Las hojas parroquiales
Existe un sencillo medio de comunicación, en manos de las parroquias, que son las hojas parroquiales. Este género de comunicación cristiana es muy antiguo. Hunde sus raíces en el siglo XIX. Entonces se llamaba el apostolado de la buena prensa católica. Los intentos emprendidos y los logros alcanzados están en la historía de estos sencillos medios de acercamiento pastoral dentro de la comunidad parroquial.
Cuando llegó a España, en el otoño de 1982, el Papa Juan Pablo II el Grande, tuve la oportunidad de comenzar a colaborar en una hoja interdiocesana, que aún continúa saliendo, con más de diez mil ejemplares, que se envian por el sur español y por otras diócesis de nuestra España.
El titulo es Dia del Señor, y su publicación está en Almería. Es una hoja formativa, catequética y promotora de una mejor cimentación en la fe de un pueblo cristiano, poco aficionado a leer mucho rato. Su tirada es a dos colores y a doble folio, lo que equivale a cuatro páginas. Se acompañan fotografías, dibujos y viñetas.
El contenido se apoya en la liturgia del domingo, en la sencilla explicación de algún documento del Magisterio de la Iglesia, en testimonios de cristianos, en llamamientos eclesiales y jornadas repartidas a lo largo del año litúrgico. Nunca falta una ventana al humor y a la filosofía popular. Es entrañable.
Aunque, conforme pasan los años, me pregunto cuanto permanecerá en el tiempo Dia del Señor. El coste económico es barato para las arcas de las parroquias. Pero el peligro lo veo más en el mimsmo pueblo a quien nos dirijimos porque tiene excesivas ofertas televisivas, que son mucho más vistosas que una sencilla hoja, aunque esté realizada con el máximo interés de contenidos y de lenguaje para que los lectores no nos olviden. Yo todavia considero que las hojas parroquiales sirven al pueblo cristiano. Estoy convencido.
Tomás de la Torre Lendínez
6 comentarios
Todavía conservo con cariño algunas de las recopilaciones encuadernadas de hojas parroquiales de la Barcelona de inicios de los años '60 que mi padre compró a inicios de los '70.
Fueron testigo siempre encendido de una fe que nunca llegó a apagarse del todo. Fueron la herramienta usada por Dios para ayudarle a volver a la vida practicante.
Practicante hasta el día de su cristiana muerte, habiendo realizado la confesión consciente de su situación, y habiendo recibido la extrema unción (¡en un hospital público...!).
De eso hará ahora cuatro años, el 22 de diciembre.
¡Cuántas tardes pasé leyéndolas cuando era niño...! ¡Tu post me va a servir para "recuperar" aquellas recopilaciones de la "hoja dominical" y así compartirlas con mis hijos!
Pienso que esa labor de traducción semanal y en el rechazo del obispado por discrepar en cuestiones de politicas lingüisticas con los promotores de la web.
Aunque me sigue pareciendo saludable que exista esa oportunidad para los fieles de mi pueblo.
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