Dedicado a los exorcistas en la Iglesia Católica
Cuando fui admitido a las Sagradas Órdenes menores, como entonces se llamaban, recibí el ministerio de Exorcista, entre los demás servicios encomendados por el obispo diocesano. Por aquellos años saltó a la actualidad la película El Exorcista, que estuvo largo tiempo en las carteleras españolas.
No me perdí la proyección. Luego la he vuelto a contemplar más serenamente. Recuerdo mi asistencia en un forum sobre la película en un colegio religioso con profesores y alumnos.
Han pasado los años. Fui ordenado sacerdote, y ni antes, ni después me he encontrado en mi vida pastoral ningún caso de posesión diabólica.
Por varias diócesis, ahora, florecen los sacerdotes exorcistas como hongos. ¿A qué vienen las nuevas situaciones en estas fechas?
1.- El domingo pasado el Papa oró ante un peregrino mejicano, en la plaza de San Pedro, el documental televisivo afirmó que el Santo Padre había realizado un exorcismo allí mismo. El revuelo informativo estuvo servido.
2.- Más tarde, la sala de prensa vaticana informó que fue el exorcista oficial de la Santa Sede, quien sí administró, más tarde, el rito del exorcismo a la persona existente en la plaza.
3.- La existencia del demonio y su actuación es un dato revelado del que nadie, en su sano juicio, puede dudar o negar.
4.- La crisis económica, moral y social de nuestros días está creando una atmósfera propicia para el nacimiento y robustecimiento de casos de posesión diabólica.
6.- La llegada masiva de inmigrantes de países de cualquier parte del mundo ha traído consigo muchas situaciones nuevas que rayan entre el esoterismo, la brujería, la magia y un sinfín de situaciones desconocidas en la aparente tranquilidad social española.
7.- El crecimiento de las sectas destructoras de la libertad individual ha ido en aumento tomando carta de naturaleza, de modo la actuación de la policía, de la medicina y de la propia Iglesia Católica han sido absolutamente necesarias.
8.- El analfabetismo creciente y funcional en la sociedad española supone un retroceso cultural muy apto en cuyo seno nazcan todos los modos de domesticación de la libertad personal, familiar y social.
9.- El cierre de los manicomios tradicionales, desde aquella nefata reforma del año 1985, emprendida por un médico con raíces andaluzas, puso en mitad de la calle a una serie de enfermos mentales que tampoco fue una solución para ellos ni para la familia, ni para el propio ambiente vecinal.
10.- La actual forma de prevenir y curar, que presta el servicio de salud mental, tampoco, está sirviendo de lenitivo eficaz contra situaciones personales y familiares, que están recogidas en los propios medios de comunicación social.
11.- El nacimiento y la extensión de la Red de Internet está sirviendo de paraguas a grupos de adeptos a las más variadas formas de pensar y actuar dando como producto una larga lista de pirados que navegan por el ciberespacio, cuando deberían estar en tratamiento psiquiátrico.
12.- Sean bienvenidos los actuales y futuros sacerdotes exorcistas, porque siempre harán más bienes espirituales que estropicios como en algunos casos hacen ciertos santones que circulan por la Red montando unos saraos fuera de toda realidad humana y mental.
13.- Los canales televisivos monográficos con echadores de cartas, bolas de cristal y demás parafernalia están aumentando los problemas personales y familiares de modo alarmante tanto económica como psíquicamente.
Conclusión
Todos, sacerdotes y laicos, debemos tender la mano pastoral a quienes necesiten nuestra ayuda espiritual. Los confesores estando siempre dispuestos a impartir el perdón del Señor al penitente que acude a confesar sus pecados. Los hermanos dispuestos a colaborar en Cáritas o en los diversos servicios caritativos para evitar males mayores que puedan sufrir los que llegan demandando ayudas materiales o espirituales.
Los exorcistas siempre están ahí para cumplir su servicio y ministerio. Su preparación, su encargo pastoral, y su oración al Señor les llevarán a actuar cuando lo demanden las personas necesitadas de tal misión espiritual.
Tomás de la Torre Lendínez
12 comentarios
El ser humano es complejo en sus manifestaciones emocionales,mentales,conductuales etc. y todos estos fenómenos han de ser tomados con prudencia y pies de plomo.
Confío en la Iglesia y en su magisterio.Con eso,por ahora,y con la ayuda psiquiátrica pertinente,creo que es suficiente. Un abrazo,don Tomás.
Y es esa ignorancia la que nos lleva a destruir todo lo que nos atemoriza, y nos atemoriza, por desconocerlo, por desconocido. Conozcamos al demonio, a la enfermedad mental, y ambas, demonio y enfermedad mental, nos dejarán de atemorizar.
A los enfermos mentales, porque los trataremos como personas 'carentes de razón', lo que hará que nos nos ofendamos por lo que nos digan o hagan.
Y al demonio, porque, conociéndole, no nos dejaremos caer en sus insidias.
El demonio siempre quiere lo mismo, arrojarnos al abismo: de la iniquidad, de la injusticia, de la desigualdad, del juzgar y condenar, del 'nunca amar'.
No sé si habrá algún exorcismo que nos pueda liberar de nuestra 'falta da amar', que no sea la 'pila bautismal'. ¿Realmente, hemos renunciado "en nuestra vida y obras" a Satanás?
Quiera y pueda el Señor, sabernos perdonar.
El problema es que no en todas las Diócesis se atiende debidamente el ministerio de exorcizar.
http://amarillo-limon.blogspot.de/2013/05/el-exorcismo.html
Hace unos años la repusieron en mi ciudad, y en una sala de cine abarrotada de adolescentes, fue casi imposible seguir la película por las risotadas de la chavalería.
Tengo la sensación de que el demonio ha logrado que los que saben del tema dejen, por respetos humanos, de hablar de él, y que los que no saben, acaben teniendo una idea nada peligrosa del personaje, como el malo de un videojuego.
Y ese doble triunfo propicia, de manera cada vez más intensa, su infiltración en nuestra sociedad. Por eso hay que reactivar el papel de los exorcistas
¿Usted recomendaría solicitar alguna oración de sanación o similar cuando asaltan constantes pensamientos blasfemos?
18 podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán».
19 Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
20 Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.
AMÉN, AMÉN, AMÉN. Dios bendiga a los santos sacerdotes exorcistas, que se donan física y espiritualmente por sus ovejas.
Césart Alfredo
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