La web de la CEE
Me doy una vuelta por la web oficial de la Conferencia Episcopal Española y me llevo una sorpresa inmensa: la han vestido de fiesta. Me detengo y observo que es un puro ropaje informático hecho con agilidad, con belleza, con movimiento, con un menú bien servido.
Sigo deleitándome con esta preciosidad y me doy cuenta que es una pura fachada, que la han colocado así, porque el lunes comienza la plenaria, y se puede seguir en directo las partes de trabajo comunes para todos los medios de comunicación social.
Pincho en el menú y encuentro la cara arrugada y poco aprovechada de la web oficial del episcopado español. Ya me parecía a mí demasiada valentía en los obispos hispanos para apostar abiertamente por servirnos una excelente página web. La visten de fiesta para la reunión de la semana entrante y luego se vuelve a lo de siempre al cartón de piedra.
Esta reunión plenaria tiene el morbo, siempre alimentado por los mismos, de saber quien saldrá elegido como secretario general de la Conferencia. Recuerdo cuando un obispo de un lugar del que no deseo acordarme se presentó como candidato a secretario general. Aquellos días permanecía en Madrid por asuntos del cargo. Pude observar, conocer y ver cómo se buscaban los votos como Idiana Jones tras el arca perdida.
El escalofrio llegaba por todos los mentideros de Madrid, cuando aquel candidato fue solamente reina por un día, pues a la segunda votación, lo mandaron a su diócesis donde tuvo que mascar su mal acogida derrota haciéndola pagar a los inocentes que por allí viven todavía. Más tarde, tras subir por la escalera de incendios, y pasear a los sucesivos nuncios por aquellas tierras, llegó a conseguir el arzobispado que deseaba, donde ahora están de él esperando que cumpla cuanto antes la edad reglamentaria de la jubilación.
¿Quien será el próximo secretario general de la Conferencia Episcopal Española?. A mí me da igual. Solamente deseo que sea un buen pastor como Cristo.
Lo que no me da igual es que el episcopado tenga una página web fabulosa solamente para las grandes ocasiones, y no apuesten por mantener el mismo valor informático durante el resto del año. Esto debe cambiar ya. A lo mejor lo debe coordinar el nuevo secretario general.
Tomás de la Torre Lendínez