Grave falta de caridad contra el cardenal Martini
En todas las familias cuando el abuelo o la abuela comienzan a decir tonterías los hijos los tapan, les quitan protagonismo, pues dejan, con sus salidas de pata de banco, a la familia a los pies de los caballos.
En la Iglesia no existe esta costumbre. La libertad se vuelve rápidamente en libertinaje y se pasa al papel escrito en un libro.
El caso del cardenal Martini es un ejemplo palpable. Un hombre de 85 años, supuesto papable en su tiempo, enfermo de parkinson, residente en Jerusalén, sigue hablando con personas que colocan por escrito esas conversaciones.
Ahora, un senador italiano se forra los bolsillos con la venta de un libro titulado Creer y conocer, donde el cardenal Martini se sale por los cerros de Úbeda.
Admite la supresión del celibato en los sacerdotes, propone un diaconado femenino inimaginable, habla a favor de la unión de personas del mismo sexo y defiende el preservativo en determinados casos como un mal menor.
Desde siempre el cardenal ha militado y pensado en la izquierda eclesial. Entonces él era el responsable de sus palabras y sus silencios.
Pero, ahora, en la situación personal que vive me parece un abuso por parte de ese senador italiano de someterle a que diga, y le cuesta hablar bastante por su dolorosa enfermedad, la ristra de cuestiones tan radicales como las que ha soltado.
Además, los superiores dentro de la Compañía de Jesús, a la que pertenece el cardenal Martini, deberían haber impedido la publicación de ese libro, porque no les hace ningún favor a los jesuitas, todo lo contrario les aleja del Magisterio de la Iglesia y del sistema de equilibrio que deben mantener con el cuarto voto de obediencia directa al Papa, legítimo sucesor de San Pedro.
Es cierto que el cardenal Martini es muy conocido y sus lectores no tendrán en cuenta sus disparatadas opiniones actuales, pero la izquierda política e ideológica, enemiga de la Iglesia Católica, recibe munición suficiente para seguir pegando tiros a todo lo que se mueva en el paisaje eclesial.
Cuando una persona chochea mentalmente lo más caritativo es dejarle que diga lo que le parezca, pero elevar a categoría sus pensamientos y plasmarlo en un libro es índice de tener mucha mala idea y no querer al cardenal Martini, ni tampoco a la Iglesia Católica, que vuelve a estar en la diana de los tiros de un príncipe de la propia Iglesia.
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Tomás de la Torre Lendínez
21 comentarios
Además, con parkinson y muchos años el cardenal Martini sabe lo que dice, y es más, es de los pocos jerarcas de la Iglesia que puede permitirse decir lo que la mayoría de los cristianos pensamos. Y si puede permitírselo es porque no tiene pretensiones de ascenso en la carrera eclesiástica como la mayoría de los obispos.
La autoridad magisterial de un cardenal, de un obispo o arzobispo, desaparece cuando se aleja de la doctrina indicada por la propia Iglesia. O se está en comunión con el Papa y sus enseñanzas o, por mucho que se lleve un capelo encima de la cabeza, no se es nada.
Y los enfermos deben ser siempre atendidos, queridos y respetados. Sobre todo a edades tan provectas.
Nadie debería aprovecharse de esta situación y escribir libros de enfermos que probablemente no se corresponden con la realidad de su ser.
Querría pensar que no hay odium vitae religiosae detrás de juicios de este tipo.
Saludos.
Todo lo que dice es coherente con su pensamiento de siempre; sólo que ahora se sentirá más libre para expresarlo.
Conocí a Martini,como rector del Pontificio Istituto Biblico romano y muchísimo le debo desde aquellos años 70. Pero... a la verdad que se me vino al suelo,desde sus desdichadas declaraciones en las tristemente célebres "Conversaciones nocturnas en Jerusalén".
Recordemos que el "Tertulianus senior" fue lamentablemente peor que el "junior".
