Carta de un laicista convencido
El cartero me ha dejado un aviso de Correos. Acudo a la oficina postal. Es una carta certificada, firmada por don Juan Villar Montero. La abro y en su interior me encuentro una misiva y una nota. En ésta me indica que publique el texto de la epístola y su firma en este Olivo. Así lo hago.
“Estimado Sr: Soy un lector habitual de su blog en Religión en Libertad. Me gusta pasarme por todos los blogueros de ese portal, siempre se encuentra algo interesante. Ahora paso a decirle que soy un miembro del laicismo dominante, al que tanto denuncia usted.
Ser parte del laicismo es importante para mí, ya que yo estuve estudiando en un seminario de religiosos, tengo 50 años, estoy casado y tengo tres hijos. Trabajo en un colegio de mi ciudad impartiendo matemáticas. Formé parte de grupos cristianos parroquiales hasta que con el paso del tiempo llegué a la conclusión que se puede ser católico y formar parte del laicimo tan atacado en la actualidad.
Politicamente hablando soy de izquierdas. Mi adscripción al laicismo supone que solamente utilizo la religión católica cuando me interesa, por ejemplo asistiendo a entierros, bodas y similares. Pero lo más imporante es que no soy un fanático defensor de la fe cristiana, como son los curas y el resto de clientes que tiene la Iglesia, aborregados mentalmente y castrados en cuanto a la evolución de la ciencia médica, de los métodos anticonceptivos y de un magisterio de la iglesia que enseña una moral arcaica y opuesta a lo que la modernidad ha conseguido en los últimos decenios.
Además, le indicaré que el laicismo no trata de arrinconar la religión para poner una religión civil. Ni mucho menos. El laicismo es una manera de concebir el mundo en el siglo XXI huyendo de la caverna en la que están metidos todos los católicos desde hace siglos. El laicismo, por lo menos a mí, me hace más libre para pensar, para actuar y para dialogar con esta sociedad de hoy. Sin la atadura de un Dios castigador. Duermo sin miedos y sin cilicios mentales y fisicos como ocurría en el seminario de los frailes donde estuve años internado.
Llegado el caso, el laicismo nunca será un perseguidor de ningún católico. Téngalo por seguro. Somos respetuosos, democráticos, conciliadores y defensores de la vida humana.
Bueno, no le quito más tiempo. Espero que considere que los miembros del laicismo somos cada día más, y llegaremos a superar a los católicos en España. No tema, usted, llegado ese día, solamente ocurrirá que la iglesia perderá todos sus privilegios, pero nada más. A lo mejor así consiguen ustedes tener más adeptos, porque ahora mismo se están quedando en cuatro gatos.
Atentamente le saluda Juan Villar Montero.”
Por mi parte, no hago ningún comentario a esta carta que habla por sí sola. Los lectores pueden opinar con plena libertad como siempre.
Tomás de la Torre Lendínez
14 comentarios
Total, no sé por qué. Yo sólo les he dicho que me justificaran desde el materialismo la necesidad de un comportamiento moral altruista.
Sólo les he dicho que si seguía su filosofía de vida lo que tenía que hacer era, ante su previsible animadversión, identificarles como enemigos a los que destruir, empezando el ataque por aquellos a los que ellos más quieren y son más vulnerables a mis ataques físicos o intelectuales.
Sin embargo, dado que me niego a comportarme como un animal, lo único que me limito a hacer es dar testimonio de mi fe. Sin embargo, les recuerdo, si algún día para mi mal pierdo la fe, no hace falta que se preocupen: me acordaré de ustedes, les digo. Y de su parentela.
Y parece que tampoco les gusta que les diga eso. No sé por qué será.
¿Lo sabe alguien?
Un saludo.
¡Feliz Navidad!
Quizás haya que recordarle como esos laicistas soviéticos y Nazis perseguían, mataban y torturaban a miembros de la iglesia hace no tanto tiempo.
Siempre me sorprende el que aduciendo al respeto, la democracia, la superioridad intelectual de personajes como este, siempre acaben insultando y menospreciando a aquello que dicen respetar...
E igualmente paradójico es que considere a la Iglesia en contra de los avances cientificos, no creo que haya que nombrar ahora todos aquellos pensadores y cientificos católicos que han dado tanto a la ciencia... En definitva, una carta que no dice nada nuevo, creo que todo está suficientemente rebatido por los distintos pensadores cristianos y en general, veo más rencor e intolerancia que inteligencia y voluntad de dialogo... yo no la habría publicado, no aporta nada.
Eso no quita que me dé pena el hecho de que no disfrute del tesoro que tiene la Iglesia (que no es precisamente oro en la Ciudad del Vaticano). En lo que a mí respecta (aborregado, en una caverna, etc.) no comentaré nada; siendo unos comentarios tan "typical left-wing" creo no merece la pena entrar a discutir quién está "aborregado" y quién no.
PACEM
No me entero si al final sigue siendo creyente en Dios, porque utilizar la religión para lo que me interesa no sé hasta dónde llega...
Ese tópico de no tener remordimientos y dormir bien... a mí los únicos que molestan mi sueño son los vecinos, no Dios.
Otro tópico, pensar más libremente. Yo me siento completamente libre y mi guía es reflexionar sobre el evangelio aplicado a mi vida diaria, la oración y escuchar todo lo que se va diciendo en la iglesia, que lo contrasto con las dos primeras guías.
Es interesante leer el origen exacto de las ideas de la modernidad y por qué tuvieron esa evolución. Hay libros que lo cuentan en profundidad.
