No más tartazos al arzobispo Léonard
Sufrir tres veces el mismo atentado en la propia persona, sin perder la compostura, es digno de mérito y alabanza.
Le ha ocurrido otra vez al obispo André Léonard, residencial de Malinas y primado de Bélgica. El triple atentado ha sido estampándole una tarta en la cara, a cargo de personas contrarias a que el obispo defienda la verdad católica sobre el matrimonio gay y el falso derecho de la mujer al aborto.
¿Que traducción ofrecen estos atentados?