Un cardenal, por enfermo que se encuentre, ha de ponderar muy mucho sus opiniones y más si se las difunde públicamente.
Puede ser que el Parkinson, y unas preguntas bien dirigidas, produzcan esta hemorragia de ideas más fácilmente. Pero no impulsan a que seamos piadosos con ellas, sino con la persona.
Creo que el Cardenal es digno de compasión y oración, por su ancianidad y por sus dislates de última hora. Dios le conceda luz.
Creo que el entrevistador es un irrespetuoso y malicioso explotador y merece repulsa, y castigo legal y moral.
Y creo que la Congregación de Obispos y el Superior de los Jesuítas, y el de la Casa donde habita el Cardenal, merecen reprensión por no condicionar y limitar responsablemente la publicación y difusión de estas ideas insensatas.
Qué triste es toda esta cadena de locuras humanas.
Por cierto, conozco en mi ciudad a algún que otro sacerdote con claros signos de deterioro mental por la edad, que sigue celebrado misas a alguna comunidad de religiosas en un convento. Pero a pesar de este deterioro, evidente para cualquiera que le conozca, creo que nunca ha dicho ninguna cosas rara ni se ha apartado del Magisterio ni de la doctrina de la Iglesia en ningún punto... El deterioro mental no tiene nada que ver con la herejía ni con la desobediencia o la pérdida de la fé.
Mi apoyo decidido a una Iglesia más acorde con el Concilio Vaticano II y los principios que ENTRE TODOS DECIDIMOS que alumbraría la Iglesia del futuro.
Saludos
Dorp
Y...sobre todo, sabiendo que los Papas y la inmensa mayoría del episcopado no va por los carriles de Martini, ¿cómo se le ocurre a éste último dárselas de francotirador?
El Cardenal Martini ha dicho que cree que el estado debe darle regulación legal a las parejas homosexuales, mas ha reafirmado que el matrimonio es válido solo entre hombre y mujer, y esa postura no es contraria al Magisterio, pues yo la he oído de cardenales conservadores aquí en México,
También lo del celibato opcional, pues lo sostendrían la mayoría de los obispos y sacerdotes seguramente y no es contrario a la doctrina, pues el celibato de los sacerdotes no es algo que pertenezca al dogma, sino a la disciplina
Sobre el diaconado femenino es algo que si habría que explicar a que se refiere o averiguar que quiere decircon eso, pues es cierto que en la Iglesia primitiva había diaconisas, aunque esto no se entendía como un sacramento sacerdotal (hay que mencionar que por ejemplo la Iglesia Apostólica Armenia, tiene diaconisas, que es una iglesia no católica, pero si milenaria)
Lo del condón, pues tampoco esta muy claro en ese resumen sus palabras
Y señor De la Torre, decir que el Cardenal Martini es de la "izquierda eclesial" es de risa, hasta donde yo se, la "izquierda eclesial" son los disidentes, los de "Somos Iglesia" por ejemplo, o Kung, y Martini no ha dicho nada que contradiga el dogma
Por cierto durante su episcopado Martini siempre se manejo dentro de la ortodoxia aunque manejara un lenguajes propio y fuera un reconocido intelectual de hecho no era el unico el otro sin duda contemporaneo como él fue el Cardenal Ratzinguer.
En la pasada Navidad (2011) he recibido una especie de tarjeta navideña que contenía no imágenes sino reflexiones. Era la tarjeta navideña de la Arquidiócesis de Buenos Aires, que el Movimiento Schoenstat utilizó a su vez para felicitar a sus miembros en Argentina. La reflexión principal era un artículo del Card. Martini. Me llamó mucho la atención este hecho, pues yo hubiese esperado una reflexión del Card. Bergoglio.
Cada uno es responsable de sus actos, y recordemos cuando dijo Jesús: "el que escandalizare a uno de mis pequeños, más le valiera atarse una piedra de molino al cuello y arrojarse al agua".
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