Sor Forcades divide a las izquierdas políticas

En la sociedad mediática que pisamos es facilísimo crear mitos. Uno de ellos es Teresa Forcades. Los trapicheos ocurridos en Perú entre la autoridad del cardenal de Lima y la desobediencia flagrante de la hermana Vega para permitir que el mito Forcades hable en aquellas tierras hermanas, prueban una conclusión: Forcades daña a la Iglesia Católica.

No solamente hace pupa a la Iglesia, también a la misma izquierda que la encumbró al pedestal de la mitificación de una monja con hábito militando en política activa de izquierdas.

Existe una revista titulada Sin Permiso, donde escriben autores de izquierda. Uno de ellos llamado Mauricio-José Schwarz ha publicado un artículo titulado:

“Juana de Arco” Forcades, más allá del antivacunismo mortal

Otro señor militante de la izquierda, de nombre, Vicens Navarro, escribe en Público, una encendida defensa de la Forcades, bajo el título:

No al sectarismo de izquierdas: en defensa de Teresa

Leyendo ambos trabajos se nota cómo el mito Forcades es la manzana de la discordia dentro de las mismas izquierdas.

En el primer artículo le hacen un seguimiento a su elevación a la fama que comenzó con la gripe A, y cómo ha pasado por homeópata hasta ser acupuntora, recordándole lo siguiente:

“Podríamos explicarle a la monja que no se puede permitir la comercialización de ningún producto que afirme tener poderes curativos sin haber previamente pasado por controles y ofrecido pruebas, evidencias y demostraciones científicas de su eficacia, su seguridad y su calidad. Ella misma pide controles a la industria farmacéutica (aunque utiliza las peores prácticas de esta industria para tratar de deslegitimar la ciencia médica en su totalidad y promover el miedo de la gente a los médicos) pero no para sus amigos que venden mejunjes brujeriles. Curioso.”

El firmante Navarro hace una envalentonada defensa del mito Forcades, tachando el artículo anterior de “panfleto”. Una de las loas más claras es ésta:

“Hoy en España, criticar a una monja que critica el carácter falso de las instituciones de la Iglesia católica y su identificación con las estructuras de poder, es ser profundamente reaccionario, al servicio del poder. Teresa habla como individuo, ciudadano con pleno derecho a intervenir en la vida política del país. Teresa es una voz crítica de las autoridades de la Iglesia, y crítica de la estructura del poder existente en Catalunya y en España, siendo una de las voces más valiosas para todas las fuerzas progresistas democráticas. Las fuerzas progresistas necesitan voces, dentro de la Iglesia, que cuestionen el maridaje de dichas instituciones con el poder económico y financiero. Necesitamos voces críticas en todas las asociaciones e instituciones, que ayuden a las fuerzas progresistas en su dificilísima tarea de cambiar y revolucionar nuestras sociedades. Necesitamos médicos, religiosos, economistas y otros profesionales que cuestionen la sabiduría convencional en cada una de sus asociaciones e instituciones. Y Teresa nos enriquece a todas las izquierdas y a todas las fuerzas democráticas con su discurso y coherencia.”

Conclusión

A quien corresponda es hora ya que el mito Forcades acabe de una vez por todas. Como ciudadana tiene todo el derecho a militar en la línea política que quiera.

Para hacerlo bien, tanto a la Iglesia como a la izquierda, donde milita, esta monja debe invitársele seriamente a dejar la vida religiosa y pasar a ser una laica metida en política.

La solución de cataplasma que han tomado de enviarla un curso a una universidad alemana es solamente prolongar el mito por más tiempo.

El mito debe caer ya de su pedestal para siempre.

Fuentes

Artículo contra Forcades está pulsando aquí.

Artículo a favor de Forcades está haciendo clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez