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8.10.08

Los ordenadores, ¿piensan?

El domingo lo sabremos. Seguro. Seis ordenadores intentarán demostrar que pueden pensar como los seres humanos. La noticia la daba ayer Libertad Digital, según la cual el test de Turign, publicado por el matemático en 1950, consiste en colocar un ordenador y un humano ocultos tras una mapara, con el objetivo de que los dos defiendan su condición de seres humanos, para lo que también pueden mentir.

Un voluntario, que ejerce el papel de juez, se sitúa al otro lado, y, comunicandose con ambos por medio de un teclado y una pantalla, debe averiguar cual de los dos es el ser humano y cual es la máquina.

Si en cinco minutos el juez es incapaz de distinguir las respuestas del ordenador de las del ser humano, entonces la computadora ha pasado la prueba y puede decirse que “piensa". En la universidad de Reading ocurrirá este experimento.

Esta competición está galardonada con medalla y cien mil dólares. En 1987 el campeón mundial de ajedrez Kasparov fue vencido por un ordenador de IBM. Si ahora ocurriera igual el asunto generaría preguntas de gran calado como la posibilidad de que los ordenadores tengan conciencia y, de ser así, la autoridad moral de un humano para “desenchufarlo".

El Sínodo de los Obispos, en Roma, está estudiando la Palabra de Dios en la vida del cristiano. El libro del Génesis explica que el aliento de Dios sobre el hombre sacado del barro le hizo a “su imagen y semejanza". La inteligencia del hombre crea máquinas capaces de competir con su propia capacidad mental.

Sin entrar en la ciencia ficción, la memoria artificial demostrada cientificamente está más cerca. El domingo lo veremos. Todo esto si el mundo económico consigue que todo el tinglado bancario universal no se vaya por el sumidero y volvamos a las cavernas.

Nota: Gracias a todos los que hayan rezado por Teresa. Falleció anoche. Mañana a las 11 es el entierro.

Tomás de la Torre Lendínez

6.10.08

A Teresa

Vengo del hospital materno infantil. Habitación 414. Una niña de 12 años está en sus últimas horas aquejada de un montón de situaciones producidas por la parálisis cerebral con una disminución de más del noventa por ciento que trajo al nacer.

A los padres los casé. Al resto de hermanos los bauticé, igual que a Teresa, a quien la he dejado llena de cables y gomas por todas las partes de su pequeño cuerpo.

Los padres están a un lado y otro de la cama. Cada equis minutos están entrando los médicos, enfermeras y auxiliares de clínica. En un momento hemos rezado por ese ángel llamado Teresa. Ha sido impresionante. Todos hemos llorado. Todos eramos conscientes de que poníamos en las manos de Dios a Teresa. Su divina voluntad debe hacerse así en la tierra como en el cielo.

El Olivo, este blog, ruega a todos, los que tengan a bien leer estas líneas, que recen por Teresa. La red también es una red de oración. La red es un lugar para demostrar la comunión de los santos.

La niña encamada no la podré olvidar nunca. Es un ángel tranquilo luchando por seguir viviendo. Es un ángel con el que hemos alabado a Dios y hemos puesto en sus manos su vida. Hágase lo que la misericordia de Dios disponga.

La familia de Teresa la ha tratado como a una reina. Ahora confían en la providencia divina sobre ella.

Tomás de la Torre Lendínez

5.10.08

El diario Ya en el aire

Vuelve a salir en forma digital la histórica cabecera del diario Ya. Desde hace unos dias se puede consultar en la red. El grupo empresarial desea pasar, con el tiempo, a un semanario de papel, y con más tiempo, a un diario de papel.

El viejo diario Ya nació en el año 1935. En su cuna estuvo don Angel Herrera Oria, el padre de la Editorial Católica, de la Biblioteca de Autores Cristianos, sacerdote, obispo de Málaga y cardenal de la Santa Iglesia.

Los servicios prestados por el diario Ya a la sociedad española fueron inmensos. Además de ser notario de la actualidad hasta su desaparición, en la amplia redacción del Ya se formaron un gran número de periodístas, algunos verdaderos cristianos, que todavía están con las manos en los teclados, o ante un micrófono de radio, o ante una cámara de televisión. Dos de ellos fueron mis maestros en los años de estudios en la Universidad de Granada.

Si me bebía a diario el viejo Ya era por dos motivos: el primero, porque en casa, mi abuelo y mi padre, estaban suscritos, por lo tanto crecí manchándome las manos con la tipografía singular del periódico; el segundo, porque conforme iba avanzando en mi formación opté por los valores que representaba aquella cabecera de modo especial: el humanismo cristiano.

Para mí, entonces y ahora, todo lo humano es fundamento de lo cristiano. Y el cristiano solamente puede ser un miembro vivo de la viña del Señor si es un verdadero ser humano en el mejor sentido de la palabra.

