Conversos sin convicción
Las noticias de conversiones tienen un público lector muy ansioso de conocer las peripecias, los equilibrismos y compromisos de quienes han dejado una vida vacía y superficial y han optado por un compromiso valiente con la Religión.
Con todo, hay conversiones y conversiones. Unas son cambios radicales en la vida de las personas pasando del pecado a la Gracia de forma visible, convencida, libre y comprometida.
Otras, se notan que son aprovechar el oportunismo de una situación determinada con la ayuda de una persona concreta.
Cuando el converso cae en el grave defecto del fanatismo comienza un proceso de entrar en colisión con todos los que le rodean, los que imagina y consigo mismo. La conversión hace aguas.
Las rajas de la persona conversa han entrado en el escaparate de la actualidad como un elefante en una cacharrería. Unos dicen que empiezan a dar la razón a quienes hablan de un nuevo Papa que tendrá en poca cuenta a los movimientos laicales dentro de la Iglesia Católica, los cuales han recibido friamente la elección del Santo Padre Francisco.
Otros afirman que las conversiones habidas en el interior de algunas de estas realidades eclesiales son meramente sugestiones pasajeras causadas por el choque psicológico de encontrarse entre algodones, que, al desaparecer, y llegar la vida real, llevan a esos conversos a caer en las cunetas del camino sin ningún buen samaritano que les cure las heridas de la caída o del ataque de algunos ladrones de almas circulantes bajo la capa de un viejo y falso misticismo tan antiguo en la Iglesia como tan demostradamente inútil e hipócrita.
El infantilismo de culpar a otros de decisiones personales es propio de gentes inmaduras, que han buscado cobijo bajo los paraguas de tales o cuales instituciones, en las cuales, pasada la luna de miel, se convierten rapidamente en luna de hiel.
Por lo tanto, lo que hoy pretendo resaltar es mi apoyo a personas concretas que han dado el paso importante de su conversión a Dios dentro de la Iglesia Católica con total libertad y son felices como perdices.
Deseo, también, invitar a la oración por esas personas conversas nadadoras en el fanatismo y en el abandonismo de sus pasos haciendose unos figurantes en un teatro, donde no tienen madurez ninguna para representar el papel que desearon, cuando le aplaudieron diciendole: Sigue, que tu vales mucho.
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Tomás de la Torre Lendínez
9 comentarios
Pero, pese a que pueda tener diferencias con la política actual de la Iglesia en ese concreto asunto (que entiendo es opinable para un católico, siempre que no se discutan valores esenciales como el respeto a la dignidad inherente a la condición humana de los siempre conflictivos musulmanes), no se me ocurriría abandonar la Iglesia. Confío en Pedro, y procuro hacerlo hasta más que en mi mismo, dado que al final se trata de confiar en Dios a través de la confianza en el Vicario de Cristo en la Tierra. Sinceramente, creo que hacer lo que se dice que hace Magdi Cristiano Allam es demostrar que no se ha sido nunca católico. Se queja de falta de aprecio por Benedicto XVI, pero lo cierto es que creo que abandonar la Iglesia viene a ser como meterle una patada al Papa emérito en el hígado. Rezo a Dios porque esta noticia no sea cierta. Más que nada, por el propio Magdi Cristiano Allam, que no gana posibilidades de salvación ultraterrena marchándose de la Iglesia.
NO HAY MÁS DIOS QUE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, DE LA QUE JESUCRISTO FORMA PARTE.
Yo sólo le ruego a Dios cada día, que nunca me aparte de su camino.
Un abrazo,pater.
Hay personas que en el siglo I pensaban que Jesús era un libertador político y se decepcionaron; hoy como ayer.
No somos nadie para juzgarle. El sabrá lo que hace. Le deseo lo mejor en su nuevo camino. Al menos espero que no surja el resentimiento contra sus antigüos hermanos. Suele suceder.
El articulo traslucia un estado de animo de preocupación por la Iglesia, como todos nosotros, pero no me parecio el de una persona que esta pensando salirse de la iglesia. En todo caso, rezo para que esta no sea su decisión definitiva.
Entre tanto es preferible no juzguemos a la ligera pues hay personas de ciertas religiones que convertirse supone arriesgar su vida y romper con sus comunidades de origen .
Por ello creo que estos conversos han de sentirse especialmente queridos. Me ha dolido algun comentario desagradable en otra pagina Web al respecto.
Por otra parte, creo que la gente se equivoca si piensa que hay un cambio radical del Papa Francisco respecto a Benedicto XVI, en relación al Islam. Puede haber disitintos estilos, pero esencialmente sera igual: respeto a los musulmanes pero tambien no renunciar al mandato de Jesucristo de evagelizar .
Prueba de ello es que Benedicto XVI anuncio, -el mismo dia de su renuncia,- la beatificación de unos Santos martires y que el Papa Francisco la va a realizar en breve.
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