El abridor, el cerrador y el.....
Siempre siento pena cuando la izquierda eclesial hace el simplista esquema siguiente:
Juan XXIII, fue el Papa abridor de las puertas de la Iglesia al mundo.
Juan Pablo II, fue el cerrador de las mismas puertas al mundo.
El Papa Francisco será el que…..supere a todos y lleve a la Iglesia por donde los “gurús” de la izquierda eclesial tienen definido desde hace años.
No tienen en cuenta que el Papa Francisco, desde ayer, ha juntado a ambos Papas, Juan XXIII y Juan Pablo II, para elevarlos a la gloria de Bernini a finales de este año.
El foro de curas de Madrid, engendro de la izquierda clerical madrileña, ha emitido un documento, que se presenta hoy en sociedad, digno de conocerlo por su simplismo, pero, también por su manipulación del Papa Francisco y por el neoprotestantismo que exhala a kilómetros de distancia.
Aquí dejo el papelucho, para general conocimiento de los amigos lectores. Lo cuelgo entero.
“REFLEXIONES Y TOMA DE POSTURA EN TORNO AL VATICANO II
CUANDO SE CUMPLEN CINCUENTA AÑOS DE SU INAUGURACIÓN
Medio siglo después del comienzo del Concilio Vaticano II, transcurridos más de tres meses desde que la diócesis de Roma tiene un nuevo obispo y en vísperas del nombramiento en nuestra diócesis del sucesor de don Antonio María Rouco, los miembros del Foro “Curas de Madrid” hemos elaborado un importante documento a cuya presentación te invitamos.
Defendemos abiertamente que el espíritu de aggiornamento impulsado por el “papa bueno”c Juan XXIII, presente en gran parte de los documentos conciliares y frenado por Juan Pablo II y Benedicto XVI, debe ser urgentemente retomado por la Iglesia de hoy, al menos en los tres escenarios que señalamos a continuación.
1. En primer lugar en el relativo al mensaje que la Iglesia anuncia y al modo cómo lo hace. Creemos que ha de hacerlo con mayor humildad intelectual, despojándolo de aquello que lo aleja de lo que fue el espíritu cristiano al comienzo de la historia de la Iglesia y de lo que no puede ser sostenido como cierto y conveniente a la luz del saber que las diferentes ciencias han acumulado en los últimos siglos. Como fruto de este proceso, debería ser mucho más breve, articulado en torno a la fe en Jesús y a la fe de Jesús, y orientado a conseguir que las personas caminen por la vida con serena esperanza, con alegría y libertad moral, uniendo a esto el respeto a la dignidad de todas las personas y la ayuda a las más desfavorecidas, luchando para que desaparezcan o se aminoren las causas que les hacen sufrir.
2. En segundo lugar en el que tiene que ver con la propia organización y funcionamiento de la Iglesia. Pensamos que el abandono masivo de las nuevas generaciones y la pérdida de relevancia social de la Iglesia de hoy no se explica solo desde fuera como efectos de la secularización y la presencia de un laicismo agresivo o el relativismo moral consecuente. Como ya reconoció en su día el Vaticano II, existen poderosas causas internas que, con la inesperada llegada del papa Francisco, es urgente abordar como:
- El abandono del patriarcalismo que causa una grave división en el cuerpo social de la Iglesia (entre hombres y mujeres, clérigos y laicos) y que está condicionando y vetando muchas de sus funciones en razón del sexo, la opción por el celibato o el matrimonio y la proclamación pública de la homosexualidad.
- El nuevo estatuto del papado que, sobre su actual función jurídica y política, llegue a recuperar su dimensión simbólica de unión en la Iglesia. Entre otras cosas, esta recuperación conlleva la renuncia a la jefatura del Estado Vaticano y la supresión de las 175 nunciaturas o embajadas que lo asimilan a los más poderosos Jefes de Estado en el mundo.
- Necesita la iglesia volver al espíritu del Evangelio en el ejercicio de la autoridad: contando con la sinodalidad de las iglesias locales y la corresponsabilidad de los obispos, elegidos directamente por las comunidades. Y es urgente la renovación radical de la Curia romana desde el IOR y el estamento cardenalicio hasta la Congregación para la Doctrina de la Fe.
3. En tercer lugar en el relativo al modo de actuar la Iglesia en la sociedad. Pensamos que hoy no puede seguir practicando hacia fuera de sí misma esos silencios políticamente calculados ni manteniendo su complicidad con un sistema y unas políticas que desertizan la tierra y condenan a la muerte prematura a la mayoría de sus habitantes. En este sentido apostamos
- Por una economía al servicio de las personas: El papa Francisco habla del “fetichismo despiadado del dinero, de la dictadura de una economía sin objetivos humanos… ¡El dinero debe servir y no gobernar!”. La Iglesia no puede reducirse a una labor asistencial; ha de luchar por unas estructuras económicas en que todos los ciudadanos puedan vivir con dignidad.
- Por una democracia real: que se concretará en derechos políticos, sociales y económicos para todos. El gobierno de los ciudadanos frente a la dictadura de las entidades financieras. Los derechos humanos son la forma como Dios quiere que se realicen sus derechos divinos.
- Por una sociedad intercultural: Con nuestros hermanas y hermanos inmigrantes, con y sin papeles, de todas las culturas y religiones, queremos construir esta sociedad e Iglesia del siglo XXI en condiciones de igualdad.
- Por una sociedad laica: Creemos llegado el momento de una separación efectiva entre la Iglesia y el Estado, renunciando a las plataformas del poder político o económico para evangelizar.
Miércoles 3 de julio, 11 de la mañana.
Centro Evangelio y Liberación
C/ Fernández de los Ríos, 2, 6º
Conclusión
Cada lector tiene abierto el foro para sus comentarios. Muchas gracias.
Recomendación
Invito a leer la novela titulada:
El hombre que nunca votó
Prologada por don Juan Manuel de Prada
http://marianojv.awardspace.com/novela.html
Tomás de la Torre Lendínez
13 comentarios
Podrían dar ejemplos.
El resto,destruir a la Iglesia siguiendo el criterio izquierdista(siempre revolución,nunca evolución)y que salga el sol por Antequera.
Mal van.
Un abrazo,don Tomás.
Van a salvar al mundo...utilizando las costillas de otros.Tienen el afán dictatorial de un niño enrabietado, pero sobre todo, tienen un olor a moho y a rancio que tumba para atrás;nada que ver con las monerías de un bebé.
-La demolición, por parte de algunos, de cuanto se ha recibido desde la tradición evangélica. Nada de eso sirve, y todo puede ser cambiado o directamente eliminado "a gusto del consumidor": la liturgia, los dogmas, los mandamientos, la moral, las devociones, los sacramentos, los carismas fundacionales, los sacramentales, y podría seguir con esta relación varias horas. Y el que pretenda poner remedio a eso (o simplemente discrepe), es un involucionista autoritario que no ama a los pobres, a los fieles, a la Iglesia (la de ellos), no posee caridad, etc. Y como el mundo está lleno de relativismos de esa naturaleza, empezando por los criterios de la política, los bautizados prefieren abstenerse de pertenecer a estas asambleas incongruentes y desleales, cuyos principios fluctúan en función del interés momentáneo de cada grupito o comandita.
Hay que rezar mucho y mirar con detenimiento y objetividad qué rumbo da Francisco al gobierno de nuestra Santa Madre Iglesia.
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