Ojos predictivos de dos Vidales, uno en Madrid y otro en Roma
La primera fumata ha sido negra. Algún intérprete de lo que nadie sabe que ocurre dentro de la Sixtina ha dicho que esto puede terminar hoy, o prolongarse en el tiempo, pues se necesita tener carnaza para los más de cinco mil informadores aburridos paseantes por Roma.
Otro escriba detecta que ellos, los periodistas, la mayoría sin fe en Dios ni en su Santa Madre Iglesia, están siendo el público de los actos de observación de la fumata de la chimenea, cuestión que le lleva a afirmar que la gente romana está acostumbrada que los Papas mueran en la cama, y tras el entierro se acuda a saludar al sucesor. Asunto que ha roto el Papa emérito con su renuncia al cargo. Concluye su elucubración afirmando que cuando la fumata sea blanca serán los informadores los únicos espectadores de la presentación del nuevo Papa. No conocen al pueblo romano que con lo puesto sale de casa, y ante truenos y rayos, saludará al nuevo sucesor de Pedro como lleva haciendo siglos y seguirá haciendo en todo el futuro.
Pero, hoy, deseo destacar a dos eminentes escribientes de asuntos religiosos así con minúscula, a quienes la gente ya les ha descubierto sus juegos, sus maniobras, sus cuentos y sus preferencias. Ambos de llama Vidal de apellido, aunque difieren de nombre. Uno es César y el otro José Manuel.
Ambos apuestan por sus papas particulares. ¿Quiénes son los agraciados?
César Vidal con sus cortas y pegas, con su bilis contra la Iglesia Católica, con su defensa a ultranza del protestantismo acaba su larguísimo articulejo suponiendo que el elegido debería ser norteamericano, porque solamente en USA está viva y coleando la libertad religiosa. No le gusta que sea canadiense porque ayudaría a los separatistas españoles vascos y catalanes. Supone que un iberoamericano sería tachado de tercermundista. Y un africano mucho más. Así que se inclina por un italiano, pero que no sea un salesiano enemigo de su amigo Federico.
Para llegar a semejantes conclusiones, antes suelta sus consabidos escupitajos contra la Iglesia Católica que retrocede por días, mientras, él dice, el protestantismo sube como la espuma. Con razón las ventas de sus libros han bajado en picado en los últimos meses. Méritos tiene acreditados para ello.
El otro Vidal hace un repaso por diversos cardenales, sobre los que no se inclina pero para rellenar sus líneas cita a algunos así, si por casualidad suena la flauta, siempre podrá decir que él lo dijo por escrito antes que nadie. Su adivinación la tiene asegurada.
Este Vidal busca un “Juan XXIV”. Por eso ya en la última línea suelta a un jesuita argentino y a un austriaco residente en Viena, a quienes cree que serán dignos sucesores y merecedores de igualar al Beato Juan XXIII.
Estos dos escribientes han bajado en lectores y en comentarios escritos. Para no contribuir a su aumento, solamente digo que el primer Vidal está en Libertad Digital y el segundo en Religión Digital.
Ante este circo mediático, mi opinión es muy clara: no tengo ningún nombre preferido. Es lo que he hecho siempre en mi vida: los Papas los elige el Espíritu Santo. Estaré con quien aparezca en el balcón central de la basílica de San Pedro.
Mientras, sigo rezando para que el elegido sea el mejor pastor de la Iglesia de estas fechas del siglo XXI.
Tomás de la Torre Lendínez
12 comentarios
Mi madre(q.e.p.d)decía que "ella no perdía el tiempo en medios días habiendo días enteros"...pués eso.
Ponerle límites a Dios es como golpear a una piedra con el pie desnudo. Fractura asegurada.
Vi el Cónclave,demasiado interrumpido el directo por los comentaristas,cuando habría preferido escuchar las voces de los cardenales en su juramento.
Algunos cardenales me pueden parecer mejores que otros,pero como no es una pasarela religiosa sino la elección del sucesor de S.Pedro,dejemos al Espíritu Santo que sea él quién ilumine a cada monseñor a la hora de signar la papeleta.
Buen día,pater.
Creo que deberíamos dejar de lado la "cantinela" de "los Papas los elige el Espíritu Santo" (yo también la he utilizado en ocasiones). Admitir eso sería negar la libertad humana (todos los cardenales son humanos como el que más). Además, vea lo que decía nuestro querido, y ya añorado, Benedicto XVI (en un época en la que "le hacíamos poco caso"):
http://www.abc.es/sociedad/20130313/abci-ratzinger-espiritu-santo-201303121931.html
Un saludo muy cordial para usted.
D. Tomás, eso mismo creo y pienso.
Y esos Vidales que sigan dandose contra la pared.
Nunca he oído yo que un exámen lo aprueba el maestro en lugar del alumno. El maestro alumbra la mente del alumno, ahora bien, si éste no hace sus deberes ¡ya puede tener al mismísimo Einstein de guía!
Hecha esta simple semejanza, lo que dijo Ratzinger en ese discurso, que por otra parte es lo que yo siempre he oído, es que el Espíritu Santo actúa como un buen maestro, no dicta (no elige). Por tanto, nadie ha dicho que el Espíritu Santo elige.
¿Acaso con un buen maestro toda la clase saca excelentes? No por supuesto, porque precisamente como bien dices, somos humanos y nuestras capacidades para comprender no son las mismas en unos que en otros. Por eso todos confiamos que en la "clase" de cardenales el número de "excelentes" sean lo suficientemente mayoritario para comprender lo que el "maestro" espera de nosotros.
