Los fantasmas de Gala
El señor Antonio Gala posee un púlpito diario llamado La Tronera, publicado en el periódico El Mundo. Hoy domingo 7 de diciembre, una vez más, Gala está perseguido por sus fantasmas y sus soledades.
Bajo el título de “Monopolio de Dios", Gala desea demostrar que la Iglesia es un instrumento que frena todo avance científico amparándose en falsedades históricas.
La Iglesia primitiva no anuló al paganismo, sino que lo evangelizó y cristianizó. La filosofía clásica, griega y romana, la conocemos gracias a la asimilación de encarnación cultural que hicieron los Padres de la Iglesia, quienes ante las invasiones gérmanicas pasaron el saber a la nueva etapa histórica que se avecinaba tras la caída del Imperio Romano.
San Isidoro de Sevilla con sus Etimologías nos hizo el inmenso regalo de que las hordas de los pueblos invasores no se llevaran todo al fuego destructor. Y así pudimos, en la Iglesia, disponer de Santo Tomás de Aquino, de San Alberto Magno….
Durante el Renacimiento, siguió siendo la Iglesia quien apostó por el humanismo, siendo el hombre el centro y la medida de todo. Durante este tiempo, Gala en su artículo atribuye que fue la Iglesia Católica la que inmoló a Miguel Servet. Aquí los fantamas de Gala le juegan una mala pasada en la memoria, que se nota le falla por minutos.
Miguel Servet pasó por Ginebra y entró en la iglesia donde predicaba Juan Calvino, quien mandó prenderlo, lo juzgaron como hereje, y le condenaron a morir en la hoguera el 26 de octubre de 1553.
Aunque Calvino habia eliminado a su rival directo, habia perdido autoridad moral. La injustificable ejecución de Servet escandalizó a muchos intelectuales de toda Europa.
Todo esto lo ignora Gala en su recuadro del diario El Mundo. ¿Qué motivos tendrá para hacerlo?. Serán sus fantasmas que le persiguen desde hace muchos decenios.
Gala “desconoce” que es gracias a la Iglesia Católica el que podamos disponer de todo el saber judio, griego y romano. Y que podamos tener la libertad de pensar y escribir citando a todos los autores de la civilización cristiana y occidental.
La pasión que Gala tiene por la cultura árabe es conocida, pero él no viviría ni tendría la libertad de la que goza en Occidente, incluso para ofender y falsear la historia de la Iglesia Católica, si tuviera su casa en cualquier país árabe. Esto está en El Corán.
Tomás de la Torre Lendínez
2 comentarios
Considerando la cuestión desde el mundillo cultural, Antonio Gala no está tan solo como se exhibe. Dentro de las llamadas "ciencias humanas" hay una corriente de arabolatría debidamente financiada, que se centra en Francia y Londres. La cultura que se reclama árabe es una mezcla de elementos culturales (griegos, persas e hindúes) apropiados por la expansión militar árabe y que después se sintetizaron incluyendo la reorganización del material coránico. Es una cultura de conquista y traducción como la de Roma que se hizo culta a través de Grecia. Esa gran cultura árabe se fijó en elementos más abstractos que los elementos, más prácticos y morales, tomados por los latinos. Se fijó en la medicina, la matemática, la astronomía, la metafísica y esas cosas y chocó con el resto de la cultura árabe que también se había aprovechado de la gran organización cultural y el resultado es que se hundió por sus líos internos. Esa cultura árabe es la que está siendo rescatada por la arabolatría universitaria que no se corta y atribuye el origen de la ciencia europea a una imitación de unas líneas que escribieron tal o cual autor árabe del cual los árabes no aprovecharon nada. El objetivo de la arabolatría universitaria es crear una imagen presentable en Occidente de la cultura árabe. Lo peor de todo es que los autores cristianos se fijaron en esa cultura y se la arrebataron a los árabes por métodos pacíficos, a través de la traducción de los textos árabes al latín, hay algunos que se perdieron en árabe debido al ataque del integrismo interno árabe y sólo se conservan en la traducción latina. Al final los autores cristianos de la Iglesia Católica le sacaron más partido a la cultura árabe que los árabes a puro razonamiento abstracto y gracias al poder de la traducción entre lenguas cultas. Por supuesto la lengua latina pudo servir para ese trabajo porque la Iglesia consiguió modelarla y después el latín pasó a ser la lengua universitaria.
Antonio Gala ha olisqueado esa veta de interés cultural que se mezcla con la monserga de Al Andalus cuya "cultura superior" ese esa cultura general del mundo árabe y sus fuentes están en un mundo cultural enorme y no están en Al Andalus aunque Al Andalus participó, pero se compara tranquilamente con los reinos cristianos que iban arrastrándose y creciendo desde casi nada desde el punto cultural, para empezar creando nuevas lenguas habladas a las que faltaba mucho para ser cultas y alcanzar la traducción y lo consiguieron dentro de una cultura no árabe. Antonio Gala puede vender muchas traducciones de su obra a la lengua árabe vendiendo que es el andalusí que se libra de la cruz y vuelve a la cultura árabe, el que rechaza las falsas invenciones católicas y lo que le dé la gana pero si se trata de defender la "cultura" no puede excluír lo que le dé la gana. Y "El Mundo" se lo permite. Si alguien negase regularmente la importancia de la cultura judía dentro de la cultura occidental, ¿se lo permitiría "El Mundo"?. No, la información está en negar el valor cultural del catolicismo que, por otro lado, es un asunto importante y polémico como tema doctrinal dentro del cristianismo. Y como esa es la información dominante, ahí está "El Mundo", dándonos objetividad y ética y periodismo y tontas imitaciones de "El País". Esa es la función cultural de Antonio Gala en "El Mundo".
plenamente el asunto de los "fantasmas" reales de Gala.
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