Novela católica de un autor mayor
La historia de la literatura tiene protagonistas que escribieron novelas de contenido religioso profundo. En lengua castellana se dieron casos similares a otros idiomas.
Ahora, el escritor español Álvaro Pombo, nacido en Santander en el año 1939, ha escrito una obra de temática religiosa y espiritual, titulada Quédate con nosotros, Señor, porque atardece.
Ha concedido una entrevista en vídeo al Diario El Mundo. Dura 7 minutos. La puede ver haciendo clic aquí.
Han pasado 40 años desde que se publicase su primer libro, pero Álvaro Pombo dice que tiene las mismas ganas que el primer día. Su última entrega es una “novela católica", como la define el escritor, ‘Quédate con nosotros, señor, porque atardece’.
Pombo profundiza en la experiencia religiosa. “Llevo muchos años dando vueltas a estos temas", dice, “y no soy sospechoso de ser piadoso". Solitario empedernido, zambulle al lector en el poder de la oración y la comunidad religiosa a través de las vicisitudes de seis monjes recluidos en un convento granadino.
En la obra entra la ficción de un periodista del Diario Ideal, quien echa sus opiniones ateas escritas contra la capacidad espiritual de la persona y la inutilidad de la oración personal y comunitaria.
No he leído aún la novela, pero pienso comprarla en los próximos días y darme el placer espiritual de entender cómo un escritor tan alejado del mundo religioso, la vida y el tiempo le acercan a la reflexión espiritual y a resaltar el poder de la oración comunitaria.
Tomás de la Torre Lendínez
9 comentarios
Buena lectura,don Tomás.
2.- Está alejado del mundillo editorial, nido de víborasdonde donde campean egos desatados, turbios intereses y una inaguantable pedantería progre. Esto le da independencia para expresarse libremente y "decir algo".
Tipo raro de carácter, pero con seria inquietud espiritual, muy alejada --por ejemplo-- del superficial Gala, que como buen renegado no pierde ocasión de mostrar su negro odio a la Iglesia [cfr. "El Mundo"]. Finalmente hay que reconocer su inteligencia para no haber hecho militancia de su homosexualidad, reconocida por él.
Acaso sería conveniente una discreta y continua oración por esta persona. No es difícil intuir búsquedas interiores, inquietudes y preguntas.
Es un tipo muy particular en todos los aspectos.
Le he encontrado estropeado, pero más sabio que nunca. Como solitario que es, y aun siendo agnóstico, descubre que no puede existir una actitud orante genuina sin una experiencia fuerte de comunidad de fe, tanto terrenal (la comunidad monástica) como celestial (la comunidad de todos los santos). Por otro lado, ha llegado a un conocimiento muy profundo cuando dice: "No hay verdad sin negatividad. La Iglesia necesita de esta negatividad"; haciendo referencia a los ataques del periodista ateo que desprecia la experiencia de los monjes a los que trata como impostores. Esto me recuerda a un buen amigo ya fallecido, católico él, que me decía que a la Iglesia le venía bien esta época de persecución para ser más ella misma. Pombo parece creer lo mismo, pero sin ser parte de esa negatividad atacante.
Más allá de su peculiar carácter (otro tímido que lo oculta bajo cierta excentricidad), Pombo hace de su ser escritor instrumento para pensar la realidad. No sólo es un novelista al uso: es todo un intelectual. Rara avis en el actual panorama de las letras.
Le felicito por los dos comentarios.
D. Tomás,
En cuanto a lo de Pombo, yo recomiendo todas las novelas de la editorial Patmos, o de Rialp, por decir algunas. Quiero decir con ello que lo siento pero no, si Pombo ha encontrado la luz le felicito, pero prefiero autores "consumados" en los cuales estoy seguro de no encontrar rarezas.
Saludos
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