La importancia de llamarse Luis Fernando

No me refiero al director de este portal. Hablo del director de Radio María, quien ayer por la tarde mantuvo en el programa Entre amigos, dirigido por Mónica, entre las 3 y las 4 de la tarde, una hora de radio excelente.

¿Qué ocurrió?

Hizo una extensa incursión sobre la solemnidad mariana de hoy, fiesta de Asunción de la Santísima Virgen a los cielos. Enmarcó este dogma en el conjunto del resto de verdades de fe en torno a la figura de la Virgen María, siempre estando Cristo en el centro de la referencia mariana concreta.

Habló de María Virgen, Madre, Inmaculada, Mediadora, y se detuvo en la Asunción a los cielos, subrayando cómo la Madre Inmaculada no podía conocer la corrupción del sepulcro, sabiendo la Iglesia leer el común sentir de la fe del pueblo cristiano, llevando al Papa Pío XII a definir el dogma de la fiesta de hoy dado a conocer en el Año Santo de 1950, ante muchos obispos y miles de fieles de todo el mundo.

Enlazó, más tarde, con la vida de San Maximiliano Kolbe, cuya fiesta era ayer. Contó con detalle rasgos de la vida de este gran misionero franciscano sobresaliendo su amor a la Virgen Inmaculada.

Para ilustrar a los oyentes sobre las horas finales del padre Kolbe, pasó una cinta, cuyo texto firmaba el jesuita padre Bidagor, de feliz memoria, donde se describe con todo lujo de detalles las últimas horas en el bunker de la muerte de este valiente sacerdote que pidió en pleno campo de concentración morir en lugar de un interno que tenía esposa e hijos. El sobrecogedor momento emocionó a quien firma este post.

Prosiguió el director de radio María destacando cómo el padre Kolbe fue un adelantado en el uso pastoral de los medios de comunicación social cuando creó una revista en defensa y difusión de la figura de la Virgen María.

Esta hora de radio la hizo en diálogo con la conductora del mismo programa, quienes evitando los largos monólogos entraban en la complicidad de cortarse con breves preguntas que suponían aclaraciones de Luis Fernando.

Conclusión

Con la buena experiencia de este programa, propongo al director de radio María que utilice más el modo dialogado y musicado de partes de la biografía de los grandes santos o pastores de la Iglesia cuya fiesta se celebre.

Estos símiles de las viejas “novelas” radiadas llegan siempre mucho al oyente y los mensajes entran hasta el mismo corazón. A mí pasó con el texto del padre Bidagor.

Ofrezco mis servicios desinteresados para lo que necesiten en esta faceta en radio María, compuesta por voluntarios al servicio de todos los católicos que sintonicen la frecuencia a través de tantos artilugios como hoy existen para hoy la radio buena y bien hecha. Un voluntario más extiende su mano a los hermanos.

Tomás de la Torre Lendínez