Roland y Olivier. Es qiue molaba la Chanson, sabe?. Y eran todos muy católicos. Fabiola se llamaban las niñas bien de familia bien y católica nacidas por los 1960 por la boda de balduino. Y ahora las jennys y las Jessicas es por lo que les mola a los paletos llamar a las niñas como en los telefilmes americanos. Hay a quien a su parejita les llama Jenniffer y Jonathan para llamarlos Jenny y Jonny.
Horteras los hay como ve usted desde la edad media. No le busque tres pies al gato, señor cura, que no he visto tontada mas grande quie este artículo.
30/11/08 6:57 PM

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