El doble cardenal Martini
He esperado a leer con calma los primeros artículos sobre el fallecido cardenal Martini. Como diría el viejo farmacéutico existe de todo en su botica. No estoy ni con los que se han quedado sin “padre” para siempre jamás y han exhalado una elegía jeremíaca, ni con los que han colocado a esta figura de la Iglesia Católica dentro de las calderas de pedro botero.
El pasado mes de marzo, el día 24, escribí una entrada en este Blog, titulada Grave falta de caridad contra el cardenal Martini. Puede verse
pinchando aquí.
Un senador italiano, buen negociante, había tomado las opiniones más discutibles del purpurado fallecido y escribió un libro titulado Creer y conocer, donde ponía en la boca de un cardenal enfermo de parkinson asuntos peliagudos, que reportaron dinero a la buchaca del político concreto.
Hoy, tras la muerte del cardenal arzobispo emérito de Milán, elevo mis oraciones públicamente por el eterno descanso de su alma y pido al Señor lo tenga en el lugar de la luz y de la paz, donde ya no existe ni llanto, ni luto, ni dolor, sino paz y alegrías eternas.
Paso a contar quien ha sido para mí este cardenal miembro de la Compañía de Jesús.