Yo no me dejo llevar por esas ideas acríticamente porque sé a quién sigo y de quién me he fiado, libremente.
No me preocupa lo que vaya a hacer el laicismo porque tengo claro quién dirige el mundo.
Por cierto, tengo 50 años y estudié en un colegio religioso.
Este laicismo "moderno" pasará. La Iglesia se mantendrá en su lugar. Siempre ha sido así. Siempre será así.
Peeeeero: "No soy un FANÁTICO defensor de la fe cristiana, como son los curas y el RESTO DE CLIENTES que tiene la Iglesia, ABORREGADOS MENTALMENTE y CASTRADOS EN CUANTO A LA EVOLUCIÓN de la ciencia médica, de los métodos anticonceptivos y de un magisterio de la iglesia que enseña una moral ARCAICA y opuesta a lo que la modernidad ha conseguido en los últimos decenios"... Joder con los "respetuosos, democráticos, conciliadores y defensores de la vida humana...
Menos mal que "el laicismo nunca será un perseguidor de ningún católico", que si no...
De todos modos, hay que orar por personas como él. Pero de verdad, no por lástima. Por desgracia, nadie aleja más gente de la Iglesia como la propia Iglesia...
J. A. Méndez
De tal forma que cuando le llegue la hora de entregar su alma a Dios pedirá confesión y comunión, por que es conscientte de que Dios es, sobre todo, amor y perdón. Y mientras tanto se apunta a lo políticamente correcto que es más rentable.
Lo peor de gente como este señor es que destilan un veneno que infecciona todo lo que toca, probablemente no aceptará con esa libertad la idea de que sus hijos, sean católicos de verdad.
No obstante tiene tambien una seguridad, sabe perfectamente que cuando quiera volver la Madre Iglesia le acogerá, que los crisitianos le seguimos considerando nuestro hermano, y que, por encima de todo, Dios le ama.
Paz y amor para todos.
Desgraciadamente, creo que es bastante representativa la carta de Juan Villar y refleja la ideología del régimen; cumplen, en definitiva, el mismo papel que algunos sectores de la Iglesia cumplieron durante el franquismo, solo que con un grado de soberbia y desprecio por la razón mucho más nocivo, al presentarse a la sociedad bajo la apariencia del progersismo y con un gran poder de manipulación mediática.
Es muy triste también, aunque ilustrativo, que muchos que en algún momento creimos que una izquierda ilustrada, éticamente exigente, preocupada realmente por la igualdad, por los derechos humanos y con una opción clara por los más desfavorecidas, podía ser un marco más adecuado para crear una sociedad más cercana a los valores del Evangelio. Pero nadie habla de la gran involución de la izquierda, al menos la española, la que conozco. Sus ideales: el hedonismo, favorecer a los ricos, una actitud cínica ante los problemas reales de los demás (¿Quíenes dan la cara en este momento por los pobres?) y una actitud deliberada de destrucción de la convivencia; eso sí, todo bien aderezado con un aire de superioridad moral realmente ridículo.
La cosa no tendría nada de particular si no fuera porque el Islam peca exactamente de lo mismo que el catolicismo, con la agravante de que, al menos, la Iglesia Católica fue adaptándose a la Sociedad y asumiendo cambios, algo que el Islam no hizo nunca ni parece que esté muy dispuesto a hacer, como demuestra el hecho de que no le valga “nuestra” Declaración Universal de Derechos Humanos y se haya elaborado la suya propia (Egipto, 1990). En ella, a lo largo de 25 artículos, se nombra a Alá en diez ocasiones; se define a la Humanidad como “una sola familia unida por la adoración a Alá”; se habla de “creyentes”, no de ciudadanos y se supedita todos sus preceptos a lo que diga la shari’a, ley basada en el Corán (palabra de Dios) y los “hadices” del Profeta.
O sea: que la izquierda española defiende el laicismo “contra” una religión Católica retrógrada, al tiempo que presta su apoyo a otra religión no menos (más bien más) retrógrada que aquélla. Así tenemos que la izquierda española defiende una cosa y su contraria, lo cual es de ignorantes... O de hipócritas.
Del 70 al 80% de los españoles se declaran católicos y hay un millón de musulmanes (en aumento) y dos millones de practicantes de otras religiones. Con esas cifras, dudo mucho de que se pueda decir que España es un Estado “laico”. El que en los edificios oficiales no se puedan exhibir símbolos religiosos no quiere decir que los ciudadanos no practiquen ninguna religión o que quieran desvincularse de ella.
Sobre todo en los últimos tiempos, la izquierda española confunde a menudo “mayoría” con “totalidad”. También Azaña lo hizo cuando dijo en su día: “España ha dejado de ser católica”. Si hubiera tenido en cuenta la realidad de que era sólo “la mitad” de España la que había dejado de ser católica, otro gallo nos cantara.
Yo lidio todos los días con gente de peso, que sabe lo que dice, aunque estén mirando desde otra optica.
Esto, con todos los respetos, no merece tanta atención
El señor se retrata.
He oido a un tipo, decir y me ha escrito insultándome (como no), diciendo que es anarquista, comunista y cristiano.
Atenme esa mosca por el rabo.
Aquí pasa como en el cambio climático; con él o sin él, hay que no ensuciar y así no hay que lavar.
Y la Iglesia que despabile.
Y no me refiero a los curas que algunos se dejan el pellejo en su trabajo, sino en nosotros los seglares, que somos apocados y encogidos a la menor oposición.
Saludos a todos y Feliz Navidad.
Rafael.
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