¿Casullas sponsorizadas?
La vestidura obligada para la celebración de la Eucaristía es la casulla. Así lo aprendí en la escuela de monaguillos que disponíamos en la parroquia. Eran las llamadas de “guitarra” por los curas de entonces, que han vuelto a usarse desde el año 2007, debido a la “Sumorum pontificum” de Benedicto XVI.
Cuando fui ordenado sacerdote estrené mi casulla de color blanco, de estilo gótico, como entonces se decía, con una simple espiga bordada en el pecho y en la espalda. Eran los años de pasar de las casullas recargadas de bordados en oro y pasamanería e incrustaciones con piedras vistosas y galones de gran valor artísticos.
De aquellos ricos ternos fui testigo de cómo fueron arrumbados, mal parados y condenados al ostracismo del silencio perpetuo de las cajoneras de la sacristía. Eran fruto de una Iglesia que deseaba acercarse al pueblo fiel y olvidar una liturgia lejana al mismo pueblo anterior al Concilio Vaticano II y su reforma litúrgica.
¿Qué está ocurriendo ahora?
Un lector gran seguidor de la obra espiritual y comunicativa de los Franciscanos de María, fundados por el sacerdote y buen amigo don Santiago Martín, le extrañó que en la Web de la institución apareciera el pasado lunes el citado compañero revestido con una casulla adornada con el logo de los Franciscanos de María a la hora de celebrar la Misa de la fecha del día: Santa Marta.
Pregunta el lector de donde nace esa especie de “sponsorización” en las actuales casullas. La contestación es sencilla:
Primero, en todas las casullas, tanto en las espaldas como en el pecho, a lo largo de la historia antes del Concilio, siempre aparecían signos y símbolos relacionados con la Eucaristía: eran bordados cálices coronados por la Sagrada Forma, ramos de uvas, panes y peces, pequeñas cartelas con la imagen de María…..todo con los bordados de la época.
La llegada de la reforma litúrgica conciliar hizo que pasáramos de una ropa litúrgica simbólica y expresiva, a unas casullas meramente pobretonas, como es la mía que ya he dejado en la voluntad testamentaria que me sirva de mortaja para declarar que el sacramento del orden es in aeternum.
Segunda, en las grandes concentraciones, como las JMJ, se confeccionaron casullas iguales y pobretonas, a las que colocaron los correspondientes logos. En la parroquia disponemos de una perteneciente a la JMJ de Madrid de hace dos años.
¿Es esto una “sponsorización”?.
Creo que no debe llamarse así, porque el sponsor no es una firma comercial conocida, ni tampoco la empresa confeccionadora de la casulla. No existe publicidad pagada.
Si don Santiago Martín, tiene el logo de los Franciscanos de María, en la casulla, hace muy bien.
Espero haber contestado al amigo lector. Supongo que el asunto puede prestarse al diálogo y al comentario. El foro está abierto a todos. Muchas gracias.
Tomás de la Torre Lendínez
8 comentarios
Una cosa es poner en la casulla motivos de una congregación religiosa,una orden y otra es,cosa impensable,promocionar una marca de determinados objetos.
Creo que es un detalle bonito lo puesto por el P.Martín en la casulla.
Un abrazo,pater.
Dejemoslo, mejor no dar ideas, que mas de uno tiene el negocio en las venas, y poderoso caballero es Don Dinero.
Sin embargo, sí pienso que lo tiene el comentario, del que no dudo de su buena intención, que hace María.
A mi corto entender, Jesucristo necesita bien poco. Por no necesitar, no nos necesita, para existir, ni a nosotros mismos.
Pero lo que sí veo todos los días es que Jesucristo sufre en el que pierde su trabajo, en el que no tiene nada que darles de comer a sus hijos, en el que pierde su casa, etc., etc., etc...
Jesucristo nos pide que estemos al lado de nuestros hermanos que sufren y les demos nuestro apoyo moral y económico, directamente o a través de Cáritas, por ejemplo.
Ya habrá tiempo para comprar manteles nuevos para el altar...
Un abrazo en Cristo a todos.
Un saludo don Tomas, y feliz viernes!
Gracias por su post Padre Tomás.
Leyendo tu comentario, es inevitable que me acuerde del comentario de Jesús ante las críticas por el gesto de la Magdalena"...una obra buena ha hecho conmigo. A los pobres siempre les tendréis... "
No me gusta poner a los hermanos necesitados como excusa para justificar la pobreteria en el trato al Señor. Si hay amor y generosidad, habrá que esforzarse para que haya para el Uno y para los otros.
Un abrazo.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.