Reitero que disiento con Pío Moa sobre la novela de De Prada

Cuando he estado de acuerdo con Pío Moa lo he escrito y firmado en este Blog. Su salida en estampida obligada de la comunidad bloguera de Libertad Digital está detallada y comentada por los lectores, que dejan amablemente sus pestañas quemadas en las pantallas de su ordenador, pasando sus ojos por El Olivo.

Cuando mantuvo su conversación, Pío Moa con Altozano, en el programa de Intereconomía TV, No es bueno que Dios esté solo, dediqué una entrada en el otro Blog, titulado La Semilla, de las bitácoras de la empresa del paseo de la Castellana, aportando mi gran valoración a aquella entrevista y la sinceridad expresada por Moa.

Ahora, en el caso del juicio que hace sobre una novela sin haberla leído vuelvo a disentir públicamente con el historiador Pío Moa. La novela de De Prada no es, ni ha pretendido su autor, una novela histórica al uso de este género literario tan de moda hoy. Aquí está el grave error del señor Moa.

Mis razones son las siguientes:

A) Nadie duda de la preparación y de los frutos, que la historiografía presente y futura sabrá agradecerle más que la actual, de las obras firmadas por Pío Moa sobre la España contemporánea, una veta inagotable donde estudiar y divulgar el pasado inmediato para ser justos con él y obligarnos a no volver a repetir las mismas payasadas que nos llevaron a una faltal Guerra Civil y lo que hubo después.

B) Como fino historiador Pío Moa entró en el mundo de la ficción novelística con una obra que está enmarcada en los años inmediatos a la contienda fratricida. Su obra es neta y pulcramente histórica en su género y fines.

C) Por el contrario, Juan Manuel de Prada en esta obra última, no quiere meterla dentro del género histórico, aunque el gran perito en la División Azul, señor Caballero Jurado le haya encontrado un serial de pegas sobre aquella gesta de la milicia de la España de Franco.

D) El error de Caballero Jurado conduce a Pío Moa a señalar lo que ha leído de otro, sin haber leído la propia fuente salida de la pluma de De Prada, deseando introducirla en un género donde el propio autor no pretendió tenerla nunca inserta.

E) Aconsejo a Pío Moa que tome la novela de De Prada, la lea sin las lentes de un género determinado como es la novela histórica, se olvide de los errores encontrados por el experto en la División Azul, y se deje dominar por el ciclón descriptivo de personajes, situaciones sociales, económicas, morales, militares, bélicas…..y notará que tiene entre manos un hábil guión de cine negro español de aquella época.

F) Clasifico la última novela de De Prada en el género de la novela negra, cuya trama es apta para entrar por la puerta grande de unos estudios de grabación y filmación y salir convertida en una película que dejaría a más de uno con el estomago en el gaznate.

G) La rapidez descriptiva es tan propia de un maestro de la pluma que domina al lector como si fuese una marioneta, juega con ella, la conduce, la subyuga y la pega al sillón para que no se levante de él hasta que vea el fin en el papel imaginando que lo tiene ante una pantalla grande de un cine de estreno.

H) Quien escribe, Juan Manuel de Prada, es un grandísimo conocedor de la mejor historia del cine de aquellos años de oro de las grandes obras maestras. Un guión de cine es su última gran novela: Me hallará la muerte.

I) Pío Moa debe conocer, o a lo mejor se le ha olvidado, que Juan Manuel de Prada es un eslabón en la cadena del pensamiento clásico católico español. En esta obra el autor saca entre otras varias consecuencias morales que dejan al lector seriamente pensativo. En mi anterior artículo en este Blog dejé dos, pero existen muchas más: la culpabilidad social y moral de los estraperlistas; una posible relación “aparentemente” incestuosa; la defensa a ultranza de la vida del no nacido contra el aborto…..

Conclusión

Con estas líneas respondo a Pío Moa cuando en su blog ha comentado mi afirmación de disensión sobre mi parecer en torno a la novela de Juan Manuel de Prada.

Tome la novela, señor Moa, siéntese a leerla y no se levantará hasta que la termine. Póngase las gafas de lector. Abandone las de historiador. Es un consejo de amigo.

Tomás de la Torre Lendínez

13 comentarios

  
Serafín
Bien dicho. Un saludo. Mucha suerte a Prada con la novela.
12/12/12 12:54 AM
  
Caminant
Estupendo artículo reflexión,don Tomás.Una vez leída la obra se puede opinar,siempre subjetivamente,si gusta o no.
Un abrazo,pater.
12/12/12 2:36 AM
  
Asturiano Creyente
Pues a mi, francamente, Prada me supera, y será difícil que encuentre un hueco para dedicarle a algo suyo más de tres minutos; estoy seguro que en este caso tengo prejuicios y que todo en él me parece poco real o auténtico. Es más, estoy por decir que ha construido de si mismo un personaje parecido a lo que ha hecho César Vidal con el suyo que causa un cierto repelús por lo que tiene de falta de autenticidad y de sobra de intento de aprovechamiento propio. Como me resulta difícil expresar este tipo de sentimientos, quizá quede todo un poco farragoso, e incluso no descarto que pelín injusto. No, no leeré a Prada como tampoco lo haré con César, que en este caso me engañó una vez con una obrita sobre judaísmo de pocas páginas, muchas en blanco, bajadas de internet sin demasiado esfuerzo, y eso sí, con una promoción que habrá atrapado a muchos incautos como yo. Una y no más, Santo Tomás. Nunca este tipo de personajes me han producido ninguna credibilidad, y a mi edad no creo que tenga tanto tiempo como para desperdiciarlo, tratando de entenderlos.
12/12/12 9:14 AM
  
Juan Bautista
Totalmente de acuerdo, don Tomás. De Prada no ha pretendido en ningún momento escribir una novela histórica, aunque una parte de ella esté ambientada en las peripecias de la División Azul, y sería injusto y erróneo tildarla como tal. Lo mejor para opinar sobre una obra es leerla. Yo acabo de terminar su lectura y me ha parecido una novela extraordinaria.

Por cierto, ¿sabe si De Prada ha enviado ya sus padrinos a Luis María Anson? Es que estaba buscando en internet críticas sobre la novela y me he encontrado con una donde al inefable académico no se le ocurre otra cosa que contar el final.
12/12/12 10:20 AM
  
Javier
La pretensión de Pío Moa es un poquito alucinante: descalificar una novela sin haberla leído, justificando presuntos errores históricos magnificados en un foro de hagiógrafos desmelenados de la División Azul y alegando, con aspavientos puritanos, que Prada es procaz.
Lo más curioso de todo es que el retrato que Prada hace de la División Azul es bastante ponderado, y que homenajea el sacrificio y la abnegación de quienes fueron hecho prisioneros en el Gulag, resaltando además su fe. Pero se ve que esto no basta a los hagiógrafos. Hay que decir que los divisionarios fueron arcángeles con armadura de plata. Qué estupidez.
Respecto a la presunta procacidad... ¡Por favor! Es muy interesante comprobar cómo Moa cae en el mismo error en el que caen todos los ateos/agnósticos que pretenden halagar al público católico, pensando que los católicos son ¡¡¡puritanos!!! y fingiendo escándalo ante cualquier expresión un poquito subida de tono. Pero, hombre, señor Moa, si ser católico es exactamente lo contrario. Antes de escandalizarse con las novelas del señor Prada, sería conveniente que el señor Moa leyese a Francisco de Quevedo, gran escritor católico, o al Arcipreste de Hita, para enterarse de lo que es ser procaz.
A todo esto, "Me hallará la muerte" me parece la novela menos procaz de Prada, don Tomás. Aunque, desde luego, no es apta para puritanos. Tampoco, por cierto, para hipócritas. En el trasfondo de la novela hay una crítica de la hipocresía burguesa y del fariseísmo la mar de interesante.
12/12/12 12:27 PM
  
Javier
Jopé, Asturiano Creyente, si me pidieran que dijese el nombre de una persona que me parezca la antítesis de Vidal diría sin duda: ¡Prada!
No es sólo que Prada escriba divinamente y que leer a Vidal sea como contemplar un patatal. Es que Prada es un católico coñón y apasionado, frente al árido puritanismo de Vidal. No se me ocurrirían dos personas más distintas. Sólo se parecen en la gordura, aunque la de Prada es feliz como la de Chesterton, y la de Vidal es biliosa como la de Lutero.
12/12/12 3:25 PM
  
Ferdustre
Por lo que parece, es hasta un buen
guión para una excelente pelicula de cine negro y de suspense.
Está claro que Pio Moa no tiene razón. Las explicaciones del Blogeer son rotundamente claras;
particularmente, me gustán más la biografias,
y los ensayos.
12/12/12 4:50 PM
  
Eduardo Jariod
No sé cuál es el tipo de novela que ha escrito en esta ocasión De Prada, pero aun siendo una novela histórica, cosa que el propio autor rechaza, una novela es ante todo, eso, una novela, con independencia del adjetivo que la califique. Si se quiere aprender historia hay que acudir a ensayos de esta disciplina. Quien con esta intención se entregue a la lectura de novelas históricas comete un error. En literatura, la historia objetiva, la real, es una plataforma para desarrollar las finalidades artísticas que el autor se ha planteado. Y en literatura las licencias con los datos objetivos va de suyo. Si la obra literararia es buena, puede parecernos más creíble un Gregor Samsa transformándose en insecto que el realismo de los personajes de una obra mediocre de carácter costumbrista.
12/12/12 6:32 PM
  
Comares

"En el trasfondo de la novela hay una crítica de la hipocresía burguesa y del fariseísmo la mar de interesante". (Javier)

Pero lo que yo no entiendo es por qué Prada en sus entrevistas se empeña en tildar de hipócrita y de farisaica no sólo a la Iglesia española de los años cincuenta (lo que me parece excesivo), sino incluso a la de los años treinta, cuyo holocausto durante la II República y la Guerra Civil parece querer justificar como una especie de castigo divino.
¿Alguien me puede aportar una explicación a estas posturas públicas de Juan Manuel de Prada?
12/12/12 7:46 PM
  
Pio Moa
Naturalmente tiene usted derecho a disentir de mí, don Tomás, pero no entiendo en qué disiente. Lo que he dicho es que para novela histórica comete serios errores, señalados por Caballero Jurado. Pero como no me parece que la novela de Prada sea histórica, esos errores son cosa secundaria, como yo he señalado y usted repite. También he dicho que el estilo de Prada me parece algo barroco y tremendista, desde luego muy distinto del mío. He dicho que no me gusta ese estilo, sin pretender que ello pueda determinar la calidad de la obra: es solo cuestión de gustos,y he recordado que con ese tipo de literatura se han hecho obras reconocidamente importantes. ¿De qué disiente usted en concreto?

En otras palabras: no me gusta el arte barroco, pero no soy tan tonto de pretender que por eso no valga nada. A usted le encanta, con todo derecho. Repito que no sé en que puede usted disentir.
12/12/12 8:32 PM
  
Javier
A Comares.

Cuando hablaba de de hipocresía no me refería a la Iglesia. Y en la novela de Prada no hay tal asunto. Hay una crítica de cierta burguesía que, bajo un disfraz católico, comete todo tipo de tropelías, pero no sé a que viene aquí el "holocausto durante la II República y la Guerra Civil", del que no se habla para nada en la novela.
13/12/12 1:21 AM
  
Comares

Hombre, Javier, podía usted haberse leído mi comentario antes de contestar sin más, ¿no cree? Ahí habría comprobado que yo no me refería a las palabras de usted (aunque las citase por venirme al pelo por aquello de la "hipocresía") y ni siquiera a la novela, sino a las declaraciones que hace Prada en la prensa cada vez que le entrevistan con motivo de sus libros. Por eso pedía alguna explicación de cualquiera de los lectores de este blog; de cualquiera que esté al tanto, nada más.

Y, eso sí: las declaraciones mediáticas de Prada a las que sí me he referido, me siguen pareciendo sumamente impresentables.

13/12/12 1:18 PM
  
Siderúrgico
Javier,

Entre todos arcángeles con armadura de plata y todos delincuentes, muertos de hambre, sodomitas o forzados hay mucho trecho, ¿no le parece?

Yo creo que una novela cuya acción se desarrolla en una época, debe de tener un mínimo de verosimilitud histórica, aunque la acción y los personajes sean interesantes.
14/12/12 9:23 AM

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