Si hubieran estado en la rueda de prensa del avión
Las ruedas de prensa dentro de los aviones en los que han viajado los Papas, fueron inventadas por el Beato Juan Pablo II, hasta el momento en que tuvo lugar el atentado de la plaza de San Pedro en mayo de 1981. Desde entonces se monitorizaron las preguntas por medio del portavoz vaticano.
A partir de este momento este post lo escribo en el formato de la literatura del esperpento español. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Dos perspicaces periodistas, dos famosos del bolígrafo y la grabadora, se enteraron de la rueda de prensa cuando estaban aún haciendo cola en el aeropuerto de Río de Janeiro. Esta es la conversación que tuvieron sobre el asunto.
Uno de ellos, más viejo, enviado así mismo, hasta las tierras brasileñas, le dice al otro más joven y bastante amigo de la fabulística.
-Mira, para el próximo viaje del Papa Francisco, me sacaré el carnet de periodista internacional y a la sombra de un gran grupo de comunicación me meto en el avión sea como sea. Aunque sea como polizón.
El otro le responde cansado, y en plan de pelotillero:
-Tienes razón, porque tú faltabas allí, dispuesto una hora y veinte minutos con el Papa para preguntarle a tumba abierta todo lo que tienes en tu experta cabeza de comunicador.
El más anciano, se enciende ante los halagos recibidos de su aprendiz, y suelta:
-Así es, compañero, porque para las preguntas tan fáciles que le hicieron al Papa Francisco yo le hubiera interrogado en un tercer grado asuntos como éstos:
¿Por qué no le ha dado, Santidad, un abrazo a Casaldáliga, a Boff, a Gustavo Gutiérrez, a Ernesto Cardenal, a Jon Sobrino….?
¿Por qué no ha dicho, Santidad, que la iglesia es samaritana, y que tiene una opción exclusiva por los pobres?
¿No le parece, Santidad, que va siendo hora de anular a todos los movimientos eclesiales neocon e implantar en su lugar gentes como las comunidades cristianas populares, a los cristianos por el socialismo, a los católicos por el derecho a decidir?
¿No tiene, Santidad, miedo a que lo maten los poderosos escondidos en los bancos nacionales y en las mafias internacionales por decir que deben ser los jóvenes revolucionarios en la fe?
¿Por qué, Santidad, no ha dicho que usted es un Papa de síntesis, después de los papas de tesis y antitesis que hemos aguantado en el invierno eclesial de los últimos sesenta años?
¿Realmente, Santidad, usted ha venido a levantar una primavera eterna y eclesial que se prolongará más allá de la segunda venida de Cristo a la tierra?
El aprendiz, bastante mosqueado, por el monopolio palabrero de su colega, le pega el siguiente tiro dialéctico:
-Para, hombre, para. Y ¿a mí no me dejarías preguntar nada?
El experto enviado de sí mismo, sentencia:
-Bueno, tú sostendrías la grabadora y luego pasarías las contestaciones al ordenador para enviarlo a nuestro medio de comunicación. Eso sí sin fabular nada, ¡eh¡.
Por los altavoces del aeropuerto se oye el siguiente mensaje:
-Atención, por favor, atención, se ruega a los pasajeros del vuelo tal y cual acudan a la puerta numero equis dispuestos para embarcar. Lleven sus billetes en la mano.
Los dos plumíferos se echan mano a las chaquetas respectivas buscando el pasaje. Meten las manos en todos los bolsillos. No encuentran nada. Les han robado hasta las carteras con el pasaporte y el dinero.
Acuden raudos a la comisaría del aeropuerto. Ponen la denuncia número equis, más equis. La policía brasileña les aconseja que acudan a la embajada española.
Sin dinero, sin pasaporte, se les han quitado las ganas de soñar con el avión del Papa. Ahora deben arreglar sus papeles para volver a España.
Aquí termina el esperpento.
Conclusión
La excelente rueda de prensa que el Papa Francisco ha dado en el avión de vuelta a Roma, demuestra que el miedo a los periodistas no lo conoce el sucesor de Pedro, y que las preguntas han sido muy interesantes.
El Papa Francisco sigue siendo un maestro de la improvisación razonada y con notables notas de humor.
El texto completo de la entrevista pueden leerlo aquí.
Recomendación
Invito a leer la novela titulada:
El hombre que nunca votó
Prologada por don Juan Manuel de Prada
http://marianojv.awardspace.com/novela.html
Tomás de la Torre Lendínez
4 comentarios
Muy bueno Don Tomás. Un saludo
Un abrazo,don Tomás.
Un saludo Padre Tomás.
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