Manipulación descarada sobre el Banco Vaticano
A nivel local, en las parroquias se piden a los sacerdotes que estén al frente la máxima claridad y trasparencia en las cuentas de esa comunidad.
El control de presupuestos y gastos por parte de la administración diocesana sobre cada feligresía es moneda de curso legal.
La información pública a los fieles del dinero que entra a donde se gasta y en qué se invierte es una de las mejores conquistas de los últimos años en la praxis económica de las comunidades parroquiales.
Los obispos diocesanos dan cuenta de sus diócesis y su movimiento económico cuando presentan los resúmenes ante las Visitas Ad Limina que efectúan ante el Vaticano cuando corresponde según el Código de Derecho Canónico.
La creación de los consejos parroquiales y diocesanos de asuntos económicos es un logro positivo, compuestos por laicos y sacerdotes, para que la claridad y la trasparencia brillen en aras de una información veraz del dinero que se dispone.
Ahora el llamado Banco Vaticano, el conocido por las siglas IOR, ha dado un paso más y va a crear una página Web donde aparecerán todas las informaciones necesarias del mundo económico de la Santa Sede.
Sin embargo, esta noticia, producida ayer, ha sido enfocada de diferente manera. Vean dos ejemplos.