Las Navidades de los tristes y amargados
Cada año que llega el aniversario del Nacimiento del Señor Jesús en Belén, encuentro más gente triste y amargada deseosa que pasen rápidas estas fechas, que les da repelús el tenerlas que vivir. Si pudieran las quitarían del calendario.
No son, solamente, los agnósticos y ateos, o los miembros de otras religiones, quienes se manifiestan así contra la Navidad del Señor. Son muchos católicos de misa dominical, de Comunión frecuente, de compromiso con la Iglesia Católica.
En los primeros es explicable la situación. En los segundos no es coherente.
¿Qué causas inducen a católicos convencidos a llenarse de tristeza y amargura?