Disiento de El País y de Libertad Digital
La enciclica del Papa Benedicto XVI, Charitas in veritate, es una pieza maestra de la orientación de la doctrina social de la Iglesia ante una crisis y un momento histórico muy importante como el que estamos viviendo.
Pero, tras leer el editorial de El País de hoy, afirmando que el Papa ha dado un giro a la izquierda, me ratifico en que el editorialista no ha leido la enciclica del Papa, sino que se ha dedicado a copiar y pegar diversos boletines de agencias infomativas y les ha pasado un barniz para que no se note el chapuceo tipico del grupo Prisa. Además, demuestra el escribiente que no conoce la historia de la doctrina social de la Iglesia, donde otros Papas, como Juan XXIII o Pablo VI, han dejado verdaderas piezas maestras de la visión de la doctrina social de la Iglesia. El Papa no es de izquierdas.
Tampoco, me parece oportuno el editorial de Libertad Digital, donde intenta reconocer lo que de positivo tiene la carta papal para los liberales católicos. Y después arremete contra cualquier idea que suponga la intevención de los Estados en la vida económica de los pueblos, y en la sugerencia, que ya hizo Juan XXIII en la Pacem in terris, sobre una autoridad internacional. El Papa no es un liberal.
En ambos casos afirmo que estoy en contra de un medio y de otro. Por dos motivos: el primero, porque la doctrina papal no debe ponerse ningún adjetivo calificativo: ni derechas, ni izquierdas, ni centro. La doctrina social de la Iglesia es para toda persona de buena voluntad; para cualquier organismo nacional o internacional y para cualquier grupo humano. El segundo, porque me parece que en ninguno de los casos nadie de ambos editorialistas se ha leido tranquilamente la carta que estamos mencionando.
Por esto, concluyo, que para escribir de un documento tan denso y tan importante, se debe haber leido con paz, sin gafas de color equis o equis, subrayando bien el texto, citando párrafos del mismo, y nunca buscando frases lapidarias que solamente pueden servir de titulares rápidos de prensa.
Así no se trabaja en periodismo.
Tomás de la Torre Lendínez
12 comentarios
http://www.acton.org/issues/
caritas_in_veritate.php
http://blog.acton.org/
El editorialista apunta que los católicos tenemos que seguir la doctrina del magisterio si solamente se refiere a verdades dogmáticas.
Y remata con la afirmacion que tu señalas muy bien.
""¿Así no se trabaja en periodismo?""
Justamente así es como se trabaja en periodismo. Triste pero cierto. Pero de esos tics no se libran ni los bloggers de Infocatólica. Algunos de por aquí tampoco permiten que la verdad les estropee un lindo titular impactante.
Sobre lo que eructe El País no opino, cuestiçon de higiene, pero debo decir que el artículo de LD me pareceequilibrado y respetuoso con el papa. Se puede discrepar de la línea editorial de ese medio liberal, pero no creo que se pueda poner en duda la profesionalidad de sus redactores. Es un editorial y va al grano, no me cabe la menorduda de que su autor ha leídoy estudiado la encíclica antes de exponer su punto de vista.
De hecho, estoy de acuerdo en que se trata de un magnífico texto, me refiero a la encíclica, con la que coincido en muchos aspectos. Pero también creo, aunque sea católico (liberal no sé lo que significa exactamente, así que seré prudente), que el texto papal yerra en dos aspectos fundamentales :
-Más estado, si se refiere a la economía ya lo social, significa casi siempre más corrupción, más gasto inútil y más pobreza. LD tiene razón al apuntar que la crisis que vivimos no se debe a un exceso de desregulación, sino a que los estados han metido sus narices en la economía financiera y la han hecho volar en pedazos.
El estado debe encargarse, con total exclusividad, además, de los tribunales (con separación de poderes), de la policía y del ejército. No debe meterse en la educación más allá de donde sea necesario, y en cuanto a la economía, debe garantizar las reglas del libre mercado y los derechos de la gente (con subsidiareidad paralos más necesitados), y nada más, pues cuando se mete a empresario termina como ya sabemos.
-La defensa de un orden mundial me sorprende todavía más. Pero bueno, no quiero creer que esté pensando sSu Santidad en al ONU, ese reducto de delincuentes con las comisiones de derechos humanos controladas por libios y cubanos.
Por consiguiente, siendo católico, yo también disiento, como LD, en esos dos aspectos, del contenido de la encíclica.
-
Además yo preguntaría, ¿los periódistas de hoy en día, saben leer, tienen capacidad de comprensión? ¿según la nula formación religiosa que tienen, tendrían capacidad para sintetizar un documento eclesial? Seguramente muchísimos de ellos no entienden ni los terminos que usa el Papa, ni entienden dos frases seguidas de lo que han leído, consecuencia de la ESO, entre otras. Siendo todo ello reflejo de la incultura religiosa que existe en la actualidad.