Con estas premisas, cuando tuve edad, pasé a la Universidad donde mis dos grandes maestros respiraban el aíre de la escuela del cardenal Herrera Oria. Con la ayuda de ellos entré a colaborar con el diario Ideal, uno de los periódicos de la Editorial Católica, donde todavia sigo escribiendo.

Por esto, me alegra que en la red me pueda reecontrar con la cabecera de Ya, que ofrece a diario una copia de la portada del viejo periódico, donde aprendí a leer, a observar sus fotos, a conocer a plumas señeras del periodismo, y adquirí el virus de amar la prensa como medio para transmitir el mensaje cristiano.

Tomás de la Torre Lendínez

4.10.08

Los móviles en las iglesias

Acudo a concelebrar a un funeral por el alma de un amigo de mi padre. Es una hermosa iglesia colegiata. Dispone de tres puertas, la frontal y dos laterales. Es de estilo barroco con tres naves y hermoso presbiterio. Entro por una puerta y encuentro el siguiente cartel:

Para comunicarse contigo, Dios no
necesita tu móvil…
Nosotros tampoco….
Por favor,
cuando entres a la
Iglesia
APAGA EL MÓVIL
Muchas gracias.

Tras la celebración de la Eucaristía, le pregunto al rector del templo sobre el cartel. Responde que tiene otros colocados en las diferentes puertas. Y que el resultado es positivo, pues se ha rebajado casi un noventa por ciento las interrupciones de las sonoras llamadas musicales de los móviles.

Siempre queda, dice, el despitado o el mayor, que no lee el aviso de la puerta, y en el desarollo de la celebración salta el móvil pegando gritos y molestando a los demás.

Los demás carteles dicen:
Dios nunca te llama
al móvil…
Por favor,
cuando entres a la
Iglesia
APAGA EL MOVIL
Muchas gracias.

!!Desmovilízate¡¡
Por favor,
cuando entres a la
Iglesia
APAGA EL MOVIL
Muchas gracias.

Apaga el móvil
enciende el corazón…
Por favor,
cuando entres a la
Iglesia
APAGA EL MOVIL
Muchas gracias.

Me parece oportuno dejar en este Olivo estos avisos. Son interesantes en los tiempos que corren, en los que llevan un móvil hasta los niños en carrito, que no es de ellos, sino de la mamá, que lo deja aparcado dentro del cochecito.

En una homilía le sonó el móvil al celebrante, se detuvo, habló, y continuó diciendo: !Es Dios que dice que acabe ya de hablar¡. Ahora suena mi móvil para decirme que pare de escribir y corte el rollo.

Tomás de la Torre Lendínez

3.10.08

El diálogo con monseñor Carrera

Elevo mis oraciones al Señor por el eterno descanso del alma de monseñor Joan Carrera, obispo auxiliar de Barcelona, donde ha muerto cumpliendo su misión episcopal.

Tengo un recuerdo personal del obispo fallecido. Corría el final del mes de enero de 1999. Un grupo de responsables diocesanos de medios de comunicación social nos reunimos en Barcelona. Tuvimos tres jornadas intensas de trabajo pastoral sobre el presente y futuro de la Iglesia y los medios informativos.

Con nosotros estuvo el obispo Carrera. Fuimos visitados por el entonces cardenal, monseñor Carles, quien nos dirigió la palabra. Pero el que estuvo en todas las sesiones de trabajo fue don Joan. En uno de los descansos se acercó a dos curas andaluces que paseabamos por el inmenso jardín del lugar de reunión. Nos preguntó cómo nos iba en aquellas jornadas y entablamos un animado diálogo. Rapidamente observé cómo aquel obispo estaba preocupado sobre la imagen en el resto de España existía de la Iglesia en Cataluña. Nos habló largo y tendido de los muchos emigrantes andaluces afincados en tierras catalanas y cómo se estaba trabajando social y religiosamente con aquellas gentes del sur español implantados en la cultura y lengua de Cataluña.

Cuando acabamos el coloquio, le expresé las gracias por hablarnos de los valores de muchos paisanos nuestros vecinos de aquellas tierras de España, que habían dejado allí a sus hijos, y que ahora volvían a sus pueblos de origen andaluz.

La experiencia con el obispo Carrera se consumó con la visita que nos preparó y realizó a conocer el palacio de la Generalidad, entonces habitado por el señor Pujol, quien nos recibió y con quien compartimos un distendido, y nada protocolario, intercambio de opiniones. La simpatía entre el señor Pujol y el obispo Carrera se mostró en todo el rato de la audiencia concedida. Ambos estaban preocupados por la imagen que teniamos de Cataluña y de la Iglesia catalana en los respectivos lugares de origen.

Cuando ahora ha fallecido monseñor Carrera, creo de justicia expresar mi sentimiento por su desaparición, pero tambien resaltar su preocupación pastoral por los medios de comunicación social tanto en tierras catalanas como en toda España. Era una buena persona en el sentido machadiano de la palabra bueno. Descanse en paz.

Tomás de la Torre Lendínez