Los dineros y la Iglesia
Es una matrimonio mayor. Ya no pueden llevar la casa como siempre. Los hijos no pueden hacerse cargo de ellos por motivos familiares y laborales. Han buscado sitio en diversas residencias de la tercera edad. El precio de la estancia es imposible de pagar con las exiguas entradas de la jubilación. El poder adquisitivo de los hijos tampoco puede solucionar el asunto.
Han acudido al servicio de Cártias parroquial, cuyos voluntarios se mueven como peces en el agua en todos estos asuntos. Han conectado con una trabajadora social que, previos los informes correspondientes, ha conseguido el ingreso de este matrimonio en una residencia regida por una institución de religiosas, cuyo carisma es la atención a los ancianos.
Los hijos están muy contentos, porque ven que sus padres están bien tratados con la edad que tienen. Al hijo le informo que todo es posible porque muchos españoles colocan la equis en la casilla correspondiente a la Iglesia en el impreso del impuesto de la renta de las personas físicas.
Y también, otros cristianos tienen una cuota fija asignada a la Iglesia domiciliada en la cuenta corriente que sea. Además otros cristianos en la colecta de las misas de hoy, Día de la Iglesia Diocesana, dejarán lo que voluntariamente deseen para colaborar en el sostenimiento de la Iglesia.
En estas fechas somos los cristianos los únicos que mantenemos a la Iglesia y los miles de servicios que ésta presta a niños, jóvenes, matrimonios, ancianos, enfermos….No es necesario ser un cristiano de primera fila para ayudar a la Iglesia económicamente. Solamente con valorar el servicio humano y social que la Iglesia presta en España a todos los grupos más necesitados es suficiente para ayudar a que todo ese servicio no se detenga por falta de sustento económico.
Conozco a muchos agnósticos, ateos, pasotas, descreidos, que colocan la equis en la casilla de la Iglesia Catolica. Lo hacen convencidos que la Iglesia siempre sabe administrar sus dineros mejor que cualquier organización no gubernamental. Y, por lo tanto, aunque no pisen un templo para nada, sin embargo ayudan a la Iglesia en el mantenimiento de los servicios sociales, que ésta presta a todos sin pedir nada a cambio.
En el Día de la Iglesia Diocesana, la Iglesia siempre es más madre de todos: de los creyentes y de los colaboradores no creyentes. De los que van a misa, y de los que no entran para nada en una iglesia. A todos les damos las gracias por lo que hacen, aunque los motivos solamente los conozca el Señor.
Tomás de la Torre Lendínez
8 comentarios
2. Ahora, el título del artículo es "Los dineros y la iglesia". Ud. reduce su análisis al destino del dinero a las actividades asistenciales, está muy bien. Pero para tener rigor intelectual, no se olvide de los "otros" dineros, aquellos cuyo origen es muy discutido, inversiones en títulos públicos, oro, participación accionaria en diversas empresas, divisas extranjeras, escándalos incluidos.
Menos análisis reducionista y más equilibrio, menos ingenuidad y más rendición de cuentas.
“Menos análisis reducionista (¿pepiño?) y más equilibrio, menos ingenuidad y más ...”
Sin embargo, en épocas de crisis, la gente que lo necesita acude a su parroquia, a Cáritas, a la Iglesia (le recomiendo leer los datos faciitados por Cáritas en las últimas semanas), no suelen acudir al Sindicato, al Partido.
¿Por qué será?
D. Carlos, con mucho la Iglesia es aún en su pecado la obra de Dios y no hay más ciego que el que no quiere ver porque uanto más amo a Cristo más amo a su Iglesia, mi Iglesia.
Salud
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