Rapidez o lentitud a la hora de extirpar herejías
La historia de la Iglesia está plagada de sujetos llenos de soberbia, quienes se creen más puros que nadie, y siempre están dispuestos a dar lecciones a la parte de la Iglesia “enferma".
Este tipo de personajes han fracasado siempre. Y lo siguen haciendo. Pero su descalificación depende de la velocidad de actuación de la propia jerarquía eclesia.
Hoy vemos uno que ha sido sancionado con cierta rapidez. Otro está de gira por Estados Unidos, como si fuera una estrella del rock.
El primero es un cura polaco y su obispo, que se convirtió en un caso nacional en Polonia, ha llegado a su conclusión. El cura se opuso a un traslado de parroquia, deseó quedarse por encima de su obispo, y éste lo ha fulminado de todos sus cargos con arreglo a los canónes correspondiente del Código de Derecho Canónico.
Entre las lindezas del cura polaco caben éstas:
Tras perder el primer asalto con su obispo, siguió dando conferencias y haciendo declaraciones, no solo en su diócesis sino en todo el país, «sin la necesaria moderación» y sin «saber mantener las proporciones». Lemański(así se apellida el sujeto agente) habría hecho pasar a la Iglesia como un sitio de violadores, pedófilos, hipócritas, rapaces y borrachos. Ademas se presentaba como el defensor de las víctimas de una Iglesia «que está enferma», sobre todo en su estructura jerárquica.
Ahora el caso polaco ya no es noticia, pues la actuación del obispo y de la propia Roma han cortado el nudo gordiano de éste rebelde sin causa.
El otro caso es el cura, lider de los levantiscos austriacos, llamado Helmut Schüller, quien depende del cardenal de Viena, donde llegó a ocupar el cargo de vicario general, no ha recibido la más minima sanción por su conducta errada y heterodoxa.
El tal Helmut Schüller está dándose un baño de masas por Estados Unidos, donde algunas diócesis le han cortado la lengua para hablar en las parroquias católicas. En otras han sido más condescendientes y está triunfando saliendo a hombros de los lugares donde interviene.
El producto que vende por los cuatro puntos cardinales de la nación norteamericana es el siguiente:
El fin del celibato obligatorio hasta la acogida de los divorciados que se han vuelto a casar y de los homosexuales, pasando por un papel mucho más activo por parte de las mujeres en la Iglesia y un cambio en los procedimientos para la elección de los obispos.
Conclusión
La rapidez, en medicina, evita la gangrena y la amputación de los miembros.
La condecescendia supone dejar que las hierbas venenosas crezcan junto al trigo. Hasta ahorgarlo si fuera necesario.
Fuentes:
El caso polaco se puede leer aquí.
El caso austriaco se puede ver aquí.
Recomendación
Invito a leer la novela titulada:
El hombre que nunca votó
Prologada por don Juan Manuel de Prada
http://marianojv.awardspace.com/novela.html
Tomás de la Torre Lendínez
8 comentarios
Que nos oigan los obispos, #TeRogamosSeñor.
Sencillamente, hay saber cual es nuestra trinchera, dónde estamos y en QUIEN (no en qué) creemos.
Lentitud es LAXITUD. La indiferencia delata que quien debía intervenir sintoniza en su fuero interno con aquel contra quién tenía que intervenir.
Además de apenados, los creyentes estamos hartos de los lobos con piel de cordero, y de los malos rabadanes.
El diagnóstico es claro: nadie puede servir a dos señores, y quien no está Conmigo, está contra Mí.
Reflexionemos y recordemos a los Reformadores, obedientes y rebeldes a la vez. Veo más razonados los comentarios moralizantes del cura polaco dirigidos a sus superiores que los comentarios juerguistas del cura austriaco más generalistas y no "ad hominem".
El ataque a la "institución" parece que no duele nada o poco, a la "persona", mucho (reitero, reflexionemos en positivo para bien de nuestra amada Iglesia).
Perdonar es una cosa y tolerar herejías es otra.
Un abrazo,don Tomás.
Lo que yo creo, es que si alguien amenaza la vida de mi familia, no me pregunto si trae garrote o pistola: reacciono lo más rápido posible para protegerla. ¿Por qué debería ser distinto si amenazan su vida eterna que es mucho más importante?
Mt 10,28: "No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena."
Si yo no dejo que mi hijo de 7 años juegue con los cuchillos de la casa, ¿por qué voy a dejar que juegue con la teología por la que nuestros antepasados en la fe dieron su vida?
No me considero fundamentalista, más bien conservador. Así como soy conservador con mis hijos, espero que la Madre y Maestra lo sea con los suyos.
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