Pero deseo destacar uno:
El Papa cuando escribe una enciclica sobre doctrina social de la Iglesia lo hace desde la responsabilidad de su cargo magisterial.
El único adjetivo calificativo que tiene el Magisterio de la Iglesia es: pastoral. Y nada más.
Buscarle más pies a esto, es pensar que el Papa tiene que dar siempre razón a mis convicciones. Algo imposible, y más en estos tiempos.
'PS: Hay que ser merluzo para identificar la Doctrina Social de la Iglesia con Caritas, con la beneficencia. ¡¡ Este tío no entiende de nada!! La Doctrina Social de la Iglesia habla (a parte de las consideraciones sobre Derecho natural y orden político) de la Justicia en las relaciones socio-económicas, no del ejercicio de la Misericordia plasmada en la Caridad/Caritas cristiana.'
http://www.germinansgerminabit.org/
agere_contra/agere_contra.html
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'Market Economy and Ethics'
By Joseph Cardinal Ratzinger
Article presented in 1985 in a symposium in Rome, “Church and Economy in Dialogue.”
http://www.acton.org/publications/
occasionalpapers/publicat_occasionalpapers
_ratzinger.php
Pero insisto : la encíclica puede dar la impresión, por dos de sus propuestas, que para ello hace falta más leviatán y más Onu. Y muchos católicos opinamos exactamente lo contrario : lo que hace falta es menos estado y menos organismos supranacionales que dicten la conducta, incluída la individual, a la gente.
Lo que hace falta es más familia, y los estados interventores y dirigistas son los principales enemigos de la familia, pues pretenden sustituirse a ella, ya que es el último obstáculo al control cívico - moral de las masas.
Esta encíclica ha conseguido un editorial de "El País". No está mal. He visto que por aquí hay algunos menosprecios a las prácticas profesionales de "El País". Además hay una condescendencia con el periodismo, cosa de ir rápido, cosa de poca profundidad y todo eso. En mi opinión ambos puntos son equivocaciones, el periodismo es algo importantísimo en nuestras sociedades modernas, una auténtica pasión social que cumple funciones muy diversas, lo que le falte en profundidad le sobra en extensión y en organización. Yo no soy amigo del periodismo, hay quien dice sentirse atraído por el periodismo, éllos sabrán porqué. Uno no se puede poner por encima del periodismo a despreciarlo y exigirle porque todos estamos por debajo del periodismo. Es un grandísimo peso que nos ha caído encima y sin ese peso nuestras vidas serían inexplicables porque forma parte de éllas como en otros tiempos hubo otras cosas que hoy parecen ridículas. Por supuesto mucha gente ama y disfruta ese peso y lo llevan con alegría. En España, el periodismo ha tomado un lugar aún más importante que el que ya tiene porque es uno de los hacedores reconocidos de la Transición, el periodismo es una de estas cosas que nos lleva y nos guía por la democracia. Federico Jiménez Losantos fue de los primeros en señalar lo que el periodismo estaba haciendo por España: el polanquismo, la unión de periodismo y política bajo el socialismo, la forma intelectual de la reciente democracia que iba desde el monarca Borbón a los activistas antisistema. Ya se vea en negativo o en positivo, "El País" es el centro, el eje, la cumbre y la raza del periodismo en España, no son los delirios del gran Pedro J, es la obra misma "El País" lo que ha llevado al máximo la capacidad del periodismo. Losantos trataba mejor estas cosas cuando hacía la revista de Prensa en Antena 3 y "La Linterna" en la Cope, entonces explicaba -con el periódico delante- por dónde iba "El País", esto se ha vulgarizado por un desprecio a "El País" propio de gente que nunca lo ha leído. Esta es un parte de lo que ha ido haciendo y difundiendo Losantos, la que yo prefiero, y que va enredada con otras más políticas y periodísticas que han tenido más peso en su recorrido. Además Losantos siempre ha mantenido la unidad de análisis entre política y periodismo: Telecinco, La Sexta, el ABC, etc. En todo caso "El País" es una obra colosal, sea buena o mala. Sobre la importancia del periodismo como modo de atrapar y encauzar la realidad se podría decir mucho, la cosa va de lo más intelectual a lo más corriente, frases como "un momento histórico muy importante como el que estamos viviendo" son periodismo y no son otra cosa. El periodismo es también la creencia en la sobresaturación de lo histórico en "momentos muy importantes" y la creencia de que "los estamos viviendo". Y una porra, todo una mentira tras otra, pero el arte del periodista está en encontrarlos una y otra vez, hacerles fotos, entrevistas, ruedas de prensa, estadísticas, etc. La cuestión de la importancia de "El País" es demasiado larga y hay demasiados hechos históricos que han sido vividos por algunos más que por otros. Para otro día.
