Dedicado a todos los que me ofenden en este Blog
La parábola del hijo pródigo que leemos este domingo en la Santa Misa tiene una doble dimensión absolutamente actual. El hijo derrochador de su fortuna de mala manera es el prototipo de pobre pecador que somos cualquier persona que camine por la vida, porque quien esté libre de pecado que lance la primera piedra.
El otro hijo, el “obediente y perfecto” es quien se enfada que al pecador, vuelto a casa, el padre le haga una fiesta en su honor matando el ternero cebado y meta música y baile.
Llevo una temporada en este Blog El Olivo, donde varios lectores comentaristas se presentan como el hermano “obediente y perfecto”, que se erige, sin nadie pedírselo, en maestro de virtudes contra el pobre pecador que firma estas líneas. Estos comentarios escritos atacando directamente mi persona no salen ni saldrán nunca, pero hoy, cuarto domingo cuaresmal, les comunico que me están haciendo mucho bien espiritual sus recriminadores, sus palabras de malísimo tono, sus actitudes de ciber acoso, sus recuerdos de mis antepasados…..
A la vez que les comunico que me hacen mucho bien espiritual, porque rezo por su conversión como conseguí una de uno del que ya hablé aquí en un post pasado, también deseo darles a conocer la siguiente noticia que cuelgo entera tal cual: