La manta del perro que Cáritas no da
Caso real. Son las 20,00 horas de un miércoles. En una parroquia urbana. Los voluntarios del equipo de Cáritas parroquial están recibiendo a la cola de personas necesitadas de atención primaria.
En la fila está una señora, quien cuando accede a la habitación pide, primero con serenidad, “que se le entregue una manta para su perro, porque hace mucho frío”. Los voluntarios de Cáritas se quedan boquiabiertos. Uno de ellos le espeta:
-Señora, aquí en Cáritas estamos para servir a las personas humanas en sus necesidades perentorias y urgentes de atención primaria. Nunca a los perros.
La señalada se levanta de la silla, se pone en jarras, y en voz alta suelta:
-Miren, ustedes que viven en buenos pisos con calefacción no pasan frío. Mi perro necesita una manta. Me la tienen que dar.
Tras algunos intercambios verbales, la señora es invitada a dejar la sala donde tiene lugar la recepción de los necesitados humanos reales de esa feligresía.
Con la teoría de la ecoteología, las personas y los animales tienen la misma dignidad, y seguramente más.
Veamos cómo se difunden estas ideas en la revista Éxodo, en su número 116, diciembre de 2012.