Una de las cosas que forman parte de "El País" es la sección de religión. Desde el comienzo es una sección marcada a la contra. Se habla en contra de la "iglesia oficial" o se habla en contra de la religión. Este punto está en el diseño de "El País". No se puede hacer un equilibrismo tan simple entre "El País" y "Libertad Digital". El diario digital tiene un suplemento semanal donde escriben escritores católicos y nada más y a favor de la línea oficial del Vaticano y todos han dicho maravillas de la nueva encíclica. No hay protestantes a pesar de que César Vidal es accionista. Por otro lado los asuntos religiosos no son importantes para "Libertad Digital" como lo es señalar los desvaríos nacionalistas o los excesos socialistas. En cambio lo religioso es importante para "El País", uno de los defensores del innecesario y chillón laicismo de Estado de ZP. "El País" suele discutir la mediaticidad del Papa (en general "El País" se cree el árbitro supremo de lo que es mediático o no en España) y se burla mucho de Juan Pablo II porque impulsó la presencia pública del Papa en acontecimientos de masas. "El País" dice que esa mediaticidad es falsa y ridícula y niega mérito a la táctica de Juan Pablo II. El caso es que aquí tenemos un reto para los Papas futuros. La mediaticidad de Juan Pablo II, como parte de su pontificado, es actuante y externa. Otros Papas podrían intentar ser mediáticos de otros modos. Benedicto XVI tendría que ser mediático en lo intelectual por su formación y porque es un anciano. No sabemos si lo conseguirá.
Tampoco estoy de acuerdo en el desprestigio total de los editoriales. En este caso sólo hay que leerse una encíclica, tal vez cuatro. Es pan comido. Un editorial sobre financiación autonómica exigiría conocer miles de datos de cientos de fuentes y nadie se queja. El periodismo es lo que es y todos lo sabemos. En mi opinión el editorial es una parte válida del periodismo y hay que tomarlo como viene, es una especie de autobiografía del periodismo, no los hay buenos o malos, lo que hay es una técnica de redacción monstruosa. Otra cosa es si uno quiere discutir cómo es posible que tantísima "información" encaje y sea manejada en un cuarto y mitad de página, ese es el busilis del periodismo y uno de nuestras cargas como sociedad progresada y bienestable. Que me lo expliquen los que dicen amar al periodismo desde la infancia.
Y acabo poniendo un ejemplo de periodismo práctico, uno cualquiera. El Papa no es socialista ni es liberal. De acuerdo. Un reportero intrépido de Infocatólica se ha despachado un "primer vistazo" a la encíclica dichosa y ha escrito que el Papa "arremete" contra el neoliberalismo, este líder de la información religiosa considera que esta arremetida papal es un punto irrebatible y cita párrafos de la encíclica. Hay que suponer que se la ha leído y a favor. En mi opinión esto es un cambio importante en la línea de Infocatólica. La conclusión publicada en Infocatólica es que el Papa es antiliberal. Luego que no se quejen si alguien se molesta. Yo no voy a ponerme con el liberalismo y lo que tiene dentro, desde luego no es una fuerza social como el socialismo, como mucho es un minoría de intelectuales y seis o siete economistas que se morirán con la pena de que los Estados no apliquen ciertas medidas económicas que a éllos les parecen estupendas por lo formal. A veces les hacen caso a medias si sus medidas fabulosas ayudan al Estado a ganar dinero. El caso es ¿qué es el neoliberalismo?: un espantajo creado por el pensamiento socialista que, desde siempre, se ha distinguido por crear (criticar, este proceso es un acto crítico) la conciencia ajena como si la conociese y destruirla a continuación a base de críticas racionales. Esta palabra ha sido legalizada y difundida por el periodismo tan cuidadoso al hablar del Ché Guevara o Fidel Castro. Si hubiera justicia en la semántica tendría que aparecer la palabra "neosocialismo" para designar el opulento socialismo actual, distinto del socialismo clásico, el que apareció en los años sesenta del siglo veinte dentro de las sociedades modernas capitalistas, ese socialismo es una parte de nuestro mundo, parte del polanquismo, por ejemplo, que vuelve a reunir a sus fuerzas mediáticas, el neopolanquismo. Yo lo llamo socialismo glamuroso y tengo claras sus características. Hay muchos socialistas glamurosos, es estupendo ser un socialista glamuroso, entre otras cosas "dominantes" es una forma simplona de ser mediático.
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