Precisamente la libertad humana está garantizada por eso, porque el Espíritu Santo ni elige ni impone, sino que enseña. A partir de ahí, la responsabilidad es del "alumno".
En última instancia, aunque se elija correctamente, convendrá conmigo en que si el rebaño se ha tornado salvaje y se dispersa, el pastor lo tiene muy difícil para volverlo a agrupar, incluso, el mismo rebaño ciego de soberbia, lo puede crucificar, volver a crucificar.
Nos hemos vuelto muy cómodos y críticos ante el temor de que no salga el Papa que se espera o esperamos cada uno según nuestros gustos humanos; por eso estamos continuamente escuchando esa cantinela de "los tiempos modernos", "el nuevo Papa debe abrirse al mundo y a los nuevos paradigmas" etc., etc. De ahí, que tal vez algunos cardenales puedan estar más atentos a lo que el ser humano quiere y no a lo que espera de ellos el Espíritu Santo.
Saludos
Estimado JuanM:
Ese es el problema: sí, hay gente que dice que el Espíritu Santo elige. Lo ha dicho D. Tomás y también Carmen en su comentario. Y muchos otros por ahí.
Otra cosa es que el Espíritu Santo ilumine. Pues claro, lo hace continuamente y a todo el mundo en nuestro día a día (Si fuéramos capaces de escucharlo y le hiciéramos caso, otro gallo nos cantaría). Por eso estoy inmerso en un par de cadenas de oración: pido para que dos cardenales en concreto "oigan" lo que les está diciendo el Espíritu. Al final, ellos y sus 113 compañeros eligirán al próximo papa, al que, por supuesto, apoyaré, también, como Carmen y D. Tomás, desde el momento que aparezca en el balcón.
Un abrazo.
Creo que el Espíritu Santo influye, pero teniendo en cuanta la fragilidad humana y que no ve sólo lo inmediato... Y lo sabemos desde el principio, cuando Pedro después de ser elegido falló, y aún así globalmente después cumplió su misión. Y con Juan Pablo II casi se puede ver que era el Papa necesario en ese momento para ayudar a derrumbar el comunismo...
Después los Cardenales elegirán con sus votaciones lo mejor para la iglesia de Jesucristo todos nosotros,y el Señor, Inteligencia y Amor desea la salvación de todos sus hijos y no olvidemos que presenta un camino, una verdad, una vida y nuestro destino unido al de El.Jesús dijo "Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada (Jn 14,23)
Si no lo hemos sido, nuestro modo de decidir y actuar ya está viciado, y no por maldad a sabiendas ni mala fe, sino por deficiencia de nuestro conocimiento; y, por tanto, cometemos errores. Por eso sí creo que es correcto decir que el Espíritu Santo elige, pero eso lo ha hecho durante toda la vida del cardenal, que en su libertad, precisamente, ha estado facultado para escuchar, pero no obligado en virtud de la libertad que nos ha sido dada, a actuar en consecuencia.
Todas nuestras decisiones, al menos esas que llamamos "maduras", lo son en virtud no de la decisión puntual en el tiempo y ajena a toda nuestra historia, sino del cómo nuestra propia historia nos ha puesto en ese momento en disposición de tomar la decisión correcta.
Así es como entiendo yo que el Espíritu Santo elige.
Por eso tiene sentido el examen de conciencia y la oración que cada cardenal hace cuando tras una votación infructuosa se prepara para la próxima, para que analice qué le ha estado diciendo el Espíritu Santo a lo largo de su vida.
En el propio sentido de "iluminación" ya está implícita el elegir, porque la iluminación no tiene por finalidad sino la preferencia, la elección en este caso; pero eso, creo que se produce a lo largo de toda la historia del individuo concreto.
En fin, creo que es cosa de cómo entendemos el significado de las palabras y de cómo nuestro lenguaje expresa lo intemporal y trascendente. Empresa harto difícil, sin duda.
Saludos.
"Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor (Paráclito), que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la Verdad.
El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré.
Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, y vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él (Juan 14,15-21).
Jesús mismo cuando estaba con ellos había sido el Paráclito, defensor de sus discípulos.
Pero ahora que se va y les deja en plano físico, pide al Padre otro, que sea presencia interior y compañía (no os dejaré huérfanos: 14, 18).
Con la renuncia de Benedicto XVI nos quedamos huérfanos del maestro externo, pero no del Espiritu Santo invisible en el corazón de los fieles y de toda la IGLESIA santa .
Esperamos impacientes y en oración que eL ES se haga visible para seguir oyendo al Señor a los largo de toda la vida para que unidos a El se haga eternidad
Las personas centradas en el mundo viven en un plano material carnal,soberbia, de lucha mutua, mentiras etc La vida del Señor se les cierra y al no ser fieles al ES aparece un círculo de muerte, sin salida posible y sin Redención,los.Iluminados por la fe en Jesús reciben la promesa del el Espíritu.en los Sacramentos y viven acompañados .La experiencia de Dios en Jesucristo es la Pascua cristiana.
El Paráclito. abogado ,el ES, defensor El Espiritu de la Verdad. os enseñará todas las cosas y OS RECORDARÁ todo lo que os dije, (Jn 14, 26). Es el Maestro interior divino, tiene la memoria de JESUCRISTO .VEN Espíritu Santo y hazte visible
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